Varios alumnos denuncian públicamente el supuesto cierre de una academia de oposiciones

08/10/2011 - 00:00 B.P.O

  

  Un grupo de alumnos de la Academia Euroformación ha hecho público su malestar ante la interrupción, según ellos, sin previo aviso ni justificación, de las clases preparatorias de oposiciones que tenían contratadas con este centro Tras días sin poder contactar, ni por teléfono ni presencialmente con sus responsables, este jueves tuvieron conocimiento de que los dueños iban a estar en la academia y se presentaron en la misma. Allí les señalaron que sólo estaban reestructurando Euroformación, pero la mayoría de los alumnos ya han presentado denuncias ante distintos organismos para pedir compensaciones.


  Alrededor de una treintena de alumnos de la Academia Euroformación se han visto afectados por la interrupción de las clases que tenían contratadas con esta empresa, situada en la calle Alvargómez de Ciudad Real. Después de más de una semana cerrada y sin que al otro lado de las líneas de teléfono respondiera nadie, los alumnos conocieron de manera extraoficial que los propietarios de la academia iban a personarse en la misma el jueves por la tarde. Buena parte de ellos acudieron hasta el lugar para pedir explicaciones después de un mes y medio sin clases en el caso de los alumnos que cursan las clases preparatorias de las oposiciones para auxiliar administrativo y de distintas irregularidades en el resto de clases al despedirse, supuestamente, a los antiguos profesores.

   “No sacamos nada en claro”, señalan los alumnos consultados por este diario después de ese cara a cara con los propietarios, y se preguntan si el dinero que han invertido por tener derecho a clase durante tres años –pagado en efectivo o a crédito con una entidad bancaria– les será devuelto. Cada grupo de alumnos ha vivido una suerte diferente –se preparan oposiciones para auxiliares administrativos, policías, bomberos, guardias civiles...–, pero todos ellos se han topado con la incertidumbre de desconocer si se trata de una interrupción momentánea de las clases o del cierre definitivo del centro.

   Este diario se ha puesto en contacto con varios afectados para clarificar la cuestión y también ha intentado hacer lo propio con la academia, sin que, en este último caso, los teléfonos respondieran. Según la versión de una alumna del curso de auxiliar administrativo, un compañero le informó del supuesto cierre de la academia hace sólo unos días. “Al tratar de retomar las clases después del verano me dice la secretaria que me pase por allí para reclamar. Fuimos a enterarnos y a poner una reclamación en Consumo, en la UCE y en la Comisaría”, argumenta.

   De hecho, en la denuncia presentada ante la Comisaría de Policía de Guadalajara, de la que este diario tiene una copia, figura que la denunciante “tuvo conocimiento del cierre de la academia a través de un compañero, personándose en la academia el día 21/09/2011 para realizar una reclamación”. En el encuentro de este jueves se les indicó que la interrupción de las clases se debía a la reestructuración de la plantilla, “y que en el caso de los auxiliares las clases empezarían el día 17 de octubre”.

  No obstante, la mayoría de los alumnos, después de encontrarse con el centro cerrado y las líneas telefónicas sin respuesta, desconfían de que la normalidad vuelva al centro y reclaman la parte proporcional del dinero que aportaron por el derecho a ir a clase durante tres años. En algunos casos estas cantidades se han pagado en efectivo y rondan los 2.200 euros; en otras, los alumnos recurrieron a tres años de mensualidades.

   Otra alumna explica que pagó cerca de 1.800 euros en efectivo por el derecho a clase hasta junio de 2012 y, aunque todavía no ha denunciado, sí se ha informado en los servicios de Consumo y en la UCE para averiguar cuáles son sus derechos. “Consumo nos dijo que presentarámos unos impresos para cuantías inferiores a 900 euros y que no era necesario ni abogado ni procurador, sino un arbitraje”. Los alumnos se quejan de que nadie de la academia, con la que tienen firmado un contrato para la prestación de las clases durante tres años, les ha dado ninguna explicación acerca de todas estas supuestas irregularidades.