Una pintura de la parroquia de Cogolludo se exhibe en Madrid
12/06/2011 - 11:23
Los preparativos para la crucifixión viajará a Nápoles después del verano
Una pintura sobre lienzo perteneciente a la parroquia de Cogolludo conocida como Los preparativos para la crucifixión, obra de José de Ribera El Españoleto, forma parte de la magnífica exposición El joven Ribera que se muestra en el Museo del Prado de Madrid desde el 5 de abril hasta el 25 de agosto y tendrá una continuación en el Museo de Capodimonte de Nápoles a partir de mediados del mes de septiembre. A través de unas treinta obras la exposición reconstruye los primeros años de trabajo del gran artista: primero en Roma y, a partir de 1616, en Nápoles. José de Ribera es uno de los grandes pintores españoles el Siglo de Oro, figura destacada del Arte Universal. Ejerció gran influencia sobre todo a partir de su estancia en Nápoles, sede de un virreinato contralado por la monarquía española. Nació en Játiva (Valencia) en 1591 y murió en Nápoles en 1652.
El lienzo de Ribera fue regalado por el Duque de Alba al Duque de Alcalá en 1626. En 1637 heredó el cuadro su hija Ana María Luisa que fue mujer del VII Duque de Medinaceli y Marqués de Cogolludo. Los Duques de Medinaceli donaron la pintura a la Parroquia de Cogolludo, según se dice, a cambio del capón que cada año se debía entregar como obsequio de Navidad. De ahí el título con el que popularmente se le idéntifica: El capón de palacio.
El lienzo Los preparativos para la crucifixión muestra el momento previo a la crucifixión del Señor con una gran carga emotiva al presentarlo en un fondo oscuro del que parecen emerger las figuras. Une dos acciones: por un lado, el despojo de las vestiduras de Cristo; y por otro, el momento en que los sayones manipulan la cruz del Señor que se encuentra sobre la misma.
La figura del Salvador está bañada por una potente ascua luminosa que crea acentuados contrastes de luz y sombra, contribuyendo a una mayor tensión espiritual. La gran virtud de Ribera consiste en la armonización sin violencia de la claridad con la oscuridad.
El lienzo de Ribera fue regalado por el Duque de Alba al Duque de Alcalá en 1626. En 1637 heredó el cuadro su hija Ana María Luisa que fue mujer del VII Duque de Medinaceli y Marqués de Cogolludo. Los Duques de Medinaceli donaron la pintura a la Parroquia de Cogolludo, según se dice, a cambio del capón que cada año se debía entregar como obsequio de Navidad. De ahí el título con el que popularmente se le idéntifica: El capón de palacio.
El lienzo Los preparativos para la crucifixión muestra el momento previo a la crucifixión del Señor con una gran carga emotiva al presentarlo en un fondo oscuro del que parecen emerger las figuras. Une dos acciones: por un lado, el despojo de las vestiduras de Cristo; y por otro, el momento en que los sayones manipulan la cruz del Señor que se encuentra sobre la misma.
La figura del Salvador está bañada por una potente ascua luminosa que crea acentuados contrastes de luz y sombra, contribuyendo a una mayor tensión espiritual. La gran virtud de Ribera consiste en la armonización sin violencia de la claridad con la oscuridad.