Unos 5.000 peñistas dan la bienvenida a la Semana Grande
El duque del Infantado los vigilaba por segundo año consecutivo y los casi 5.000 peñistas que se congregaron en la plaza de los Caídos le hicieron caso y volvieron a portarse bien. El pregón de las peñas, pronunciado en esta ocasión por la veterana Caracol, y el posterior chupinazo lograron desatar el júbilo y la alegría de los jóvenes peñistas de la capital, que dieron así por iniciada la Semana Grande de Guadalajara.
La ausencia de incidentes durante su transcurso y la brevedad del pregón ofrecido por Iván Vacas, presidente de los caracoles, fueron lo más destacable del arranque de estas Ferias y Fiestas 2010.
Pasadas las 19.00 horas, los primeros peñistas fueron llegando, procedentes de sus distintas ubicaciones, a la plaza de los Caídos, donde se celebró el inicio del periodo festivo, dado que la plaza Mayor sigue sin poder utilizarse a causa de las obras de construcción del parking subterráneo. Según se acercaban las 20.00 horas, cada vez eran más los colores y los cánticos, hasta que lograron llenar la plaza. De forma puntual, a las ocho de la tarde, Vacas pronunció las palabras que todos esperaban. Tratando de hacerlo rápido, de modo que la fiesta empezara cuanto antes, el presidente de Caracol se dirigió a los peñistas y a todos los ciudadanos: alcarreños, alcarreñas, vivan las Ferias de Guadalajara, vivan las peñas de Guadalajara y, por supuesto, viva el Caracol. Tras sus palabras, el tradicional chupinazo y el posterior olor a pólvora fueron la señal de que las fiestas habían empezado.
Nada más terminar, y mientras las peñas se ordenaban para iniciar el desfile por las principales calles de la capital, incluida la calle Mayor, que abrió puntualmente y con férreas medidas de seguridad para que pasara la comparsa, el alcalde, Antonio Román, comentaba sus primeras impresiones, visiblemente contento. Acabamos de dar el último pistoletazo de salida, ha habido varios, tuvimos el pregón oficial, la Virgen de la Antigua, y hoy, el pregón de las peñas y éste sí es el pistoletazo de la Semana Grande, un pregón breve pero bueno, porque lo bueno y breve es dos veces bueno y creo que la peña Caracol lo que ha querido es lo que queremos todos, que la gente se divierta. Esperando que el buen tiempo que hizo ayer acompañe a toda la Semana Grande, Román dijo esperar que las fiestas sean un éxito y que todo el mundo se divierta, los de aquí y los que van a venir seguramente a Guadalajara a disfrutar de nuestra ciudad y de nuestras fiestas.
En cuanto a la ubicación del pregón y a la ausencia de incidentes, el alcalde se mostró satisfecho por el comportamiento ejemplar de los peñistas. Es de agradecer que se respete el patrimonio de Guadalajara, tuvimos temor el primer año y se implantaron medidas de seguridad porque no nos perdonaríamos que alguien, amparado en la masa, pudiera atentar contra el mejor patrimonio que tenemos en la ciudad de Guadalajara. En la misma línea se pronunció el concejal de Festejos, Jaime Carnicero, que manifestó su plena confianza en los jóvenes peñistas de la ciudad. Hay seguridad, hay vallas, pero, sobre todo, lo que hay es mucho respeto por el conjunto histórico artístico en el que estamos ahora mismo ubicados y que yo creo que los guadalajareños reconocemos como propio, y nadie quiere dañar lo propio. Carnicero, que ha dirigido las que serán las últimas Ferias y Fiestas del actual mandato, aseguró que no por ser el último pregón está cargado de menos ilusión, de menos ganas y de menos expectación para ver cómo transcurre toda la semana, una semana cargada de actividades, cargada de eventos, y que espero que todos los vecinos de Guadalajara y también las muchas personas que vengan a visitar Guadalajara puedan disfrutarlas con las ganas y con el interés que también les hemos puesto nosotros.
El concejal de Festejos también se refirió a la climatología, uno de los factores que más pueden condicionar unas Ferias. Ahora toca mirar al cielo, vienen dificultades, vienen cumbres borrascosas el jueves y el viernes bromeó Carnicero, pero compraremos una docena de huevos a las monjas clarisas para ver si nos respeta el tiempo y si nos respeta también los espectáculos y las actividades que a más gente puedan congregar.
Iniciado el desfile de peñas, que transitó por las calles Miguel Fluiters y Mayor, cruzó la plaza de Santo Domingo y siguió por la calle Virgen del Amparo hasta su cruce con la avenida de Castilla, donde cada peñista tomó su dirección, comenzó también la fiesta, que ayer se prolongó durante toda la madrugada, preludio del trasnocheo que le espera a la ciudad en esta Semana Grande.