En recuerdo, homenaje y afecto a José Ramón López de los Mozos

29/04/2018 - 12:55 José María Bris

En el año 1984 comenzamos, con José Ramón, a gestar la creación de la Biblioteca de Investigadores de la provincia cuyo núcleo lo iban a constituir los fondos bibliográficos adquiridos a Sinforiano García.

El día 15 de marzo, a los 67 años de edad, fallecía José Ramón López de los Mozos Jiménez; profesor de enseñanza primaria, escritor, historiador, investigador, etnógrafo, poeta, cronista Local de Maranchón, uno de los intelectuales más importantes que ha tenido la provincia de Guadalajara y que con más ardor ha defendido nuestra cultura y tradiciones.
    Con su muerte Guadalajara ha perdido a uno de sus más preclaros hijos y yo a un buen amigo. Nuestra amistad comenzó a principios de los años setenta cuando iba con José Ramón a hacer un reportaje a Pinilla de Jadraque, al  que le acompañé como conductor del vehiculo que nos llevaba. Allí visitamos la esplendida Iglesia románica de finales del siglo XII o principios del XIII dedicada a la Asunción y de la que en 1975  publicó un interesante estudio sobre la misma. Después de admirar los hermosos capiteles del atrio nos dirigimos a visitar las ruinas del monasterio de San Salvador, de monjas Calatravas, en las cercanías del río Cañamares, fundado el 17 de junio de 1218, en el lugar denominado “Sothiel de Harham” por Don Rodrigo Fernández Atienza, su mujer María y sus familiares, que permaneció abierto hasta su traslado a Almonacid de Zorita en 1576 y más tarde a Madrid en el año 1623.
    José Ramón entró a trabajar en Diputación provincial, en tiempos de la primera corporación democrática, formada por 24 diputados, todos de UCD, caso único en nuestra reciente historia política, siendo su presidente el concejal de Azuqueca de Henares e Ingeniero Químico de VICASA, el asturiano Antonio López Fernández, fue destinado al servicio de Cultura a cuyo frente se encontraba otra gran persona, ya desaparecida, Luis del Monte Santos, aprobando la oposición y pasando a ser personal fijo de la misma estando de presidente Francisco Tomey Gómez y ocupando yo la Vicepresidencia.
    En el año 1984 comenzó a gestar la creación de la Biblioteca de Investigadores de la provincia de Guadalajara, proyecto que contó desde un principio con la aprobación de Tomey y que, por él, fui encargado de gestionarla desde la parte política de la misma.
    El núcleo de la Biblioteca de Investigadores lo iban a constituir los fondos bibliográficos que con la inestimable ayuda de José Ramón, con el que le unía una gran amistad, adquirimos a Sinforiano García Sanz  (1911-1995), otro gran etnógrafo y bibliófilo, conocedor como pocos de las costumbres tradicionales de nuestra provincia y autentico investigador de las botargas. Había nacido en Robledillo de Mohernando y murió en Madrid, era propietario de una gran biblioteca, cientos de libros, programas, folletos, conferencias,… sobre Guadalajara y su librería, en la entreplanta de un caserón de la Calle Fuencarral nº 9 de Madrid, era lugar  de encuentro de los intelectuales de Guadalajara donde podían hallar y consultar casi todo lo que se podía haber publicado sobre nuestra provincia.    Las negociaciones con “Sinfo”  fueron rápidas y cerramos el acuerdo de adquisición de un gran numero de libros, folletos, revistas, periódicos... en 18.000 euros (entonces 3.000.000 de pesetas), precio de saldo, ya que a nuestro paisano no le interesaba el dinero, sino que “sus libros” estuvieran en una prestigiosa institución como es la Diputación Provincial de Guadalajara.
    En estas negociaciones la intervención de López de los Mozos fue clave. Al principio la Biblioteca de Investigadores, como lugar físico de la misma, estuvo ubicada en la planta baja de la Diputación y desde allí José Ramón trabajaba por hacerla cada vez más importante, con la adquisición de nuevos fondos, para que pudiera ser más útil a los investigadores  de nuestra cultura, costumbres y tradiciones.
    Me comunicaba las subastas de libros de Guadalajara, como las que solía llevar a cabo la Casa Durán, indicándome  los precios de salida y aquellos que el consideraba más valiosos e interesantes. Contando con la colaboración de otro gran bibliófilo y paisano nuestro, José Luis Sotoca, la Biblioteca de Investigadores cada vez ocupaba mas espacio, y por ello el 8 de enero de 1985 se inauguró, instalándose  en el Complejo Príncipe Felipe, dirigida en la actualidad  por otro gran historiador e investigador, Placido Ballesteros San José.
    En 1987 dejé la Diputación Provincial, pero no la relación y amistad con José Ramón, que cuando en su búsqueda en archivos y bibliotecas encontraba algún documento sobre Jadraque, sabiendo  mi interés sobre todo lo que afectaba  a mi pueblo me lo hacia llegar, entre ellos las Notas de la guerra de la Independencia en Jadraque; el trabajo que luego publicó en la revista Wad al Hayara sobre Arias de Saavedra; el nombramiento de Pedro Algarero como notario del Santo Oficio de la Villa y el escudo de su casa, donde en 1714 la Princesa de los Ursinos fue abofeteada y expulsada de España por Isabel de Farnesio.
    Al tiempo que López de los Mozos iba incrementando sus trabajos de investigación, estudios y ensayos, nos los hacia conocer a través de Nueva Alcarria; de la revista de la Diputación Provincial Wad al Hayara; de los Cuadernos de Etnografía, de los que era director o los que presentaba en los Encuentros anuales de Historiadores del Valle del Henares.
    Interesantes investigaciones sobre las estelas (monumentos funerarios de piedra)discoideas o tubulares según su forma; sobre la guerra de la Independencia en nuestras tierras, estudios sobre el folklore provincial, las botargas viejas o renacidas, que a veces aparecían de nuevo por el impulso de José Ramón, los judas, los mayos, los festivales de Hita, los encierros, su cariño y colaboración con la Cofradía de los Apóstoles de Guadalajara, de la que era uno de sus miembros, apareciendo en el Corpus Christi, con la capa que los caracteriza y algunos años en la tradicional y centenaria procesión.
    Cronista Local de Maranchón escribió numerosos trabajos  sobre su “pueblo adoptivo”, sus tradiciones, muleros y tratantes, la Virgen de los Olmos, su patrona, la ermita,…., investigó también sobre nuestras grutas, simas, cuevas y abrigos naturales, de industrias como las tradicionales salinas, de nuestra heráldica, la Caballada de Atienza o la Semana Santa de la que fue pregonero en nuestra ciudad en el año 2013, de las fiestas, tradiciones y folklore de más de cien pueblos de nuestra provincia. Hizo numerosos estudios de toponimia, la mayoría en colaboración con José Antonio Ranz Yubero y también colaboró en otros trabajos con el Cronista Provincial Antonio Herrera Casado  y otros importantes investigadores de nuestra historia como José Luis García de Paz, José Antonio Alonso Ramos, Pedro J. Pradillo o María Jesús Martínez Maestro.
    José Ramón López de los Mozos Jiménez, escritor, historiador, investigador, conferenciante, etnógrafo, poeta, enamorado de Guadalajara, de sus tierras, de sus gentes, de sus paisajes y costumbres, de su folklore, el 15 de marzo de 2018 nos dejó, pero de él siempre nos quedará el recuerdo de un castellano de ley, de una buena persona, de un excelente amigo, de un eminente intelectual, que  ha dejado  en sus numerosos escritos un legado incalculable de conocimiento y sabiduría para que las generaciones futuras puedan conocer más nuestra tierra, quererla más y sobre todo a un personaje de Guadalajara como el, que la dignificó, y al que nunca podremos olvidar.