Viggo Mortensen: “Me gustaría probar la comedia”

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Recién llegado de Argentina, donde se crió y aprendió castellano, el actor estrena este viernes, en 190 pantallas, este western clásico basado en la novela homónima de Robert B.Parker que ha dirigido Ed Harris, con el que hace un viaje al salvaje Oeste. “Me gustaría probar la comedia. Los que me conocen saben que soy un payaso y, aunque siempre busco cosas nuevas, cuando te ven de una forma, es complicado romper la imagen que tienes”. Este es el mensaje que lanzó Viggo Mortensen en la intensa jornada de trabajo que protagonizó este jueves en nuestro país por Appaloosa, su debut en el western.
“El cine nació con el western, un género que nunca morirá porque te lleva a un tiempo de cambios, de cierre de fronteras, de hombres que se comportan de manera brutal y salvaje aunque están al lado de la ley. Si hay suerte, al menos habrá un buen western cada año”, aseguró el rubio intérprete.
Fotos de la época, las películas de John Ford, Sam Peckinpan y Anthony Mann fueron las fuentes del que fue Aragon en la célebre trilogía de El señor de los anillos para meterse en la piel de un tipo duro, leal y lacónico. Mortensen confesó que, “como todos”, también jugo a indios y vaqueros y, de pequeño, vio muchos westerns, pero su gusto por el género no fue lo que hizo que aceptara la propuesta de Harris, director, coguionista, coproductor y coprotagonista de esta historia en la que también intervienen Jeremy Irons, Renée Zellweger y Ariadna Gil. Hábil jinete, la estrella de Alatriste tampoco hizo Appaloosa porque tenía que montar a caballo, ni siquiera porque su responsable fuera un hombre al que admira como actor y director y del que destaca su sentido del humor, tranquilidad “y lo cuidadoso que es con todos y con todo. Lo que siempre me guía es contar un buen cuento, y éste lo era. Me gustó mucho el sentido del humor de nuestros personajes –el suyo y el de Harris-, tenemos situaciones muy graciosas, y esto es algo que no tengo mucha oportunidad de demostrar. Pero no me quejo porque en los últimos años me han ofrecido unos cuentos buenísimos”, reconoció.
Obesionado por el trabajo, Mortensen, que repite ritual en su encuentro con los periodistas -a los que recibe en calcetines, bebiendo mate y encadenando un cigarrillo tras otro, y a los que despide con una pegatina de su equipo del alma, el San Lorenzo de Almagro, del que también lleva un pin en su elegante traje gris-, lleva un tiempo siendo cabeza de cartel, situación en la que le puso El señor de los anillos. Así, declaró que hace unos días, en Rosario, viendo un partido del San Lorenzo, unos hinchas del equipo contrario “me dijeron palabras muy feas y me repitieron la frase de ‘ponte el anillo y desaparece’”, repitió divertido el actor, que tiene previsto aparecer en la que sería la segunda entrega de El Hobbit.

Teatro en castellano
Mitad danés, mitad norteamericano, Mortensen, que el mes pasado cumplió 50 años, ha cogido gusto a España, donde ha trabajado en ‘La pistola de mi hermano’ y ‘Alatriste’, dirigidas por sus buenos amigos Ray Loriga y Agustín Díaz Yanes. Con ganas de repetir con los dos “porque hay pocos directores buenos, y no lo digo en el sentido profesional, artístico, sino que que sean buena gente”, el actor tiene ganas de volver a trabajar en castellano “aquí o en Argentina, en cine y también en teatro”, manifestó.

Sin descartar el paso a la dirección “cuanto esté preparando”, este profesional que, además de actuar, es músico, pintor, poeta y fotógrafo “'porque soy muy inquieto y me expreso a través del arte”, es muy amigo de sus amigos, tanto que nada más aterrizar fue al cine para ver Sólo quiero caminar, la nueva película de Díaz Yanes en la que está Ariadna Gil, con la que coincidió en Alatriste y a la Ed Harris fichó por la química que tenían los dos intérpretes en una fotografía. “Estas buenísima –en sentido literal- y haces un buen trabajo”, dijo Mortensen a Gil.
Good, drama ambientado en la Alemania nazi; y The Road, basado en la novela de Cormac McCarthy, son los últimos filmes de Mortensen, que está contento con el triunfo de Obama, pero no oculta sus reservas.