Un intercambio con Alicante reparte la suerte en el barrio de Los Manantiales
"Me sonaba mucho porque era un número bastante curioso y recordaba haberlo colocado", señala una de las responsables de la administración de La Isabela.
El 22 de diciembre no es un día cualquiera en el calendario de nuestro país, y este año, la magia del Sorteo Extraordinario de Navidad ha vuelto a posar su mirada en la provincia de Guadalajara, aunque fuera de refilón. En una jornada de resaca electoral marcada por las inconfundibles voces de los niños de San Ildefonso y el tintineo de las bolas en el bombo del Teatro Real de Madrid, la provincia celebró con entusiasmo un pellizquito de fortuna. Un quinto premio, el número 77.715, dejó una estela de alegría en la administración de lotería situada en la calle La Isabela, donde se ha vendido al menos una serie completa, es decir, 10 décimos.
La mañana transcurría con los nervios habituales de quien espera el milagro de que su número sea uno de los agraciados. Sin embargo, para María de los Ángeles Tejedor y sus hijas, responsables de este establecimiento en la capital, el sueño de dar un premio importante se hizo realidad de la forma más inesperada. “Hoy es un día muy feliz, porque es lo que deseábamos. No llevamos mucho tiempo en esto, pero ya nos apetecía dar un premio”, confesaban emocionadas minutos después de conocer la noticia. El momento del anuncio fue digno de un guion de película. Mientras la administración estaba llena de clientes, el 77.715 apareció en la pantalla del televisor que presidía el local. La memoria prodigiosa de la hija mayor de María de los Ángeles fue determinante para identificar que era uno de los números que habían despachado en la administración. “Tengo muchísima memoria”, explicaba la mujer, quien había estado ayudando a organizar los números días atrás. “Es un intercambio que hicimos con una administración de Alicante. Me sonaba mucho porque era un número bastante curioso y recordaba haberlo colocado. Enseguida le dije a mi hermano que lo consultara en el ordenador mientras yo atendía a un cliente, y efectivamente, ¡era nuestro!”.
La confirmación desató la euforia tras el mostrador. “Mi hermana, que estaba conmigo en la ventanilla, decía: ‘me suena, me suena’, y yo grité: ‘¡ay, que es nuestro!’. Empezamos a chillar y, la verdad, a la gente la dejamos un poco de lado en ese momento para celebrar”, relatan entre risas.
Intercambios por todo el país
El número premiado tiene una historia particular que refleja una tendencia creciente en el sector: la lotería viajera. Aunque el 77.715 fue consignado originalmente en Alicante, llegó a Guadalajara gracias a los intercambios que las administraciones realizan durante el verano. Esta práctica permite que los ciudadanos puedan adquirir números de diferentes provincias sin salir de su ciudad, fomentando que los premios estén lo más repartidos posible por toda la geografía nacional. “Traemos lotería de prácticamente toda España porque a la gente le gusta llevarse números de fuera”, comentan las loteras. “Este sistema de intercambio entre administraciones se hace desde hace años y cada vez somos más los que nos sumamos. El objetivo es mover los números y que, si toca, la suerte sea lo más compartida posible”.
Premio vendido ‘in extremis’
Aunque todavía se está confirmando la cantidad exacta de décimos vendidos, las responsables aseguran que el volumen mínimo del intercambio fue de una serie (10 décimos). Lo más emocionante es que parte de esa suerte se repartió en el último suspiro. “Recuerdo que el sábado, de los últimos números que vendimos, alguien me pidió un décimo acabado en 15”, relata una de las hermanas. “Miré en el ordenador y era el único que nos quedaba con esa terminación. No sé si los agraciados serán de aquí o estaban de paso, pero lo que es seguro es que se vendió en ventanilla”.