y a Aznar le montaron una huelga general

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
LUIS CADELO RODERO Vicesecretario regional de organización NNGG C-LM
Vamos a tirar de memoria histórica, si, vamos a recordar hechos pasados en nuestra historia, que a alguno ya se le ha olvidado, y no está bien olvidarse de las cosas, que luego pasa lo que pasa.
Vamos a viajar al año 2002, hace exactamente 7 años. Por aquel entonces, en 12 estados de la Unión Europea se ponían en circulación los billetes y monedas de euro; en Londres, la Reina Isabel II celebraba el 50.º aniversario de su llegada al trono; en Salt Lake City , Estados Unidos se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno y el Real Madrid ganaba la Copa Intercontinental de fútbol. Todo esto y más acontecía en el año 2002, año en el cual España estaba gobernada por el Partido Popular. Por entonces los sindicatos, apelando a la defensa de los derechos de los trabajadores, ejercían su legítimo derecho a la huelga, convocando una huelga general contra la reforma que el ejecutivo central, del Partido Popular insisto, realizó del sistema de protección por desempleo. Hacían su trabajo, sí, por supuesto, el que ahora echamos de menos, ya que con una tasa de desempleo próxima al 20 por ciento y siendo el país que más parados aporta a la Unión Europea, los sindicatos no se proponen manifestarse contra el gobierno, sino tan solo contra los empresarios. Y ello, pese a que en España ya rozamos los 4 millones de parados y el desempleo, según las previsiones de la propia Unión Europea, llegará en el año 2010 al 20,5%. Es decir, ahora no proceden las huelgas, aunque esté en riesgo el derecho social más importante de los españoles: el derecho al trabajo.
Por el año 2002, la legítima apuesta por parte de los sindicatos se produjo en el marco de una coyuntura social y económica de crecimiento diferente a la que dio lugar tanto a la movilización del 14 de diciembre de 1988 contra el recorte de prestaciones del INEM, como a la movilización del 28 de mayo de 1992. En ese momento, casi 10 años después cambiábamos hasta de protagonistas: Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez daban el testigo a Cándido Méndez y José María Fidalgo
Por otro lado ZP, por aquel entonces Secretario Federal del PSOE y en las filas de la oposición, también al gobierno, instaba a los españoles a dar una “lección” al por aquel entonces gobierno del PP, por su mala política en materia laboral (si es que tiene traca la situación, por no decir otra cosa). Zapatero dando lecciones morales de cómo llevar a un país a su máximo esplendor laboral, el mismo que nos está llevando a la peor crisis económica que hemos padecido nunca. Vamos que, como este hombre “no es una bendición”, sino más bien un “peligro” para nuestra economía, nuestros bolsillos y nuestros puestos de trabajo.
En definitiva, el 20 de junio de 2002, España se paralizó (según los sindicatos) en protesta a la que calificaban de mala política laboral del gobierno del Partido Popular, Gobierno que finalizó su mandato con la creación de 5 millones de puestos de trabajo y una tasa de desempleo del 11%, ¡Motivo de huelga general!.
Hoy, en noviembre de 2009 hemos conocido los nuevos datos de paro. El paro sube en 107.000 personas y alcanzamos ya los 4 millones 300 mil parados. ¡Ole! Esto sí es una buena lección aprendida por parte del señor Zapatero y del Sr. Barreda.
En Castilla-La Mancha los datos no podían ser menos alentadores. En nuestra Región el número de parados subió en 12.408 personas en el mes de octubre, un 7,44 % más respecto a septiembre, con lo que el número total de parados se sitúan en 179.229 personas.
En comparación con los datos registrados en el mismo mes del año pasado en la Comunidad Autónoma, el número de desempleados creció en 50.281 personas, lo que supone un 38,99% más.
A nuestro presidente regional, al Señor Barrera, no se le caen los anillos al mandar a 50 jóvenes diariamente al paro en nuestra región. Ante esto, ¿qué podemos hacer los jóvenes? ¿Resignarnos? Nuevas Generaciones desde luego no está dispuesto a ello.
Nuestro presidente “ha perdido el norte” en materia laboral, si es que lo ha tenido alguna vez. Esta carente de ideas, y ve impasible como nuestra región se viene abajo, se hunde. ¿Este es el amor que le tiene a nuestra tierra, Sr Barreda? ¿Esta es su manera de querer a Castilla-La Mancha? Pues si este es el amor que la profesa, no la quiera tanto, que hay amores que matan.
Pues sí señores, esta es la historia de nuestros gobiernos en materia laboral. Las políticas laborales de Zapatero y nuestro querido Barreda. Y yo, al igual que como mínimo, esos casi cuatro millones y medio de parados nos preguntamos; ¿Dónde están los defensores de los trabajadores… los sindicatos? ¿Dónde están las políticas laborales del Sr. Barreda? ¿Dónde está la huelga general? ¿Dónde están las movilizaciones por todas las personas paradas que no son capaces de llegar a fin de mes? Pues señores parados, mientras ustedes están en las colas del paro, intentando llegar a fin de mes, buscando trabajo de sol a sol, algunos dirigentes sindicales, esos mismos que luchan por sus intereses, están cenando a su salud en restaurantes de lujo de más de 300€ el cubierto, o mientras, otros escriben manifiestos de apoyo a esa política laboral gracias a la cual están ustedes en la calle.
Esta es la política laboral de nuestros gobiernos, nacional y regional. El mandar mensualmente a más de 164.000 personas al paro. Esta es la política laboral que apoyan los sindicatos, esos mismos que se alzan en aras del proletariado y de la justicia social. Si ustedes creen en la justicia social, señores sindicalistas deberían hacer algo más que manifestarse contra los empresarios, entre los que se encuentran muchos trabajadores que tampoco llegan a fin de mes o que se ven obligados a cerrar sus empresas por falta de liquidez, y deberían esforzarse un poco más por hacernos creer que su objetivo es defender los derechos de los trabajadores, gobierne quien gobierne, y no ponerse en contra de un gobierno –si es del PP- o aliarse con otro –si es del PSOE-. Deberían ganar un poco de credibilidad… Si Pablo Iglesias levantara la cabeza