Un jurado popular juzgará el crimen de Cifuentes


A pesar de que la abogada de la acusación particular, Elisa Íñiguez de la Torre, señaló antes de iniciarse la vista que ésta sería corta, finalmente se demoraría hasta pasadas las 12.00 horas. Esta primera comparecencia de los dos acusados ha servido para que éstos conocieran los hechos acontecidos entre el 24 y el 27 de mayo que se les imputan, "pues de las pruebas se derivan una serie de delitos que pueden ser constitutivos de ser enjuiciados por un tribunal especial del jurado", explicó la letrada de la familia, quien añadió que en la vista estuvieron personadas, además de la acusación particular que ella representa, la acusación pública o fiscal, y la defensa de los acusados. "Esta comparecencia ha servido únicamente para decirles a la cara qué hechos hicieron, por lo que hasta la siguiente vista no se les acusará oficialmente".
"Sorprendente frialdad"
Durante este procedimiento llamó la atención la actitud de los dos implicados en el crimen. "Han mostrado en todo momento una sorprendente frialdad", señalaba con evidentes signos indignación la letrada. "Ni siquiera se han inmutado, pese a que los hechos que se estaban relatando eran lo suficientemente graves como para conmover a cualquier persona". A pesar de todo, los dos acusados no pudieron tomar la palabra en la vista. "Únicamente era momento para que hablaran sus abogados", explicó Íñiguez, reconociendo no haber visto "signos de arrepentimiento en sus caras".
Asesino confeso
Uno de los dos acusados por el asesinato del joven de Cifuentes era primo de la víctima, y fue detenido en la madrugada del 27 de mayo en Cifuentes después de que se autoinculpara de los hechos y condujese a la Guardia Civil hasta el lugar donde había dejado el cuerpo. Estos hechos se produjeron después de la desaparición del joven, en la tarde del 24 de mayo, después de que finalizase su jornada de trabajo. Horas después, la familia recibía una primera llamada pidiendo un rescate a cambio de la vida de Miguel Ángel, aunque ya entonces no se encontraba con vida. Posteriormente, y según confirmó ayer el tío de la víctima, el acusado del asesinato estuvo tres veces en casa de sus familiares "apoyándole" en esos duros momentos.
La detención del segundo implicado, de 37 años, se produjo un día después de la aparición del cadáver, en el municipio toledano de Miguel Esteban.
"Ambos detenidos hicieron unas declaraciones y confesaron una serie de hechos tanto en la Policía como en el Juez de Guardia", señaló la abogada de la familia, en referencia a que, sobre esas dos declaraciones, y sobre el resto de pruebas recopiladas durante la investigación, "que son muchas", se determinarán los delitos que se les imputan y la pena que se reclamará.
Estos hechos tendrán lugar en una próxima comparecencia, para la que aún no hay fecha, en la que se formulará la acusación concreta. En este sentido, Elisa Íñiguez señaló que la acusación particular y la pública coinciden en que se trata de un asesinato claro con alevosía, ensañamiento y crueldad extrema, a los que cabría añadir una serie de delitos conexos. Con esto, la abogada se refiere, en concreto, a que por su parte también se tratará de que se les impute un delito de secuestro y otro de amenazas, "pues estuvieron pidiendo un rescate incluso después de que la víctima hubiera sido asesinada". La acusación pública, por su parte, les acusa "de forma provisional" de asesinato y "posible" estafa. "Todo esto lo concretaremos en la próxima comparecencia, cuando sabremos cómo encaramos el caso, jurídicamente hablando". Además, la letrada señaló que la acusación particular mantendrá que los dos acusados intervinieron "desde el principio" en el asesinato. A este respecto, Íñiguez afirmó que entre ellos mismos "se echan las culpas".
La abogada de la familia también apuntó que no se conoce el día ni la hora de la próxima comparecencia. "Faltan más pruebas por traer a la causa", confirmó.
Este suceso será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Provincial. "Es lo lógico para un caso de asesinato, aunque será el juez el que imponga la pena, pues el jurado popular se limitará a reconocer si los hechos están probados o no".
Por la puerta de atrás
La salida de los dos implicados, internados en Alcalá Meco, no se produjo por la misma puerta de entrada, ya que los agentes que los custodiaban querían evitar las escenas de nerviosismo. Por ello, el furgón que se encontraba todavía aparcado en la puerta de los juzgados se dirigió hacia el aparcamiento. No obstante, los familiares se dieron cuenta de la intención de los agentes, y se dirigieron hasta la puerta del parking, desde donde volvieron a gritarle "asesino". Seis agentes de la Policía Nacional y otros tantos guardias civiles velaron por que estas palabras no llegaran a mayores. Tras la partida del furgón, la indignación hizo nuevamente mella en los familiares, principalmente en el tío materno de la víctima, que a recomendación de la abogada, quien se mostró en todo momento muy implicada en el caso, entró en los Juzgados para calmarse. Tras unos minutos en el interior, partió con su familia y con la abogada, quien les fue explicando el proceso a seguir.