La ciencia y Araceli
Hoy sabemos que no llevaban razón quienes pensaban que las vacunas eran un peligro para la salud. De nuevo Araceli ha dado testimonio. La vida ha vuelto a la absoluta normalidad.
El 27 de diciembre de 2020 la residencia de Los Olmos de Guadalajara se convertía en el epicentro del interés informativo del país. Una mujer de 96 años se convertia en la primera persona que se vacunaba en España contra el Covid-19, la pandemia que mantuvo durante meses a la gente confinada en casa, matando a miles de personas, sembrando el terror. El mundo científico daba solución a la peor crisis sanitaria en siglos. Araceli Hidalgo Rosario recibía el pinchazo sanador de manos de la enfermera Carmen Carboné. El 27 de octubre de 2021 ambas recibían el Popular de Honor de Nueva Alcarria. Este martes, 20 de febrero, aquella mujer ha cumplido 100 años.
Hoy sabemos que no llevaban razón quienes pensaban que las vacunas eran un peligro para la salud. De nuevo Araceli ha dado testimonio. La vida ha vuelto a la absoluta normalidad. Fiestas multitudinarias, bares, cines, teatros, autobuses, metros, estadios de fútbol llenos de público, sin mascarillas, sin temor porque hay remedio médico. La pesadilla ha pasado y es momento para estar felices por ello, un gran éxito de la humanidad, pero sobre todo de los científicos.
Y nos preguntamos qué hemos aprendido, cuánto ha aumentado el presupuesto para investigación, cómo valoramos al sector de la ciencia, qué hábitos de aquellos que interiorizamos perviven. La respuesta no nos gusta. Seguimos sin poner en su lugar a nuestros salvadores, sin invertir lo suficiente en esta materia, volvemos a priorizar lo superficial. Es verdad que vemos a gente con mascarilla en espectáculos, trabajos y por la calle para proteger a los demás o que en las misas se da la paz con un gesto, pero poco más. No debemos tener miedo, pero tampoco olvidar porque el futuro volverá, aunque sea para otra generación.