... y la casa sin barrer

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
¿Cuántas reuniones son necesarias para acabar con un problema urbanístico? Esa pregunta no parece concretarse nunca en cifra alguna a tenor de los encuentros que se han celebrado ya para resolver los problemas relacionados con el desvío de una línea de tensión eléctrica en el sector SP-11, al otro lado de la A-2. En estos asuntos, en los que hay involucrados diferentes organismos, ponerse de acuerdo a la hora de ver quién debe asumir cada parte del proyecto o cuál es la solución más viable, parece ser casi un imposible. Lo mismo sucedió con las antiguas torres de tensión de la calle Méjico, una antiquísima reivindicación vecinal que aún sigue sin resolverse pese a que finalmente los involucrados llegaron a un acuerdo.
En su caso, fue el olvido en el tiempo lo que acabó por caducar el convenio firmado entre la Junta, el Ayuntamiento y Unión Fenosa, y que tantos ríos de tinta hizo correr hace ya más de un lustro. Entretanto, los perjudicados son también los propios implicados y, por extensión, toda la ciudadanía y el tejido empresarial de Guadalajara, que bien podría estar asentándose ya tanto en el SP-11 como en el SP-12, al otro lado de la autovía.