Victorino Martín responde a la Fundación Franz Weber ante la polémica del I campamento taurino de verano

10/06/2022 - 09:18 Sergio Moreno

De nuevo sobre menores y tauromaquia: el intento de imposición ideológica de la Fundación Franz Weber ante el campamento de verano puesto en marcha por la Federación Taurina de Guadalajara.

El ganadero y Presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martín, responde en una carta ante la polémica generada por el I campamento de verano puesto en marcha por la Federación Taurina de Guadalajara que va enfocado a niños de entre 8 y 14 años. Una actividad que pretende acercar el mundo del toro a los aficioandos de más corta edad combinando actividades culturales y deportivas. El periódico Nueva Alcarria reproduce en exclusiva y de manera íntegra la carta del ganadero.

CARTA DE VICTORINO MARTÍN, PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN TORO DE LIDIA Y GANADERO.

Resulta que han venido unos señores de un poderoso lobby animalista suizo, la Fundación Franz Weber, para decirnos que los niños españoles no deben aprender de toros, que eso es “adoctrinamiento taurino”.

Todo a cuenta de un magnífico campamento de verano taurino que está organizando de manera ejemplar la Federación Taurina de Guadalajara, un referente de la sociedad civil, incesante en la organización de todo tipo de actividades dirigidas al fomento de la cultura taurina y compuesta por alcarreños que de manera desinteresada dedican su tiempo a la promoción de una cultura que aman y que han recibido delicadamente de sus mayores.

Ante esta iniciativa civil se enfrenta un lobby multimillonario con sede en Suiza que viene a decirles que no, que son unos salvajes sin criterio ni conocimiento alguno, que ellos desde Suiza saben mucho mejor lo que es bueno o malo para los niños de Guadalajara y que van a intentar utilizar su dinero para impedir que se pueda hacer una actividad cultural legal en España.

Este lobby suizo está poniendo el foco últimamente en tratar que los niños tengan el menor contacto posible con la tauromaquia, para intentar romper así la traslación de nuestra cultura de una generación a la siguiente. La tauromaquia es cultura popular y como tal se basa en la tradición, una palabra que etimológicamente significa “entregar”, una entrega de una cultura que debe pasar de padres a hijos para que se mantenga. Cortar esa entrega de una generación a otra es por tanto uno de los objetivos de grupos de presión animalista, como la Fundación Franz Weber.

La Fundación Franz Weber suele hacer referencia en su argumentación a una supuesta recomendación de la ONU sobre los menores y tauromaquia, algo que no existe, la ONU nunca ha recomendado nada en relación con el acceso de menores a espectáculos taurinos.

Es cierto que un grupo de personas que no representan a los países, sino que están a título individual, que conforman un comité de evaluación de un tratado, hizo una peregrina recomendación de que los menores no asistieran a espectáculos taurinos. La recomendación en la que tan fervientemente se apoya esta fundación suiza es ciertamente sorprendente, ya que los particulares que la emitieron provenían de países con un conocimiento tan profundo de nuestras tradiciones como Togo, Zambia, Egipto o Samoa. Y además esa recomendación no estuvo basada en absolutamente ningún documento, informe o estudio que avalara la afirmación de que la participación de los menores en espectáculos de tauromaquia tuviera efectos nocivos, como puede comprobar cualquiera que entre en la web en la que se recogen todos los documentos soporte de sus resoluciones. Traduciéndolo a román paladino, fue una afirmación absolutamente ideológica y acientífica.

En todo caso, es importante señalar que los pocos estudios que se han realizado sobre este asunto de los menores y la tauromaquia expresamente confirman (como no podía ser de otra forma) que no existe ningún efecto negativo para los menores por el hecho de asistir a espectáculos taurinos, como concluyó el único estudio científico realizado en España sobre el impacto de la asistencia de menores a espectáculos taurinos, encargado por la Comunidad de Madrid en 1999 a cuatro equipos independientes (incluyendo tres universidades españolas).

España es sin duda una sociedad sana, tolerante y escasamente violenta, como muestran todos los indicadores internacionales, una sociedad en la que la cultura de la tauromaquia ha estado presente desde la infancia, con efectos sin duda positivos. Porque los toros no solamente no son perjudiciales, sino que fomentan valores y principios esenciales para la vertebración de nuestra sociedad.

Veamos como ejemplo lo que ocurre con la afición taurina, no crea altercados, no hay problemas de ningún tipo para el que asiste a los eventos taurinos, no existe la violencia, tanto en las plazas como en sus alrededores solo hay un deseo de disfrutar de una cultura milenaria y de celebración en comunidad. No queremos compararnos con nadie, pero nos cuesta no llamar la atención sobre los incidentes violentos, a veces gravísimos que se producen por desgracia en otros espectáculos muy populares.

En definitiva, claro que hacemos apología de la tauromaquia dirigida a menores, faltaría más. Y lo hacemos con la convicción de que introducir a los menores en la cultura taurina es la mejor receta para seguir teniendo un país socialmente tolerante y pacífico.

Lo que sí que es importante es que como sociedad seamos capaces de parar intentos de censura, de imposición ideológica, como los que pretende la Fundación Franz Weber. Nos va mucho en ello como sociedad libre que somos y que pretendemos seguir siendo. No podemos consentir que un lobby, por muy poderoso que sea, venga a cercenar nuestra libertad y a imponernos qué es cultura y que no es cultura, qué se puede hacer y qué no se puede hacer, hasta ahí podíamos llegar.

Y enhorabuena a la Federación Taurina de Guadalajara por su labor, la animamos a que continúe el trabajo de traslación de la cultura taurina con los más pequeños, haciendo así de este un país mejor y más libre.

 

Victorino Martín

Presidente de la Fundación Toro de Lidia

Ganadero