Zapatero anuncia que se elevará la cobertura de desempleo
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El presidente del Gobierno confirmó este martes que el Ejecutivo está estudiando una fórmula para mantener e incrementar la cobertura de la prestación por desempleo, sea cual sea el número de parados que alcance el país en esta crisis.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados que se reducirá el gasto público en 1.500 millones de euros respecto a lo anunciado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que afectarán a todos los ministerios y a todas las partidas de gasto, y así financiar otras partidas, como las del desempleo. Asimismo, el presidente señaló que nos encontramos ante la peor crisis económica en la historia reciente, y que lo peor está por llegar. Por otro lado, Zapatero anunció la intención del Gobierno de incrementar la cobertura de prestaciones a los parados, y de potenciar y mantener el empleo.
Durante su séptima comparecencia ante el Congreso en menos de un año de legislatura para analizar la crisis económica, el presidente Zapatero anunció que se recortará en 1.500 millones el gasto público previsto en los PGE, lo que unido a la reducción del 1,8% de los gastos corrientes ya incluida en las cuentas del próximo año, supone un recorte total del gasto público del 2,6%. Esta reducción, explicó, no afectará en ningún caso a las retribuciones de los empleados públicos ni a los programas de protección social. De hecho, afirmó que los recursos liberados con este recorte del gasto podrán ser utilizados para financiar otras partidas fuertemente afectadas por la coyuntura económica, como las prestaciones por desempleo.
Además, indicó que para apoyar a los desempleados, el Gobierno estudia con los agentes sociales una serie de medidas que deberán ser valoradas en el marco del diálogo empresarial. Según Zapatero, serán medidas coyunturales destinadas, unas, a mejorar la protección por desempleo y, otras, a incentivar la contratación y a fomentar el mantenimiento del empleo. En concreto, indicó que estas medidas irán destinadas a mantener e incrementar la cobertura de la prestación por desempleo, sea cual sea el número de parados que se alcancen, y a llevar a cabo reformas laborales y sociales de acuerdo con los interlocutores sociales.
Tras esto, el presidente confirmó que en estos momentos la economía se encuentra ante la peor recesión de carácter global de la historia reciente, y añadió que aún no ha tocado fondo. Además, señaló que la economía doméstica había entrado en recesión durante el cuatro trimestre de año pasado. En este sentido, Zapatero entonó también el mea culpa y admitió que España también debe aprender de sus propias lecciones. En este sentido, reconoció que España está atravesando los peores momentos de esta crisis, y reconoció que aún no se notan suficientemente los efectos de las medidas para aumentar la liquidez adoptadas para reestablecer su normal funcionamiento, ni se han hecho realidad los efectos de la inversión pública extraordinaria destinada a reactivar la economía.
Falta liquidez
Zapatero confirmó igualmente que el brusco bloqueo de la liquidez es, sin duda, responsable en buena medida de que se haya yugulado la actividad, y de que se haya resentido tanto el empleo, especialmente en algunos sectores muy intensivos en mano de obra. Además, afirmó que en los últimos años se han cometido muchos excesos y que ahora los ciudadanos están pagando la codicia ilimitada y la especulación irresponsable en la que incurrieron aquellos que se aprovecharon de unos mercados financieros mal regulados. Sin embargo, el presidente del Gobierno insistió una vez más en que el sistema financiero español ha resistido con éxito al terremoto de septiembre, aunque no ha sido inmune a la caída de la confianza, que ha provocado la restricción de crédito y ha estrechado la liquidez de muchas empresas. Por este motivo, aseguró que permanecerá especialmente atento a la evolución del crédito en España, consciente de que la recuperación económica pasa necesariamente por que éste fluya de las entidades financieras a las familias y las empresas. Quiero reiterar que el Gobierno ha hecho y hará todo lo que está en su mano para que eso suceda, subrayó. En este sentido, afirmó que el Ejecutivo impulsará una acción coordinada internacionalmente para evitar el colapso del sistema financiero; que movilizará, a través del ICO, el mayor volumen de recursos de la historia para financiar a las empresas, y que será flexible a la hora de introducir nuevas líneas y modificar las existentes, siempre y cuando ello contribuya al reestablecimiento del canal de crédito.
Durante su séptima comparecencia ante el Congreso en menos de un año de legislatura para analizar la crisis económica, el presidente Zapatero anunció que se recortará en 1.500 millones el gasto público previsto en los PGE, lo que unido a la reducción del 1,8% de los gastos corrientes ya incluida en las cuentas del próximo año, supone un recorte total del gasto público del 2,6%. Esta reducción, explicó, no afectará en ningún caso a las retribuciones de los empleados públicos ni a los programas de protección social. De hecho, afirmó que los recursos liberados con este recorte del gasto podrán ser utilizados para financiar otras partidas fuertemente afectadas por la coyuntura económica, como las prestaciones por desempleo.
Además, indicó que para apoyar a los desempleados, el Gobierno estudia con los agentes sociales una serie de medidas que deberán ser valoradas en el marco del diálogo empresarial. Según Zapatero, serán medidas coyunturales destinadas, unas, a mejorar la protección por desempleo y, otras, a incentivar la contratación y a fomentar el mantenimiento del empleo. En concreto, indicó que estas medidas irán destinadas a mantener e incrementar la cobertura de la prestación por desempleo, sea cual sea el número de parados que se alcancen, y a llevar a cabo reformas laborales y sociales de acuerdo con los interlocutores sociales.
Tras esto, el presidente confirmó que en estos momentos la economía se encuentra ante la peor recesión de carácter global de la historia reciente, y añadió que aún no ha tocado fondo. Además, señaló que la economía doméstica había entrado en recesión durante el cuatro trimestre de año pasado. En este sentido, Zapatero entonó también el mea culpa y admitió que España también debe aprender de sus propias lecciones. En este sentido, reconoció que España está atravesando los peores momentos de esta crisis, y reconoció que aún no se notan suficientemente los efectos de las medidas para aumentar la liquidez adoptadas para reestablecer su normal funcionamiento, ni se han hecho realidad los efectos de la inversión pública extraordinaria destinada a reactivar la economía.
Falta liquidez
Zapatero confirmó igualmente que el brusco bloqueo de la liquidez es, sin duda, responsable en buena medida de que se haya yugulado la actividad, y de que se haya resentido tanto el empleo, especialmente en algunos sectores muy intensivos en mano de obra. Además, afirmó que en los últimos años se han cometido muchos excesos y que ahora los ciudadanos están pagando la codicia ilimitada y la especulación irresponsable en la que incurrieron aquellos que se aprovecharon de unos mercados financieros mal regulados. Sin embargo, el presidente del Gobierno insistió una vez más en que el sistema financiero español ha resistido con éxito al terremoto de septiembre, aunque no ha sido inmune a la caída de la confianza, que ha provocado la restricción de crédito y ha estrechado la liquidez de muchas empresas. Por este motivo, aseguró que permanecerá especialmente atento a la evolución del crédito en España, consciente de que la recuperación económica pasa necesariamente por que éste fluya de las entidades financieras a las familias y las empresas. Quiero reiterar que el Gobierno ha hecho y hará todo lo que está en su mano para que eso suceda, subrayó. En este sentido, afirmó que el Ejecutivo impulsará una acción coordinada internacionalmente para evitar el colapso del sistema financiero; que movilizará, a través del ICO, el mayor volumen de recursos de la historia para financiar a las empresas, y que será flexible a la hora de introducir nuevas líneas y modificar las existentes, siempre y cuando ello contribuya al reestablecimiento del canal de crédito.