A mi edad

20/04/2018 - 14:23 Luis Monje Ciruelo

Confieso, como es lógico, que me alegra cumplir años, para vivir más, con la posibilidad de que la ciencia descubra, mientras tanto, un elixir para prolongar la vida media.

Esta Semana Santa, tras estar dos horas de pie viendo pasar una procesión nos sentamos en un banco de La Concordia . Me acompañaban una amiga y mi cuidadora de 24 horas, Sonia, una señora peruana,  que ojalá vinieran miles de inmigrantes más como ella: amable, sencilla, discreta, inteligente, trabajadora.Se nos acercó una señora desconocida  que nos ve pasear todas las mañanas por San Roque. Escuché lo que hablaban sin que ellas lo advirtieran; -“¿Cuántos años tiene el señor?”, preguntó “El 18 de abril cumplirá 94 años”  -“¿Y ya no puede pasear solo?” -insistió. –“No, señora, tuvo un ictus hace tres años. Antes caminaba siete u ocho kilómetros todas las mañanas a buen paso”. Y la desconocida comentó, sin saber que yo la oía: -¡”Ya ven qué pinta en la vida  un señor así!”. Entonces salté: “¡Señora! Yo leo, escribo poemas y artículos, compro el periódico todos los días, publico libros, miro a las mujeres, me encanta la Naturaleza, quiero aprender inglés, manejo el ordenador, conque dígame si pinto todavía o no algo en la vida. Se ve que usted no lee periódicos…”.  Se disculpó la señora, que dijo tener 74 años, y quedamos amigos.  Y le hablé de un crimen que hubo en su pueblo hace unos sesenta años, que ella no conocía, crimen recogido en uno de mis libros. Le recordé un singular paisaje, ribereño del Tajo, que pocos conocen, llamado “El Hundido” con el apellido de su pueblo. Confieso, como es lógico, que me alegra cumplir años, no solo para vivir más, con la posibilidad de que la ciencia descubra, mientras tanto, un elixir para prolongar la vida media, que ya es de 84 años en las féminas y de 83 en los varones, cuando en el siglo XIX era de 35. Pero no solo por eso me complace vivir más, sino para ponérselo más difícil a quien quiera superar el record mundial que dicen que tengo, de escribir en un mismo periódico, en mi caso en Nueva Alcarria desde 1941, para lo que es necesario que periódico y periodista tengan tan larga vida . Desde antes de llegar a mi “in mezzo di cammin di Nostra vita”, como escribió Dante, veo las esquelas de ABC, y últimamente me fijo en la nutrida relación de defunciones de la  Sección “Vida Local”, de nuestro periódico donde se comprueba que son muchos más los nonagenarios fallecidos que los menores de cincuenta años, lo que dice bastante de nuestro alto nivel sanitario, teniendo en cuenta que en la época romana y Edad Media era de veintitantos años.