Un tremendo aguacero obliga a la Cofradía de la Pasión del Señor a quedarse en capilla
22/04/2011 - 00:42
Foto: Lydia López
La lluvía ha estado cayendo con fuerza durante toda la noche y la madrugada
La Crofradía de la Pasión del Señor de la capital no pudo salir en procesión por culpa de la lluvia, que ya obligó a modificar el recorrido del Nazareno horas antes por su persistencia hasta que el aguacero fue tan intenso que llegadas las 23.00 horas hizo replantearse la salida de la cofradía de la Pasión, que llevaba desde primerahora de la tarde en su capilla dando los últimos retoques a los pasos y ensayando las marchas procesionales. Decidieron esperar una hora para ver los designios de la climatología pero la lluvia seguía cayendo con mucha fuerza y no tenía intenciones de parar por lo que, poco a poco, la gente que se había desplazado a los aledaños de la iglesia de Santiago y el convento de la Piedadprovistos ya de paraguas y chubasqueros comenzó a marcharse. Otros, decidieron cobijarse en el templo, junto con unos cofrades desolados. Con los hábitos mojados, los capirotes caídos y ojos tristes, se asomaban a la puerta para ver, sin suerte, si la lluvia había amainado. Pero nada. Ante esta situación, la junta directiva decidió que había llegado el momento de suspender la procesión. Congregaron a todos los penitentes y cofrades que iban a desfilar y se unieron en unos emotivos rezos. A cara descuebierta y mirando fijamente a su imagen titular, Nuestro Padre Jesús de la Pasión. Allí estaba la imagen, en su trono recubierto de flores y vistiendo sus mejores galas, preparada para salir. Los cargadores no perdieorn la oportunidad de rodearle, como si pronto fueran a procesionar pero allí se quedó. Algunos cofrades se acercaron para besarle y, desolados, abandonaban el templo con la esperanza de que hoy viernes, el tiempo fuera más benévolo y les dejara salir durante la procesión del Silencio y el Santo Entierro. Los más emocionados eran los que iban a salir con la Cofradía de la Pasión del Señor por primera vez, sobre todo niños y jóvenes que estrenaban hábito y comenzaban a vivir la Semana Santa de forma diferente pero el tiempo se lo impidió y la lluvia, que tantas veces ha sido tan querida y demanda, ayer se convirtió en el peor enemigo.