Acerca de la España 'vaciada' del medio rural del interior y los nuevos pobladores


¿Cómo demonios vamos a conseguir el objetivo común si no es luchando todas las comarcas a la par y coordinadas? ¿Cómo, si no lo quieren considerar un asunto de Estado? ¿Cómo si nuestros políticos sólo piensan en los votos?

Hoy, nos referimos a la  repoblación humana de la España Rural Interior en general, a los dos millones de nuevos pobladores que precisamos y en cómo los conseguimos, aunque poniendo el acento un poco más, en los que se ha dado en denominar: Neorrurales, por ser el sector más estigmatizado; alguna vez puede que con razón y casi siempre, sin razón alguna.

Creemos que repoblar la España Rural “Vaciada” del Interior es una tarea magna y muy difícil. Se trata, nada más y nada menos, que de conseguir que vengan a las localidades de las comarcas más deprimidas, despobladas y alejadas de las ciudades, entre millón y medio y dos millones de nuevos pobladores. No olvidemos: estamos hablando del 65% de la superficie total del país.

Pero para repoblar, tendremos que tener altitud de miras y poner  las luces largas. ¿Y qué significa  esto?

Significa que quienes no tengan vocación por vivir en el medio rural,  sean neorrurales o no lo sean, es mejor que ni lo intenten siquiera,  porque fracasarán. La vida en el medio rural y la  urbanita son absolutamente  distintas. Antagónicas. Y si no se viene al campo por  vocación y asumiendo que es otro mundo muy distinto, las añoranzas urbanitas pronto empezarán a aflorar y con ello las insatisfacciones, la infelicidad y las pretensiones de volver de nuevo al ambiente urbanita que dejaron atrás.

Significa también, por parte de quienes seguimos en los pueblos de nuestras comarcas despobladas, entender que esos nuevos pobladores, en su inmensa mayoría, nos llegarán de las áreas más pobladas y que vendrán con planteamientos y perspectivas de trabajo y de vida muy plurales. Unos, aprovechando las posibilidades que hoy brinda el denominado “teletrabajo” que posibilita desarrollar su actividad laboral desde el medio rural. Otros, porque les gusta más trabajar al aire libre que encerrados en una fábrica. Otros, porque tienen inquietudes emprendedoras y llegarán con la idea de poner algún pequeño  negocio. Otros muchos,  porque ven en el campo el espacio más apropiado para poner en marcha formas de trabajo y de vida más colectivas, solidarias y autosuficientes, etc, etc.

Los últimos citados, corresponden a la corriente de los que se ha dado en llamar Neorrurales; que apuestan por una forma de vida atractiva que conlleva desarrollar y enriquecer unos valores de vida y trabajo  de manera colectiva, solidaria y autosuficiente. El éxito o el fracaso residirá en si vienen al medio rural sólo, o principalmente, porque se dan mejores condiciones para plasmar sus objetivos o si acuden también, y sobre todo, porque tienen vocación rural y les seduce vivir en el campo. Si se da sólo el primer factor el riesgo de fracasar es altísimo y si se dan los dos factores y, sobre todo el segundo, las posibilidades de asentarse en el nuevo medio de forma permanente son muchísimas. 

Es por ello, que desde los pueblos podemos cometer un gran error si estigmatizamos a priori y sin conocerlos, a este importante sector de nuevos pobladores Neorruales. Así, pues, debemos recibir a todos los nuevos pobladores con los brazos abiertos y sin prejuicios apriorísticos, porque los necesitamos a todos. Después ya se irá viendo qué pobladores neorrurales o no neorrurales, se adaptan a las normas mínimas cívicas de respeto y convivencia ciudadana exigible en cualquier lugar. Pero sin perder de vista que también podemos fallar nosotros mismos, si no somos abiertos y nos obstinamos en considerar  “personas raras”, a todas las que no piensen como nosotros. Si esperáramos a la defensiva y recelando de todo a los que pueden llegar a repoblar y a inyectarles más vida a nuestros pueblos; entonces, seamos francos, dejemos a un lado la lucha contra la despoblación y punto.

 

 

Solemos decir, que una imagen vale más que mil palabras. Análogamente, también podríamos decir: que un hecho o ejemplo vale más que mil suposiciones. Y esos hechos o ejemplos de Neorrurales adaptados a la vida de la Comarca de Molina existen, aunque sea en pequeña proporción. En otros lugares nada lejanos, como la Sierra Norte de Guadalajara todavía se están asentando en mayor medida y con un grado de convivencia muy bueno entre nativos y nuevos pobladores neorrurales. Quien quiera verificarlo que se pase por pequeños pueblos como: Ujados, Albendiego, Santamera, Olmeda de Jadraque, Cañamares… No hay que ir a Navarra ni a ningún otro lugar del norte donde este sector neorrural está más asentado para verificar su adaptación.

De todas formas, sería un hablar por no callar, si no nos empleamos a fondo antes que nada en las Comarcas del interior deprimidas, despobladas y alejadas de las ciudades; en crear plataformas unitarias en cada una de ellas con un plan Integral de medidas trasversales, como ya lo tiene La  Otra Guadalajara en la Comarca de Molina que, por ser el primer caso práctico, puede servirles de orientación a otras comarcas si así lo desean. 

Si no  estamos dispuestos a crear esas plataformas comarcales, es mejor que dejemos de especular de si queremos que los nuevos pobladores sean así o sean asá, porque sin esa tarea previa la mayoría no vendrán. Y que nadie se engañe, la tarea es hermosa, altruista e imprescindible para que no se interrumpa la historia de nuestros pueblos y recuperen actividad y vida diaria. Más aun: es el deber ante el que nos ha situado la historia a los habitantes de la España Interior despoblada que aún seguimos por aquí y que no queremos que nuestros pueblos mueran. Pero las cosas no se hacen solas, sino arrimando el hombro solidariamente y teniendo claro, clarísimo, que no se trata de arrimarlo para cualquier cosa, sino para hacer e imponer ese plan integral y transversal en cada comarca deprimida y despoblada.

¿Cómo demonios vamos a conseguir si no el objetivo común si no es luchando todas las comarcas a la par y coordinadas? ¿Cómo, si los políticos y las instituciones que controlan y dirigen nos vienen dando pruebas día por día y año por año de que no quieren  asumir acciones contra la despoblación? ¿Cómo, si no lo quieren considerar  como un asunto de estado? ¿Cómo, si ni siquiera quieren reconocer la evidencia de que los mayores desequilibrios no son los que se dan entre unas regiones y otras, sino entre las ciudades y la España litoral con las comarcas despobladas de la España Rural del Interior? ¿Cómo, si nuestros políticos sólo piensan en los votos y nuestras comarcas no son, precisamente, buenos caladeros electorales? ¿Cómo, si ya tienen aprobada la herramienta legislativa adecuada ( la Ley de Desarrollo Sostenible para el Medio  Rural de 2007 y el Real Decreto de 2010 que concreta la plasmación de la Ley) y no sólo no la han puesto aún en marcha, sino que se la quieren cargar? 

 

Todas esas preguntas tienen la misma respuesta: Una plataforma unitaria con un plan Integral en cada comarca, una Coordinación entre las mismas y, arreando que es gerundio, a luchar toda la ciudadanía rural de la España Interior unida hasta conseguirlo.

No nos engañemos a nosotros mismos, seamos sinceros con nuestra propia conciencia y admitamos de una vez por todas, que a esas preguntas sólo se les puede dar respuesta luchando unidos como una piña y de forma apartidista desde las plataformas que creemos. Seamos sinceros y admitamos, que si no combatimos la ciudadanía afectada el drama despoblacional,  nadie lo va a hacer por nosotros. Seamos sinceros y reconozcamos que para traer los dos millones de nuevos pobladores a la España Vacía, antes hay que proporcionarles, y a los actuales pobladores también, unas condiciones dignas para vivir y si no todo irá quedando en un bla, bla, bla y la actividad y la vida diaria en nuestros pueblos morirá para siempre, para vergüenza de los políticos, pero también para vergüenza nuestra por no haber estado a la altura de nuestro deber cuando nos tocaba estarlo. Si eso sucediera, la historia se encargará de juzgarnos y no precisamente con honrosos y dignos epítetos 

Y no queremos acabar sin volver a reiterar nuestra más absoluta solidaridad con Fraguas y sus nuevos pobladores y pidiéndole a la JCCM que cumpla con la Constitución y con la Ley, deje de ser la parte acusadora, se ponga del lado de estas buenas gentes, evite cualquier castigo y llegue a un acuerdo dialogado con los nuevos pobladores y, a la par, cree una Ley de Reversibilidad que elimine las injusticias, ilegalidades y atropellos de Fraguas y otras pedanías, devolviéndoles a todas ellas el estatus inalienable e imprescriptible que les corresponde como poblaciones.

Los firmantes de este artículo no lo hacemos inducidos por ningún partido, sino personas que llevamos doce años luchando contra la despoblación en la Comarca de Molina de Aragón desde La Otra Guadalajara, a cuya plataforma pertenecemos, aunque actualmente no tenemos ningún cargo en la misma.