Un libro-homenaje repasa la trayectoria del genial decorador Gil Parrondo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MIGUEL LORENCI. COLPISA
“Soy un tipo con suerte. Creo que mi buena salud se debe a una ilusión por el trabajo bien hecho que nunca he perdido”. Lo dice Gil Parrondo y Rico (Luarca, Asturias, 1921), uno de los grandes talentos del cine español, que se mantiene activo, lúcido y risueño en la frontera de los 90 años y tras casi 70 de actividad.
Un libro-homenaje -‘Decorados, Gil Parrondo’ (T&B editores)- repasa ahora la intachable carrera de este genio del cine, que a las órdenes de más de 80 grandes directores del séptimo arte ha realizado los decorados de más de dos centenares de películas y de una treintena de obras de teatro. Siempre ha querido aparecer en los créditos como decorador. Lo de director artístico le parece “pomposo, inexacto y una pizca exagerado” a este profesional respetado tanto por la industria de Hollywood, que le premió dos veces con un Oscar, como por el cine español, que le ha otorgado en cuatro ocasiones su premio mayor, el Goya.
Gil Parrondo recordaba este viernes en la Filmoteca Española cómo llegó a trabajar en doce películas en un sólo año, 1953. Ahora que trabaja a un ritmo más pausado, tiene pendiente el estreno de El dos de mayo, la película de José Luis Garci sobre la guerra franco española de 1808. Una cinta que se rodó entre Fuentelsaz y Talamanca del Jarama, una localidad situada al norte de Madrid que ha acogido números rodajes, algunos por elección o sugerencia de Gil Parrondo, y que rinde homenaje al decorador por su destacada labor como fabricante de sueños.
Se estrenó Parrondo en su oficio al final de la Guerra Civil, con Los cuatro Robinsones de Eduardo García Maroto. Desde entonces su carrera ha estado jalonada por lo mejor del cine español y a los grandes productores y directores que eligieron rodar aquí en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado. Su trabajo fue decisivo para producciones como El Cid, 55 días en Pekín, Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago o las más recientes Robin y Marian y El viento del León. Luego llegarían los Oscar por Patton (1969) y Nicolás y Alejandra (1971), dirigidas ambas por Fanklin J. Shaffner. Volvería a ser nominado al Oscar por Viajes con mi tía (1972) de George Cukor, mientras que en España ha acumulado cuatro ‘goyas’ y ha recibido galardones como la Medalla de Oro al Mérito en la Bellas Artes (1983) y la de al Academía de de la Artes y las Ciencias Cinematográficas (1999).

Orgulloso
Con unos esplendorosos 88 años a Gil Parrondo le da “un poquito de miedo esto de que te publiquen libros”, pero está más que orgulloso de su carrera. “Empecé a los 19 años y mantengo intacta la ilusión. Es milagroso, pero esa ilusión y la satisfacción por el trabajo bien hecho es lo que me mantiene vivo” se ufana Parrondo, que ha estado a las órdenes de ‘raros’ como John Milius, genios como Orson Welles o maestros como Stanley Kramer, Stanley Kubrick, Nicholas Ray, David Lean, Anthonny Mann, John Frankenheimer, George Cukor y un inacabable etcétera.