Un simulado accidente nuclear denuncia la falta de información sobre esta energía
26/04/2011 - 22:24
Las sirenas dieron la alarma antes de que el humo de varios colores se apoderara ayer de una pequeña parte de la plaza del Jardinillo: había explotado un reactor nuclear. Instantes después, los trabajadores de la planta nuclear yacían fulminados, muertos, en el suelo. Nada de lo que ayer se representó con una sencilla puesta en escena en la remodelada plaza era real, pero sí fue importante el mensaje. En el día en el que se cumplían 25 años del mayor accidente de la industria nuclear de la historia, el de Chernobil, poco más de una decena de integrantes de la organización Ecologistas en Acción simularon ayer un accidente nuclear en pleno casco histórico de Guadalajara, queriendo dejar patente su rechazo a esta energía, de un lado, y la supuesta falta de preparación e información de la población al respecto, del otro.
Queremos denunciar que los ciudadanos no están preparados en caso de un accidente nuclear, según denunció ayer el portavoz de Ecologistas en Acción en Guadalajara, Alberto Mayor. La representación de ayer no obedeció a ningún protocolo determinado de actuación en caso de accidente nuclear, sino que fue una versión libre desarrollada por Ecologistas. Dicha ONG reclamó la necesidad de desarrollar, tanto en nuestra provincia como en el resto del país, más planes de evacuación y emergencia para que los ciudadanos sepan qué hacer en caso de accidente; y es donde queremos dar el toque de atención. Recuerdo para el ATC.
El acto también sirvió para reiterar el rechazo de Ecologistas en Acción a la construcción de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para albergar los residuos nucleares. No al ATC en Yebra ni en ningún punto, se leyó en un manifiesto previo a la simulación del accidente. Su lectura igualmente rindió homenaje a todas aquellas personas que han sido víctimas de la energía nuclear en las últimas décadas, incluidas las más recientes de la central japonesa de Fukushima.
Desde Ecologistas en Acción se asegura que aún hoy no se conocen a ciencia cierta los efectos que ha causado el desastre de Chernobil entre la población, y todavía hay discusión sobre sus costes económicos y sobre el impacto sobre la salud de las personas y sobre el medio ambiente.