Unidad institucional y de la sociedad civil en la celebración del Día de la Constitución
06/12/2015 - 13:07
Un acto organizado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Guadalajara y el Ayuntamiento capitalino para celebrar el Día de la Constitución.
En el Salón de Plenos de la Diputación Provincial, la casa de los guadalajareños de la Sierra Norte, de los molineses, los alcarreños, campiñeros y capitalinos, reinaba el consenso a cerca de un texto que es la base de la convivencia de España. Y por eso, fueron los propios ciudadanos los que tomaron la palabra, niños, jóvenes, deportistas, mayores, familias y políticos estuvieron representados en el atril presidencial recordando algunos de los artículos que se aprobaron aquel 6 de diciembre de 1978. Primero fueron los mayores, por protocolo, representados por la Federación de Asociación de Jubilados y Pensionistas de Guadalajara; después el colectivo de Mujeres, Familias, Consumidores y Usuarios, los grupos del Movimiento Scout, el Club Alcarreño de Salvamento y Socorrismo, la asociación Gentes de Guadalajara y, después, portavoces de los tres grupos políticos con representación en la Diputación provincial, todos hicieron un guiño a los problemas y situaciones comprometidas que vive la España de hoy. eligieron artículos que hablan de la unidad de España, de la soberanía popular, de la dignidad del ser humano, de la territorialidad autonómica, ...
La música interpretada por el trío del profesor Antonio Carmoa de la Escuela Provincial de Folckore amenizó las intervenciones, que tuvieron su manifestción más emotiva con la lectura del poema Geografía es amor, de José García Nieto en la voz del gran José Antonio Suarez de Puga.
En el Salón de Plenos de la Diputación Provincial, la casa de los guadalajareños de la Sierra Norte, de los molineses, los alcarreños, campiñeros y capitalinos, reinaba el consenso a cerca de un texto que es la base de la convivencia de España. Y por eso, fueron los propios ciudadanos los que tomaron la palabra, niños, jóvenes, deportistas, mayores, familias y políticos estuvieron representados en el atril presidencial recordando algunos de los artículos que se aprobaron aquel 6 de diciembre de 1978. Primero fueron los mayores, por protocolo, representados por la Federación de Asociación de Jubilados y Pensionistas de Guadalajara; después el colectivo de Mujeres, Familias, Consumidores y Usuarios, los grupos del Movimiento Scout, el Club Alcarreño de Salvamento y Socorrismo, la asociación Gentes de Guadalajara y, después, portavoces de los tres grupos políticos con representación en la Diputación provincial, todos hicieron un guiño a los problemas y situaciones comprometidas que vive la España de hoy. eligieron artículos que hablan de la unidad de España, de la soberanía popular, de la dignidad del ser humano, de la territorialidad autonómica, ...
La música interpretada por el trío del profesor Antonio Carmoa de la Escuela Provincial de Folckore amenizó las intervenciones, que tuvieron su manifestción más emotiva con la lectura del poema Geografía es amor, de José García Nieto en la voz del gran José Antonio Suarez de Puga.
El máximo responsable de la Institución Provincial apeló en su discurso a los valores fundamentales y principios básicos democráticos que prevalecen desde el 6 de diciembre de 1978 cuando se aprueba la Constitución que supuso la culminación de una etapa que dio paso a una serie de acontecimientos políticos e históricos que llevaron a transformar el anterior régimen franquista en un nuevo modelo de Estado: un Estado social y democrático de derecho, bajo la forma política de la Monarquía Parlamentaria.
. La unidad de los demócratas, de los que nos esforzamos por buscar lo que nos une, frente a quienes optan por desconfiar en el Estado de Derecho prescindiendo de la ley y buscando posturas rupturistas que en nada nos benefician. Porque hay que tener claro que cuando se prescinde de la ley, se renuncia a la democracia. Es necesario tener muy presente que alcanzar ese acuerdo y consenso en su día no fue fácil. Por ello, este aniversario como los que han precedido, tiene que servir también para reconocer el esfuerzo y sacrificio de muchos españoles que dejaron a un lado ideologías y pensaron solo en un objetivo común para que la Constitución fuese una realidad.
El presidente recordó, desde la primera Constitución de las Cortes de Cádiz de 1812, otros textos antes de la aprobación de la de 1978 bajo un gobierno liderado y presidido por Adolfo Suárez, a quien quiso rendir homenaje por ser el primer presidente del Gobierno de la democracia que dirigió este cambio en solo dos años y medio venciendo a las dificultades, entre ellas el terrorismo, así como a los siete diputados que hoy conocemos como los padres de la Constitución.
Y siguiendo con los fundamentos de Suárez definió a la Constitución como un punto de partida y no de llegada. Es el poso constructivo de que algo se hizo bien. Un poso en el que no encontramos el fragor de las batallas ni el rencor que siempre dejan las guerras. Del texto emana diálogo, paz, concordia y solidaridad después de 37 años y bajo el amparo de la Corona en la Monarquía Parlamentaria que la Constitución prescribe. Bajo estas normas España se ha abierto a Europa y el mundo, y hoy estamos presentes en la Unión Europea y en todos los foros internacionales, apuntó.
Es evidente que 37 años de vigencia es un periodo inusual en nuestra historia. No podemos obviar, que en estos 37 años han cambiado muchas cosas y tampoco podemos cerrar los ojos ante las necesidades del Estado español y de sus ciudadanos. Y está claro que la Constitución es reformable. Pero basta leer los artículos que establecen el procedimiento para darse cuenta de que la reforma supone un periodo constituyente que ha de basarse en el consenso y la voluntad de todos los españoles. Desde el respeto y el sentir de la mayoría, y con cabeza y responsabilidad sin olvidar por un momento ese espíritu de consenso que nos legaron, dijo José Manuel Latre.
Caminar hacia una igualdad real
Por otro lado, el presidente de la Diputación apeló a seguir caminando hacia una igualdad real y hacia el fin de las injustas discriminaciones surgidas con el paso de los años. Y aquí reparó en la importancia de las diputaciones, desde donde también trabajamos para garantizar una igualdad real de oportunidades que aproveche las particularidades de nuestra provincia para crecer y lograr un desarrollo auténtico de bienestar. Y animó a seguir construyendo esta base de estabilidad intentando superar las dificultades que se nos presentan, como hemos hecho con la severa crisis económica y social que ya estamos superando; pero que no dejaremos atrás mientras una sola persona quiera y no pueda trabajar.
Latre finalizó con el deseo de intentar transportar ese espíritu de consenso y unidad que ampara nuestra Constitución, a la actualidad ante asuntos importantes y trascendentes.
. La unidad de los demócratas, de los que nos esforzamos por buscar lo que nos une, frente a quienes optan por desconfiar en el Estado de Derecho prescindiendo de la ley y buscando posturas rupturistas que en nada nos benefician. Porque hay que tener claro que cuando se prescinde de la ley, se renuncia a la democracia. Es necesario tener muy presente que alcanzar ese acuerdo y consenso en su día no fue fácil. Por ello, este aniversario como los que han precedido, tiene que servir también para reconocer el esfuerzo y sacrificio de muchos españoles que dejaron a un lado ideologías y pensaron solo en un objetivo común para que la Constitución fuese una realidad.
El presidente recordó, desde la primera Constitución de las Cortes de Cádiz de 1812, otros textos antes de la aprobación de la de 1978 bajo un gobierno liderado y presidido por Adolfo Suárez, a quien quiso rendir homenaje por ser el primer presidente del Gobierno de la democracia que dirigió este cambio en solo dos años y medio venciendo a las dificultades, entre ellas el terrorismo, así como a los siete diputados que hoy conocemos como los padres de la Constitución.
Y siguiendo con los fundamentos de Suárez definió a la Constitución como un punto de partida y no de llegada. Es el poso constructivo de que algo se hizo bien. Un poso en el que no encontramos el fragor de las batallas ni el rencor que siempre dejan las guerras. Del texto emana diálogo, paz, concordia y solidaridad después de 37 años y bajo el amparo de la Corona en la Monarquía Parlamentaria que la Constitución prescribe. Bajo estas normas España se ha abierto a Europa y el mundo, y hoy estamos presentes en la Unión Europea y en todos los foros internacionales, apuntó.
Es evidente que 37 años de vigencia es un periodo inusual en nuestra historia. No podemos obviar, que en estos 37 años han cambiado muchas cosas y tampoco podemos cerrar los ojos ante las necesidades del Estado español y de sus ciudadanos. Y está claro que la Constitución es reformable. Pero basta leer los artículos que establecen el procedimiento para darse cuenta de que la reforma supone un periodo constituyente que ha de basarse en el consenso y la voluntad de todos los españoles. Desde el respeto y el sentir de la mayoría, y con cabeza y responsabilidad sin olvidar por un momento ese espíritu de consenso que nos legaron, dijo José Manuel Latre.
Caminar hacia una igualdad real
Por otro lado, el presidente de la Diputación apeló a seguir caminando hacia una igualdad real y hacia el fin de las injustas discriminaciones surgidas con el paso de los años. Y aquí reparó en la importancia de las diputaciones, desde donde también trabajamos para garantizar una igualdad real de oportunidades que aproveche las particularidades de nuestra provincia para crecer y lograr un desarrollo auténtico de bienestar. Y animó a seguir construyendo esta base de estabilidad intentando superar las dificultades que se nos presentan, como hemos hecho con la severa crisis económica y social que ya estamos superando; pero que no dejaremos atrás mientras una sola persona quiera y no pueda trabajar.
Latre finalizó con el deseo de intentar transportar ese espíritu de consenso y unidad que ampara nuestra Constitución, a la actualidad ante asuntos importantes y trascendentes.