Vigilancia aduanera localiza en Guadalajara la nave donde se realizaba la fase de la producción ilegal de cigarrillos

18/06/2013 - 13:39 Redacción

  Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria culminaron ayer, lunes, la segunda fase de la operación ‘Jaula’ que, el pasado 7 de junio llevó, por primera vez en España, a la detección de una instalación clandestina de fabricación de cigarrillos. Diez días después, la Agencia Tributaria ha logrado desmantelar en Guadalajara la instalación principal de esta fábrica ilegal, tras localizar una nave donde la organización desarrollaba la fase de fabricación y empaquetado del tabaco falso. La maquinaria de esta segunda instalación tenía capacidad para producir 144.000 cigarrillos cada hora.
 
 
  La producción de cigarrillos implica dos procesos productivos. El primero de ellos, que se desarrollaba en la nave de Coslada, se denomina “proceso primario”, al que sigue un segundo proceso denominado “fabricación secundaria”. Dentro del “proceso primario” se prepara la hoja de tabaco (acondicionamiento, preparación de la mezcla, cortado y secado) y en el proceso secundario se fabrica y empaqueta el cigarrillo. La fábrica secreta de Guadalajara.
 
   En la primera fase de la operación ‘Jaula’ se aprehendieron 16,5 toneladas de picadura de tabaco y la maquinaria necesaria para la realización del “proceso primario” de fabricación de cigarrillos, además de resultar detenidas seis personas, de las cuales cuatro continúan en prisión. Las investigaciones posteriores llevaron a los funcionarios de Vigilancia Aduanera hasta otra nave situada en el polígono ‘El Balconcillo’, en Guadalajara, a la que se accedía a través de un ingenioso mecanismo secreto que ocultaba, tras unas supuestas taquillas para enseres personales de empleados, las instalaciones donde se realizaba el proceso final de fabricación de cigarrillos.
 
   La fábrica ilegal estaba totalmente revestida de material aislante para que el sonido de las máquinas no fuera captado desde el exterior. En el momento de la intervención, la instalación clandestina de Guadalajara se hallaba en pleno proceso de fabricación (parte de la picadura y los cigarrillos en diversos estados de producción se encontraban en el interior de las máquinas), debido a que la intervención de Vigilancia Aduanera del pasado 7 de junio interrumpió la actividad de la organización.
 
  Una primera estimación provisional de la capacidad productiva de esta instalación se calcula en unos 144.000 cigarrillos (7.200 cajetillas) a la hora y, por los embalajes y materiales intervenidos, se estima que la fábrica tenía prevista, en el proceso iniciado e interrumpido, una producción cercana a los 2 millones de cajetillas.
 
Material aprehendido
 
 Durante el registro se intervino maquinaria, utensilios, embalajes, picadura y cigarrillos en diversas fases de producción, y también cigarrillos terminados y empaquetados, además de etiquetas y carteles de turrones para camuflar las cajas de cigarrillos ya producidos. La maquinaria intervenida constituye una cadena de fabricación formada por cuatro máquinas industriales que aúnan todo el proceso secundario, desde la introducción en una tolva de la picadura del tabaco procedente del proceso primario, hasta su envasado en cajas de 50 cartones cada una (500 cajetillas), todas ellas de la marca ‘Marlboro’, por lo que al inicial presunto delito de contrabando imputado a la organización, se añade ahora un presunto delito contra la propiedad industrial.
 
  Además de la maquinaria principal, se han intervenido los siguientes géneros:
 
 - Picadura de tabaco: 3.600 kilos.
- Envases falsificados: Cajetillas de ‘Marlboro’ (1.841.180 unidades), cartones de ‘Marlboro’ (68.700 unidades), cajas para empaquetar los cartones (900 cajas
–cada caja sirve para empaquetar 50 cartones–).
- Una cantidad pequeña de cigarrillos y cajetillas ya elaborados falsificando la marca ‘Marlboro’. - Filtros de cigarrillos: 28,5 millones, aproximadamente.
- Cola: 625 kilos.
- Papel para envoltorio de cajetillas, cartones, filtros, etc.: 4.960 kilos.
 
   En el desarrollo de la operación ‘Jaula’, los investigadores han contado con la importante colaboración de la industria tabaquera, y muy especialmente con la del fabricante legal de la marca falsificada por la organización criminal. Las investigaciones continúan abiertas.