Un futuro aún incierto, un pasado de polémicas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

En la historia del contrato de gestión de la plaza de toros de Las Cruces ha habido diversas luces y sombras. El Ayuntamiento de Guadalajara decidió adjudicar a Alhama de Toros dichos trabajos en 2006, de cara a la Feria Taurina de ese año. En esos momentos, esta empresa era gestionada por Emilio Luis Miranda y Víctor López Caparrós. Al año siguiente, la empresa prosiguió con la gestión pero sus propietarios pasaron a ser otros, apareciendo un nuevo dueño, Francisco Romero, que todavía hoy continúa al frente.
Pero al frente de una empresa que dejó de llamarse Alhama para convertirse en Sierra Norte y que durante este último año se ha hecho cargo de la Feria Taurina 2008 (no sin pocas críticas por la falta de figuras en sus carteles y por el exceso de rejoneadores). Ahora, cuando aún el contrato establecía que todavía se podía prorrogar, uno por uno, dos años más, el Ayuntamiento de la capital ha decidido no hacerlo. Todo apunta hacia la posible demolición de la actual plaza para construir una nueva más moderna y completa en el mismo emplazamiento de la actual –lo que pasaría por disponer de una plaza portátil para las próximas Ferias–, pero lo cierto es que, a día de hoy, la plaza de Las Cruces se queda sin gestor y sin saber cuál es su futuro inmediato puesto que el Ayuntamiento ni confirma ni desmiente que las de estas Ferias hayan sido las últimas tardes de toros en la vieja plaza de Las Cruces.