Una isleta cercana a Cuatro Caminos estrena nuevo acerado y vegetación

31/01/2011 - 13:11 Redacción

 
Siguiendo la línea de recuperación de restos urbanos, el Ayuntamiento de Guadalajara ha encargado a la empresa concesionaria del mantemiento de parques y jardines de la ciudad, la UTE Sufi Rayet, una actuación de recuperación de una isleta próxima al nudo de Cuatro Caminos, en la que se ha arreglado íntegramente su acerado, y se han emprendido labores de jardinería que se extienden además a otras cercanas. Estos trabajos permitirán de un lado aumentar la seguridad de los peatones, al mismo tiempo que mejorar su imagen.
Después de tres meses de trabajo, una de las isletas próximas a la glorieta de Cuatro Caminos comienza a lucir nueva imagen con la incorporación y remodelación íntegra de su acerado, y con la acometida de labores de jardinería que aún hoy persisten en otras zonas con el desbroce de malas hierbas. Ésta es una de las últimas actuaciones acometidas a la par por la Concejalía de Obras y Medio Ambiente en restos urbanos de la ciudad. “Aunque era una parte que estaba en mitad de ningún lado, era muy transitada y creíamos que tenía que estar en un correcto estado”, explica Jaime Carnicero. La actuación, incluida dentro del programa de recuperación de restos urbanos de la ciudad, ha permitido no sólo integrar esta zona en el espacio urbano en el que se enclava, sino además aumentar la seguridad de todos aquellos que transitan por esta zona, incrementados en número en los últimos tiempos por aquellos usuarios del Hospital Universitario de Guadalajara que optan o se ven obligados a estacionar fuera del recinto sanitario, y aquellos otros que prefieren ir caminando al centro comercial u otros edificios aledaños, entre los que se cuentan dos centros educativos y el centro de exámenes. Los trabajos, acometidos por la empresa concesionaria del mantenimiento de parques y jardines, la UTE Sufi-Rayet, han contado con una inversión de 14.000 euros, un importe que se viene a sumar al más de un millón de euros que se ha gastado el Ayuntamiento de Guadalajara en recuperar algunos restos urbanos en la ciudad, entre los que destaca el paseo de la Alaminilla, un histórico enclave recuperado del olvido y su degradación por medio de unos trabajos que consistieron en la nivelación de los terrenos, la pavimentación de buena parte de su espacio, la rehabilitación de las pistas polideportivas, así como la recuperación de la vegetación. A éste se unen otros proyectos de rehabilitación, como aquel al que fue sometido el parque del Alto Rey, y que permitió revitalizar este viejo espacio, al igual que sucediera con el parque del Coquín, reciente albergador de una pista de skate. El adecentamiento de las zonas residuales del Plan de Ordenación Municipal también ha llevado a la zona aneja de la iglesia del Atance a lucir una nueva zona estancial –que vendrá a adquirir el nombre de San Diego de Alcalá y que en breve será inaugurado–, al mismo estilo que ya se hiciera en la glorieta de Bejanque, junto a su emblemática olma. Estas actuaciones, tal y como indica Carnicero, son las que apuestan por los “pequeños detalles”, haciendo que Guadalajara gane en belleza, al mismo tiempo que sus ciudadanos nuevos espacios para ser disfrutados.