Un total de 713 cuentos y 961 narradores dieron vida a las 46 horas del XIX Maratón de los Cuentos

Y con su triunfo, termina el último cuento de los 713 que se han contado a lo largo de las 46 horas que ha durado esta decimonovena edición del Maratón de los Cuentos, una de las señas de identidad de Guadalajara. Su responsable, Blanca Calvo, se coloca ante las más de cien personas que han acudido al Palacio del Infantado para acudir a la clausura de este año. Desde allí, hace, como también viene siendo tradición, balance de todo lo ocurrido durante este fin de semana antes de que la Banda Provincial de Música pusiese el punto final.

En total han sido 46 horas de narraciones orales. Tiempo suficiente para que el Patio de los Leones pase el tiempo escuchando 713 cuentos y conozca a los 981 cuentistas que se han encargado de narrarlos. Sin embargo, no sólo de palabras viven los maratones. "Son 713 cuentos sin contar los silenciosos de los más de 200 voluntarios", indica Calvo. En otras oraciones han recurrido a la cifra por simple aproximación, pero esta vez "los hemos contado y salen bastantes más de 200". También quiere sumar a este grupo el trabajo de los técnicos, "porque hacen muchas horas de trabajo de más".

Ayer al medio día, la climatología ofrecía la cara ama amable que ha ocultado durante buena parte del fin de semana. Si durante la madrugada del sábado el frío incomodó a más de uno, tampoco hay que olvidar las apariciones estelares que ha protagonizado la lluvia durante estos días. "Han sido 981 cuentistas sin contar con los millones de gotas de agua que hemos tenido y los miles de granizo". Sí, hasta granizo ha tenido esta edición, pero ni siquiera él ha conseguido frenar el ritmo de un festival que año tras año se muestra imparable, tanto encima del escenario como a sus pies. Ayer, uno de los cuentistas disculpaba su ausencia en la edición anterior. "Te quedas todo el año como si te faltara algo", decía justo antes de dar a todo el público recuerdos de parte de sus hijos, que en otras ocasiones le han acompañado, pero que "ya tienen sus propios planes". Es lo que tienen los 19 años, hay nuevos amigos que llegan y otros que faltan, por el motivo que sea. Sin embargo, eso no es problema para el Maratón, que una edición más ha demostrado tener una salud de hierro que ni siquiera una buena granizada es capaz de poner en entre dicho.