Una mujer muere apuñalada, presuntamente, a manos de su marido en Jijona

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: COLPISA
Una mujer de 42 años residente en la localidad alicantina de Jijona pasó este sábado a engrosar la negra estadística de víctimas mortales de la violencia de género. La mujer falleció a primeras horas de la mañana en su domicilio, apuñalada al parecer por su compañero sentimental, de 50 años de edad. Sobre el presunto homicida había una orden de alejamiento.
Una mujer de 42 años residente en la localidad alicantina de Jijona pasó este sábado a engrosar la negra estadística de víctimas mortales de la violencia de género. La mujer falleció a primeras horas de la mañana en su domicilio, apuñalada al parecer por su compañero sentimental, de 50 años de edad, que fue detenido y permanece custodiado por la Guardia Civil antes de pasar a disposición judicial. La pareja, ambos españoles, convivía en una vivienda de la calle del Pilar aunque sobre el hombre y presunto homicida pesaba una orden de alejamiento de la víctima.
Ésta presentaba dos navajazos en el tórax, cerca del corazón. Los servicios de emergencia llegaron a la casa poco después de las ocho de la mañana y sólo pudieron certificar su muerte. El alcalde de Jijona, Ferrán Verdú, relató luego que, según el testimonio de los vecinos, el hombre había estado en la cárcel varios meses y al salir, en enero, ella había aceptado reanudar la convivencia a pesar de la orden de alejamiento vigente y de que él la había pegado en repetidas ocasiones. La relación entre ambos era “conflictiva” y marcada por el alcohol. El presunto asesino mostraba signos de embriaguez al ser detenido tras la muerte de la mujer. El juez encargado del caso ha decretado secreto el sumario.

Cumplir el alejamiento

El ayuntamiento convocará un pleno extraordinario de repulsa por esta nueva muerte por violencia de género, que hace el número 22 en lo que va de año, según el cómputo de la Red Feminista contra la violencia machista. La delegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, considero “terrible” que el incumplimiento de la orden de alejamiento haya acabado en tragedia. Es necesario –dijo- “cumplir” los mandatos judiciales porque suponen un paraguas de protección eficaz, aunque no infalible, para proteger a las mujeres sometidas a maltrato y luchar contra esta “lacra social”.