Un libro recogerá las estatuas del Palacio de Cogolludo
28/11/2010 - 08:53
Las estatuas localizadas en el Palacio de Cogolludo podrían tener libro propio. Casas de La Alcarria, encargada de reformar las instalaciones, pretende hacer una publicación en la que también aparezcan los últimos descubrimiento: una estatua griega y una cabeza de Adriano.
Casas de la Alcarria está preparando la publicación de un libro centrado en las estatuas que se han descubierto durante las excavaciones arqueológicas realizadas en el edificio. Como ha indicado el alcalde, Ángel Sierra, además de la de Zenon de Afrodita, en los últimos trabajos realizados se han descubierto otras dos. La más llamativa es el busto de una figura griega partido en dos que se ha fechado en el siglo II antes de Cristo. Además, han dado con una cabeza de Adriano, aunque en este caso el primer edil señala que se encuentra muy erosionada.
Desde Casas de la Alcarria han solicitado al Consistorio apoyo para sacar adelante esta publicación, que, según el alcalde, estaría protagonizada principalmente por fotografías. En estos momentos sería difícil para nosotros colaborar económicamente, pero podemos ejercer de mediadores con las administraciones autonómicas y provincial.
Los trabajos arqueológicos realizados en los últimos años han dejado claro el valor que tiene el Palacio Ducal para los historiadores, arqueólogos, arquitectos y restauradores. En total, las piezas aparecidas durante las excavaciones rondan las 12.000 ó 13.000, encontrándose en la actualidad en el Museo Provincial de Guadalajara.
Los estudios han servido para confirmar la existencia de una destacable colección de arte romano que pertenecía a los Duques de Medinaceli. Esto ha sido posible gracias al descubrimiento de monedas y varios documentos en los que se indican que las paredes del palacio tenían mármoles y diversas esculturas y piezas de arte. También se ha comprobado que, en las galerías del edificio, se encontraba otra muestra, en este caso, de arte renacentista.
Los descubrimientos realizados en el Palacio han sido trasladados al Museo Provincial. Allí se encuentra una de las piezas más importantes, la escultura de Zenón de Afrodisia, una de las estatuas romanas mejor conservadas de la Península Ibérica. El alcalde de Cogolludo es consciente de que ahora no hay sitio en Cogolludo donde exponer estas piezas. Sin embargo, no descarta que se produzca el retorno de algunas de ellas en el futuro. El de museo podría ser uno de los usos permanentes que se le den al Palacio, porque la verdad es que no nos gustaría que algunas terminaran en los sótanos del museo.
Pese a la importancia de las estatuas localizadas en el Palacio, hay otros elementos de valor arqueológico. Uno de ellos es la colección de azulejos con la que cuenta, del siglo XV, en el que también se construyó el edificio. También se localizaron restos de yesería y piedra labrada de las cornisas y barandillas del edificio.
El diseño y la construcción del Palacio de Cogolludo fue encargado por los Duques de Medinaceli a Lorenzo Vázquez, arquitecto renacentista novel formado en Roma. Según los datos que se poseen, habría sido construido en torno a 1492, lo que le convertiría en uno de los primeros edificios civiles renacentistas de España.
Los primeros documentos en los que se habla con detalle sobre su estructura datan del siglo XVIII y pertenecen al Archivo Ducal de Medinaceli. En este libro se recogen un total de nueve planos en los que se explica la estructura del edificio, que pasó de forma progresiva de un estado de abandono a otro de ruina, siendo objeto de expolios. No sería hasta los años 1967 y 1968 cuando el Estado afrontase la consolidación de su fachada principal, la construcción de dos salones y la reforma del tejado. Casi 30 años después, en 1996, se llevaron a cabo obras para evitar el peligro de derrumbe de algunos elementos de la fachada principal.
Desde Casas de la Alcarria han solicitado al Consistorio apoyo para sacar adelante esta publicación, que, según el alcalde, estaría protagonizada principalmente por fotografías. En estos momentos sería difícil para nosotros colaborar económicamente, pero podemos ejercer de mediadores con las administraciones autonómicas y provincial.
Los trabajos arqueológicos realizados en los últimos años han dejado claro el valor que tiene el Palacio Ducal para los historiadores, arqueólogos, arquitectos y restauradores. En total, las piezas aparecidas durante las excavaciones rondan las 12.000 ó 13.000, encontrándose en la actualidad en el Museo Provincial de Guadalajara.
Los estudios han servido para confirmar la existencia de una destacable colección de arte romano que pertenecía a los Duques de Medinaceli. Esto ha sido posible gracias al descubrimiento de monedas y varios documentos en los que se indican que las paredes del palacio tenían mármoles y diversas esculturas y piezas de arte. También se ha comprobado que, en las galerías del edificio, se encontraba otra muestra, en este caso, de arte renacentista.
Los descubrimientos realizados en el Palacio han sido trasladados al Museo Provincial. Allí se encuentra una de las piezas más importantes, la escultura de Zenón de Afrodisia, una de las estatuas romanas mejor conservadas de la Península Ibérica. El alcalde de Cogolludo es consciente de que ahora no hay sitio en Cogolludo donde exponer estas piezas. Sin embargo, no descarta que se produzca el retorno de algunas de ellas en el futuro. El de museo podría ser uno de los usos permanentes que se le den al Palacio, porque la verdad es que no nos gustaría que algunas terminaran en los sótanos del museo.
Pese a la importancia de las estatuas localizadas en el Palacio, hay otros elementos de valor arqueológico. Uno de ellos es la colección de azulejos con la que cuenta, del siglo XV, en el que también se construyó el edificio. También se localizaron restos de yesería y piedra labrada de las cornisas y barandillas del edificio.
El diseño y la construcción del Palacio de Cogolludo fue encargado por los Duques de Medinaceli a Lorenzo Vázquez, arquitecto renacentista novel formado en Roma. Según los datos que se poseen, habría sido construido en torno a 1492, lo que le convertiría en uno de los primeros edificios civiles renacentistas de España.
Los primeros documentos en los que se habla con detalle sobre su estructura datan del siglo XVIII y pertenecen al Archivo Ducal de Medinaceli. En este libro se recogen un total de nueve planos en los que se explica la estructura del edificio, que pasó de forma progresiva de un estado de abandono a otro de ruina, siendo objeto de expolios. No sería hasta los años 1967 y 1968 cuando el Estado afrontase la consolidación de su fachada principal, la construcción de dos salones y la reforma del tejado. Casi 30 años después, en 1996, se llevaron a cabo obras para evitar el peligro de derrumbe de algunos elementos de la fachada principal.