Un lustro de renovada Biblioteca
01/10/2010 - 09:45
Por: B. P. O.
Un lugar de encuentro cívico y no un mero depósito de libros. Bajo esta consigna abría sus puertas, el 15 de julio de 2004, la Biblioteca de Dávalos, sucesora de la que, durante 31 años, fuera la Biblioteca Pública del Infantado. De un palacio a otro, la sede cambió de contenedor, pero también de contenidos, al disponer de mayor espacio y mayores posibilidades para desarrollar su actividad. Estancias para exposiciones, una pequeteca continua y más metros lineales para libros han sido sólo algunas de las ventajas que la biblioteca le ha sacado a Dávalos. Además, hace poco la sede estrenaba nuevo carné de socio y nuevo sistema de acceso a Internet.
La Biblioteca Pública de Guadalajara ha cumplido cinco años en su nueva sede del Palacio de Dávalos. Atrás quedan los años de historia que pasó en otro palacio, el del Infantado, de donde se marchó para iniciar una nueva etapa de actividad. El traslado le ha permitido a la Biblioteca dar aires nuevos a sus servicios y prestaciones, renovándose no sólo por fuera, sino también por dentro. Dávalos se convirtió, hace cinco años, en la biblioteca con el metro cuadrado más caro pagado por un inmueble de estas características por el Ministerio de Cultura, algo que se nota en el resultado final de la nueva sede bibliográfica. Más de 6.000 metros cuadrados de superficie distribuida en tres plantas, junto con el depósito, y un diseño que combina la estructura palaciega del edificio del siglo XVI con las dotaciones más modernas al servicio de los usuarios son la mejor carta de presentación para una biblioteca que es la envidia de otras sedes bibliográficas del país.
Junto con la restauración del inmueble, el trabajo de equipo realizado por los empleados de la biblioteca sirvió para sacar el máximo partido a las nuevas instalaciones, jugando con las posibilidades del mobiliario y el espacio. Su distribución y su amplitud permitieron incorporar nuevos servicios a los ofrecidos con anterioridad en el Infantado sede desde el año 1972, en medio de un entorno cálido y sugerente que invita a la relajación y al disfrute de sus tesoros bibliográficos. En cuanto a los elementos que se incorporaron a la biblioteca con el cambio destaca la ampliación de la sección de libros en braille. También el hecho de que pueda disfrutarse de una pequeteca permanente, frente al servicio que antes se prestaba sólo los miércoles en el Infantado. Por otra parte, la nueva sede ha permitido que haya material audiovisual de acceso directo, que se renueve el modelo de estanterías, que existan dos aseos por planta y que haya espacio para exposiciones, todas ellas ventajas de Dávalos con respecto a la que fue su sede durante 31 años. Además, todas las plantas cuentan con unos diez puestos informáticos en las salas, con el fin de facilitar el acceso al usuario allá donde se encuentre, multiplicando por varios dígitos la oferta existente en el Infantado, donde el servicio contaba con un espacio no independiente y muy reducido. El acceso a minusválidos, mediante rampas en todos los desniveles y ascensores desde el depósito hasta la última planta, completaron las mejoras de la nueva biblioteca.
La mayoría de los vecinos de Guadalajara se apresuran a abandonar la ciudad y conocer nuevos parajes durante las vacaciones de verano. Sin embargo, muchos otros pasan su periodo de descanso sin moverse de su entorno habitual o, simplemente, no tienen el privilegio de disfrutar de unos días de asueto. Para estos últimos, la Biblioteca Provincial de Dávalos puede suponer la diferencia entre unos días más tachados al calendario o unos días de provecho redescubriendo aficiones y gustos perdidos por la falta de tiempo.
Los 6.000 metros cuadrados de superficie y servicios al ciudadano de los que hace gala el centro bibliográfico continúan su actividad casi al cien por cien pese al parón estival. La única merma que supone el verano es que no abre sus puertas los sábados. Sin embargo, continúa con el horario continuado de 9.00 a 21.00 horas.
Libros, cuentos, diccionarios, monográficos, prensa, dvd,s, cd,s, vídeos y un sinfín de formatos clasificados y ordenados brindan a quienes deciden visitar el palacio del siglo XVI un amplio abanico de posibilidades inabarcable en sólo unos días pero accesible a todo aquel que se haga socio algunos servicios, como las salas de lectura o la hemeroteca, tampoco lo requieren. Además, estancias como el patio central permiten que los usuarios puedan consultar el material de forma cómoda, en medio de un espacio luminoso y acondicionado.
Para los amantes de la navegación cibernética, cada planta de la biblioteca supone una más de las oportunidades de acceso a Internet, ya que todas ellas incorporan en torno a los 10 puestos informáticos, con el fin de facilitar el acceso al usuario allá donde se encuentre.
La entrada a la Biblioteca cuenta con un amplio espacio en el que se incluye un mostrador que ejerce una doble función, por un lado, informativa y, por otro, centralizadora de los préstamos y devoluciones. Desde este mismo punto, cualquiera que desee sumarse a los casi 50.000 socios, entre adultos y niños, que ya disfrutan de sus servicios puede formalizar su carné de usuario. Un pasaporte gratis a un universo de posibilidades
Junto con la restauración del inmueble, el trabajo de equipo realizado por los empleados de la biblioteca sirvió para sacar el máximo partido a las nuevas instalaciones, jugando con las posibilidades del mobiliario y el espacio. Su distribución y su amplitud permitieron incorporar nuevos servicios a los ofrecidos con anterioridad en el Infantado sede desde el año 1972, en medio de un entorno cálido y sugerente que invita a la relajación y al disfrute de sus tesoros bibliográficos. En cuanto a los elementos que se incorporaron a la biblioteca con el cambio destaca la ampliación de la sección de libros en braille. También el hecho de que pueda disfrutarse de una pequeteca permanente, frente al servicio que antes se prestaba sólo los miércoles en el Infantado. Por otra parte, la nueva sede ha permitido que haya material audiovisual de acceso directo, que se renueve el modelo de estanterías, que existan dos aseos por planta y que haya espacio para exposiciones, todas ellas ventajas de Dávalos con respecto a la que fue su sede durante 31 años. Además, todas las plantas cuentan con unos diez puestos informáticos en las salas, con el fin de facilitar el acceso al usuario allá donde se encuentre, multiplicando por varios dígitos la oferta existente en el Infantado, donde el servicio contaba con un espacio no independiente y muy reducido. El acceso a minusválidos, mediante rampas en todos los desniveles y ascensores desde el depósito hasta la última planta, completaron las mejoras de la nueva biblioteca.
La mayoría de los vecinos de Guadalajara se apresuran a abandonar la ciudad y conocer nuevos parajes durante las vacaciones de verano. Sin embargo, muchos otros pasan su periodo de descanso sin moverse de su entorno habitual o, simplemente, no tienen el privilegio de disfrutar de unos días de asueto. Para estos últimos, la Biblioteca Provincial de Dávalos puede suponer la diferencia entre unos días más tachados al calendario o unos días de provecho redescubriendo aficiones y gustos perdidos por la falta de tiempo.
Los 6.000 metros cuadrados de superficie y servicios al ciudadano de los que hace gala el centro bibliográfico continúan su actividad casi al cien por cien pese al parón estival. La única merma que supone el verano es que no abre sus puertas los sábados. Sin embargo, continúa con el horario continuado de 9.00 a 21.00 horas.
Libros, cuentos, diccionarios, monográficos, prensa, dvd,s, cd,s, vídeos y un sinfín de formatos clasificados y ordenados brindan a quienes deciden visitar el palacio del siglo XVI un amplio abanico de posibilidades inabarcable en sólo unos días pero accesible a todo aquel que se haga socio algunos servicios, como las salas de lectura o la hemeroteca, tampoco lo requieren. Además, estancias como el patio central permiten que los usuarios puedan consultar el material de forma cómoda, en medio de un espacio luminoso y acondicionado.
Para los amantes de la navegación cibernética, cada planta de la biblioteca supone una más de las oportunidades de acceso a Internet, ya que todas ellas incorporan en torno a los 10 puestos informáticos, con el fin de facilitar el acceso al usuario allá donde se encuentre.
La entrada a la Biblioteca cuenta con un amplio espacio en el que se incluye un mostrador que ejerce una doble función, por un lado, informativa y, por otro, centralizadora de los préstamos y devoluciones. Desde este mismo punto, cualquiera que desee sumarse a los casi 50.000 socios, entre adultos y niños, que ya disfrutan de sus servicios puede formalizar su carné de usuario. Un pasaporte gratis a un universo de posibilidades