Un Isover en estado de gracia arrolla a un Lujisa en horas bajas
Triunfo más que contundente del Isover Azuqueca en casa ante un Lujisa Guadalajara, que sigue sin remontar el vuelo definitivamente. Los azudenses se sacan la espina de la dura derrota de la semana pasada en Tenerife y se preparan para asaltar la semana próxima la cancha del líder, el Canoe mientras que el conjunto de Román Peinado sigue cerca de la zona baja.
El partido comenzaba con los nervios clásicos de un partido, que siempre será algo más que un partido por aquello de la rivalidad. Locales y visitantes se notaban imprecisos en el tiro fallando canastas fáciles, los locales imprimían velocidad y los visitantes, dominaban el rebote, y eso, y el acierto desde la línea de tres, hacía que cogieran las primeras ventajas en el marcador, obligando a Marino a pedir su primer tiempo muerto del partido. Con todo esto se llegaba a la mitad del cuarto con 9-11 en el luminoso de La paz.
Poco a poco el Isover Azuqueca, fue ajustando su juego y consiguió varias defensas muy buenas, en las que los visitantes agotaban su tiempo de posesión sin poder lanzar a canasta, eso, y el mejor acierto en ataque, hacía que se llegase al final del cuarto con un 24-19.
Marino daba entraba en cancha a Mous Barro, que ofrecía en la tarde de ayer los mejores minutos desde su llegada con 11 puntos y 8 rebotes. Las diferencias iban aumentando, y los locales anotaban con facilidad dentro de la zona y desde la línea de 6,75. También se estrenaba ante su afición Pretzer. El caso es que Rojas, con cinco puntos consecutivos cerraba el cuarto y los dos equipos se iban al descanso con el +21 para los locales.
Tras la salida de vestuarios y con una afición entregada por completo, Jason anotaba dos canastas consecutivas, y aunque fue el cuarto más pobre en anotación, La Paz disfrutaba viendo jugar a su equipo. Se llegaba a la mitad del cuarto con un +36 (máxima ventaja) del partido. El último cuarto fue el del delirio, el del delirio de un joven y tímido jugador llamado Santi Villena, que ayer enamoró a La Paz, con siete canastas consecutivas, cinco de ellas de tres puntos, y que al ser cambiado, era despedido con el público puesto en pie.
Los locales víctimas quizás de la ventaja, entraron en unos momentos de desidia que aprovechó el Lujisa para reducir distancias. La guinda la puso el joven canterano Aarón Sobrinos, que cerraba un parcial 11-0 con dos triples seguidos. Marino aprovechaba para ir cambiando jugadores y que estos recibieran el calor de su público y los visitantes, infligían un parcial de 0-9 que ponía el definitivo 99-72 en el marcador.