Una veintena de multados ‘estrenarán’ los trabajos en beneficio de la comunidad

Será el fin de semana del 15 y 16 de mayo cuando el primer grupo de sancionados, formado por 20 personas, estrene este tipo trabajos. En su caso, realizarán labores en el seno de Protección Civil y el Patronato municipal de Deportes, cada uno tantas horas como establezca el precio de la sanción que le fue impuesta –como también detalló el alcalde, cada hora de trabajo equivaldrá a 15 euros de la multa interpuesta–. Las jornadas de trabajo serán de, mínimo, cuatro horas seguidas, de manera que sean “productivas”, como señaló Román, y se desarrollarán por las tardes y durante los fines de semana para ajustarse a la disponibilidad de los propios sancionados –trabajo, estudios, etcétera–. Todos los participantes deberán superar un reconocimiento médico previo y contarán con un seguro de responsabilidad civil. Por otra parte, no mantendrán ningún tipo de relación laboral con el Ayuntamiento –trabajarán como meros colaboradores o voluntarios–, por lo que no percibirán ningún tipo de retribución. Además, “se intentarᔠque las actividades o trabajos a realizar tengan relación con la infracción cometida, aunque no siempre será posible por cuestiones de disponibilidad de horarios. Todos los participantes en los trabajos en beneficio a la comunidad, mientras se encuentren realizando estas tareas, irán identificados con una vestimenta de trabajo concreta, marcada con las siglas TBC (Trabajos en Beneficio a la Comunidad).
Román espera que esta iniciativa “surta efectos positivos” y que “en el futuro sean menos los trabajos que se realicen porque haya menos infracciones”. El objetivo es “abrir caminos a una mejor convivencia”, un lema también presente en los trípticos informativos que el Ayuntamiento de Guadalajara ha editado para informar a los ciudadanos del funcionamiento y la puesta en marcha de esta iniciativa.

Funcionamiento
Para acogerse a la opción de realizar trabajos en beneficio a la comunidad es necesario solicitarlo en el plazo de 15 días tras recibir la multa interpuesta –en el caso de los menores, es necesaria la autorización de los padres–. Posteriormente, la coordinadora del programa –la directora de la Escuela Taller– realizará la correspondiente entrevista para conocer el perfil, la disponibilidad, la actitud y la aptitud del individuo con el objetivo de establecer los trabajos que más se ajusten a su caso –en diversas áreas como Deportes, Medio Ambiente, Juventud, ONG o Formación y Empleo–.
Se pueden acoger a esta opción las personas multadas mayores de 16 años –los jóvenes de entre 16 y 18 años, no reincidentes, también pueden sustituir sus multas con los cursos de formación que se desarrollan en el Centro Joven–. Los mayores de 18 años reincidentes no podrán hacer trabajos en beneficio a la comunidad y deberán pagar sus multas económicas.
Las infracciones más comunes de la Ordenanza de Convivencia son la práctica del botellón, el vandalismo y ensuciar la vía pública.