Las obras del puente árabe finalizan
Se abre ahora una época de ilusión, de esperanza, en la que se verán cumplidos los sueños de una provincia, de unos ciudadanos, que sólo quieren prosperidad, empleo, bienestar y tranquilidad.
La construcción más antigua que conserva la capital, el puente sobre el río del Henares (siglo X-XI), procedente de la época califal, no de los romanos como durante mucho tiempo se pensó, por ello se le conoce como el puente árabe, ha sido puesta en valor con las obras de remodelación inauguradas el viernes que realzan su belleza y permiten disfrutar de la infraestructura con seguridad. Iluminación artística para ser admirado en su esplendor por la noche y la mejora del entorno son otros de los compromisos que el presidente regional, a petición del alcalde, asumió durante el acto de presentación del fin de unas obras que han cumplido con los plazos previstos después de que los desacuerdos entre gobiernos lo hiciesen inviable en la legislatura 2011-2015 cuando la entonces consejera, Elena de la Cruz, impulsara su proyecto. A ella, de Guadalajara, que hubiese disfrutado de esta realidad, nuestro homenaje, al Gobierno regional, que ha invertido 468.000 euros, nuestro agradecimiento y reclamación de pronto cumplimiento de la promesa realizada para su próximo embellecimiento y a los políticos en general, sin entrar en la polémica concreta que ha retrasado tanto tiempo esta obra, el reproche que merecen por anteponer tantas veces sus intereses partidistas a los generales, entendimiento que llega enseguida cuando las administraciones son gobernadas por un mismo partido. Otro ejemplo es el fuerte impulso que la Junta y el consistorio de la capital se han propuesto dar, después de años de idas y venidas, al campus universitario, unas instalaciones que permitirán un mejor desarrollo de futuro. Y lo mismo con el Hospital y otros tantos proyectos que se enquistan en el tiempo sólo por excusas de unos y otros. Se abre ahora una época de ilusión, de esperanza, en la que se verán cumplidos los sueños de una provincia, de unos ciudadanos, que sólo quieren prosperidad, empleo, bienestar y tranquilidad. El buen momento del Ejecutivo regional, que tendrá en septiembre su techo de gasto aprobado y donde hay concordia hasta con la oposición, debería servir de ejemplo a nivel nacional donde se escenifica un fracaso colectivo de los partidos.