El confuso impaciente

13/09/2025 - 11:36 Jesús de Andrés

Salvo sorprendentes imprevistos, puede la pescadería echar el cierre, que toda la mercancía ha sido despachada.

Sabemos que no habrá elecciones hasta la primavera o verano de 2027, que Pedro Sánchez resistirá lo que le echen y que el próximo presidente del Gobierno será Alberto Núñez Feijóo, quien tendrá que coaligarse con Vox. Faltan algunos detalles, pues no tenemos una bola de cristal, pero sobre lo fundamental no hay duda. No sabemos, por ejemplo, si las elecciones a las Cortes coincidirán con las municipales, ni si por aquel entonces se habrá llegado a un acuerdo para aprobar unos presupuestos generales. No se sabe tampoco en qué situación jurídica y de salud llegarán el presidente y su partido, ni qué porcentaje de escaños se repartirán PP y Vox en la inapelable mayoría que obtendrán. Por ello, porque tenemos constancia del por qué, del quién, del cuándo y del cómo, porque lo fundamental está claro, no se entiende tanta impaciencia, tanta tensión, tanto salirse del tiesto. Y no se comprende, sobre todo, al menos yo no lo entiendo, que nadie se lo haya explicado a Feijóo. Alguien que le tenga aprecio debería hacérselo saber: haga lo que haga, va a ser el próximo presidente del Gobierno, tan sólo debe tener paciencia.

 

Coinciden sus biógrafos en que Feijóo es un buen gestor, mucho mejor gestor que candidato, al que avalan sus mayorías absolutas en Galicia. Coinciden también en que no se siente cómodo en la bronca, en el lío, en el jaleo continuo de la política. Es un pésimo activista, un mal tertuliano y un negado influencer, pero a un político no se le debe juzgar por eso, sino por su capacidad para la gestión, por su competencia para poner en marcha políticas que resuelvan los problemas que nos acucian, que no son pocos. En las agarradas con Sánchez no se sabe muy bien qué pretende, si contentar a los suyos, no sea que desconfíen, o profundizar en el desencuentro. Se supone que para eso trajo a Tellado, perro de presa fiel, el mejor poli malo, pero flaco favor se hizo y nos hizo a todos. No me lo imagino -a Miguel Tellado- dirigiendo un ministerio, aunque a decir verdad tampoco es fácil imaginarse a algunos de los que están ahora.

Si hacemos un listado de los términos más usados esta semana en la disputa partidista hay dos que, gracias a Tellado, destacan: cunetas y zulos. Parece mentira, pero ahí seguimos, en el cainismo más primitivo, en un goyesco duelo a garrotazos. Ni un voto va a ganar Feijóo de quienes se sienten cómodos en ese terreno. Paciencia, no requiere más. Que alguien se lo explique.