Adighibe pone orden en un partido loco y muy tenso

Fue un triunfo merecido y trabajado en un choque bastante entretenido, pero sobre todo muy tenso que acabó de la peor forma posible, con insultos entre los jugadores, patadas, gestos antideportivos e incluso conatos de agresión. Era el final a una mañana de nervios, donde los conquenses se jugaban algo más que los tres puntos y los morados no podían fallar para no distanciarse de los puestos de cabeza.

A los 9 minutos, Migue Montes aprovechó una indecisión de la defensa visitante para hacer el 1-0. Enseñaba así el camino a sus compañeros. Javi Robles a punto estuvo de hacer el segundo a los 17 minutos y seis después la ocasión fue para Luis Alberto, en un cabezazo que se marchó alto.

 A penas se había cumplido la primera media hora de partido y el choque había ofrecido casi de todo: ocasiones, goles, buen juego... y si faltaba emoción la puso Javi Robles, con un cabezazo en la cara del rival Gerica. Emoción, porque más de uno esperaba la expulsión. Finalmente, el colegiado, tras consultar con su ayudante, zanjó la acción con una amarilla. Sin embargo, comenzó ahí a fraguarse la tensión en unos y otros.

Una tensión que se transformó en la primera expulsión. A penas tres minutos después de la acción de Javi Robles, Martínez de Quel era castigado por sentenciar con un codazo un enfrentamiento con el conquense Álvaro. El central riojano dejaba a su equipo con diez hombres y con más de 70 minutos de partido por delante.

Sin embargo, el Deportivo no notó la expulsión. Hasta ese momento el cuadro morado había llevado la batuta del encuentro y con un hombre menos lo siguió haciendo, creando las mejores ocasiones. Así, Migue Montes a punto estuvo de llegar en la línea de gol a un disparo de Joshua Zapata. Después, Luis Alberto también contó con su oportunidad que detuvo Álex. 

No obstante, el Conquense empezó a apretar, intentando aprovechar cierto cansancio del Depor. Ahí, Parras movió el banquillo sin esperar al descanso y optó por la velocidad y el juego explosivo de Adighibe que ocupó el sitio de un Luis Alberto que mostró su enfado por el cambio al encarar el túnel de vestuarios. El nigeriano dio aire a sus compañeros que pudieron cerrar el primer acto con esa mínima ventaja.

En la segunda mitad se esperaba el arreón de los de Poyatos. Con un hombre más y con la urgente necesidad de sumar puntos debían de tomar el mando del juego. Pero no fue así. A penas tuvo un par de ocasiones en el arranque (Pablo, de cabeza o Gerica), que se contrarrestaban con las del Deportivo (Joshua Zapata). La oportunidad más clara de la Balompédica llegó a los 62 minutos con dos palos consecutivos. Primero, de Pablo y en la acción siguiente de Gerica. El tanto visitante no llegó y sí lo hizo el segundo morado, primero para un Adighibe que ya se había quedado solo en el ataque morado tras la marcha de Migue Montes. El joven delantero aprovechó un pase de José Vega para batir a Álex y casi sentenciar el choque. Sin embargo, el Conquense no estaba muerto y Nacho aprovechaba una confusión en los morados para, de cabeza apretar el marcador y poner aún más picante a la recta final de un encuentro en el que tristemente el fútbol iba dejando paso a las pérdidas de juego, las tánganas y las patadas.

En esos últimos minutos hubo tiempo para que el nigeriano hiciera el tercero, culminando una galopada, para que el Conquense firmara su segundo (Tajamata, de cabeza) y sobre todo para el sonrojo con la actitud antideportiva de unos y otros que terminó con un expulsado por cada equipo y con una imagen lamentable de algo que debe ser un espectáculo.