Una avería deja sin agua a 10 pueblos de Guadalajara

02/01/2015 - 16:40 D.Pizarro

Diez localidades de la provincia –Fuentenovilla, Albares, Pozo de Almoguera, Loranca de Tajuña, Yebra, Escariche, Mondéjar, Driebes, Mazuecos y Almoguera– están sufriendo problemas en el suministro del agua a causa de una avería que se originó en el tramo cercano a Loranca de Tajuña. La presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, señaló este viernes que han puesto a disposición de los afectados tres camiones cisternas. Además, está en contacto con la empresa responsable “para que nos informe cómo se encuentra la situación y cuánto tiempo necesitará para resolver el problema”.
    Una de las localidades más afectadas es Mondéjar. Su alcalde, José Luis Vega, cuenta que el sábado 27 de diciembre se produjo una fuga en dicho tramo “y el 30 por la madrugada reventó, por lo que desde las 7.00 horas del 31 de diciembre estamos sin agua”. Pese a ello, el Ayuntamiento echó mano de un manantial propio, aunque solamente está suministrando a parte del municipio. El regidor muestra su “enfado” por este suceso, así como porque no se comenzasen los trabajos de reparación antes. “Somos un pueblo con mucha industria y no sabemos cuándo podremos recuperar la normalidad”.
    De cualquier forma, Guarinos asegura que “estaremos llevando agua con las cisternas todo el tiempo que sea necesario”. La Diputación también está coordinada con el servicio de emergencias 112 “y ahora mismo hay tres diputados provinciales trabajando sobre el terreno”.
   
Mancomunidad Aguas del Tajuña
El presidente de la Mancomunidad de Aguas Río Tajuña, César Urrea, ha mostrado “su agradecimiento a las administraciones públicas, Diputación de Guadalajara y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de Aguas de Castilla-La Mancha, por su implicación, de manera coordinada, para solucionar la avería de agua que afecta a la red de algunos de los pueblos mancomunados”. Según el presidente de la mancomunidad, “se trata de un problema bastante grave puesto que han sido dos averías continuas y a ello hay que sumar las dificultades para reparar el tramo afectado”. “Otro inconveniente importante ha sido la gran profundidad a la que se encuentra la tubería, seis metros bajo tierra, y por otro lado que se trata de una tubería de casi un metro de diámetro que hace más compleja la reparación”, ha añadido.
También hay que tener en cuenta el tiempo "que se tarda tanto en vaciar la tubería por completo para su reparación, como el posterior llenado para el suministro”, ha puntualizado.