Xinglar vuelve a hacer de las jotas un éxito de Ferias
01/10/2010 - 09:45
Ferias y Fiestas
Hasta donde la memoria alcanza, Guadalajara siempre ha acogido el Festival de Jotas como un evento que pone de manifiesto el cariño que los alcarreños sienten por el folclore aragonés. Este año el turno le ha correspondido al grupo Xinglar, una agrupación aficionada al canto y el baile más autóctono que se encarga de defender y promocionar este arte por todo el país.
El grupo de jotas Xinglar ha visitado Guadalajara durante seis años, casi tantos como los que lleva participando en este festiva Blasón Aragonés, otro colectivo que lleva 30 años enseñando y divulgando la danza tradicional por toda España.
Durante algo más de una hora, 31 de sus componentes se encargaron de interpretar un espectáculo que recorrió el folclore más tradiconal y los estilos más puros, según definió su propio coordinador, Carlos Vicen. Para llevarlo a cabo, el grupo trajo siete parejas de danzantes, acompañados por 12 cantadores y cinco músicos. Los danzantes se cambiaron en varias ocasiones de vestuario para interpretar los distintos bailes con los trajes típicos.
Con voz potente y brazos en jarra, cada uno de los solistas interpretó varios estilos que no dejaron indiferentes al público del Auditorio, lleno hasta más de la mitad de su aforo.
Piezas tan conocidas como Si estoy lejos de mi tierra fueron tarareadas por el público presente que, un año más, no falló a su cita con el folclore aragonés. La implicación y la interacción entre Xinglar y público fue tal que varias personas acabaron saltando al escenario a bailar piezas de las más populares, demostrando unas buenas dotes físicas y poca timidez.
Por su parte, los bailarines se dedicaron a interpretar los estilos aragonés, zaragozano o del pirineo, con las típicas vestimentas.
PÚBLICO VARIADO. El homenaje a las provincias aragonesas y al río Ebro, como portador de un líquido cada vez más escaso fueron aplaudidos por espectadores de todas las edades, aunque mayoritariamente mayores.
Durante algo más de una hora, 31 de sus componentes se encargaron de interpretar un espectáculo que recorrió el folclore más tradiconal y los estilos más puros, según definió su propio coordinador, Carlos Vicen. Para llevarlo a cabo, el grupo trajo siete parejas de danzantes, acompañados por 12 cantadores y cinco músicos. Los danzantes se cambiaron en varias ocasiones de vestuario para interpretar los distintos bailes con los trajes típicos.
Con voz potente y brazos en jarra, cada uno de los solistas interpretó varios estilos que no dejaron indiferentes al público del Auditorio, lleno hasta más de la mitad de su aforo.
Piezas tan conocidas como Si estoy lejos de mi tierra fueron tarareadas por el público presente que, un año más, no falló a su cita con el folclore aragonés. La implicación y la interacción entre Xinglar y público fue tal que varias personas acabaron saltando al escenario a bailar piezas de las más populares, demostrando unas buenas dotes físicas y poca timidez.
Por su parte, los bailarines se dedicaron a interpretar los estilos aragonés, zaragozano o del pirineo, con las típicas vestimentas.
PÚBLICO VARIADO. El homenaje a las provincias aragonesas y al río Ebro, como portador de un líquido cada vez más escaso fueron aplaudidos por espectadores de todas las edades, aunque mayoritariamente mayores.