Adiós al Casón de los Solano: Dos días han sido suficientes para derribarlo

08/08/2021 - 13:02 Redacción

La intención es edificar un nuevo edificio de cuatro plantas, con 11 viviendas y un garaje con 13 plazas, siempre respetando las normas marcadas para la recuperación de inmuebles históricos. 

El Casón de los Solano, emplazado en una de las esquinas de la Plaza de Santo Domingo ya no existe. En tan solo dos días ha sido demolido completamente, Ahora la intención es que en octubre ya se puedan realizar trabajos de cimentación, pero para ello hay que esperar al informe arqueológico que se haga tras un estudio que se está realizando. El motivo de este estudio es que podría ser que en la construcción existan restos de una muralla árabe o de una torre perimetral, algo que influiría en los planes del nuevo edificio.

Según ha podido saber Nueva Alcarria será un nuevo edificio en el que se respetará de manera fiel e íntegra la fachada del edificio actual, una exigencia del Ayuntamiento de Guadalajara y para lo cual se ha realizado un estudio fotogramétrico. En cuanto al interior, la idea es la de hacer un garaje con 13 plazas en el actual sótano que tiene entrada por la calle La Mina,  todas ellas en una misma planta.  En la planta baja se colocarán locales comericales, y tras las dos plantas ya existentes, se hará una tercera y una cuarta que tendrá áticos retranqueada. La nueva tercera planta tendrá una fachada alineada con las plantas ya existentes pero con un diseño neutro para diferenciarla de la fachada original. En principio en el nuevo edificio habrá 11 viviendas, aunque la constructora está abierta a una redistribución en función de los intereses de los compradores. En cuanto al garaje, en caso de que se comprobase la existencia de restos de una muralla o torre perimetrada, el número de plazas se vería reducido. 
    Además, al tratarse de un edificio recogido en el Catálogo de Edificios de Interés Cultural, un arqueólogo tendrá que estar presente en todos los trabajos de demolición, para que todo se haga según las exigencias tanto del Ayuntamiento de Guadalajara como de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
        Ante los rumores que indican que la zona se va a convertir en un solar más de la ciudad, los propietarios y constructores aseguran que si han comprado el edificio es para volver a construirlo, no sólo para demolerlo, y además que quieren hacerlo lo antes posible.     

Las obras definitivas comienzan después de que hace días se quitara toda la cerrajería, miradores y balcones, de de gran valor, con el objeto de conservarse por considerarse que son “elementos arquitectónicos característicos de la calle Mayor de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX", se detalla en el  decreto municipal que permite bien reformar la fachada o derribarla, siendo obligatorio en este caso "la recuperación del valor ambiental del edificio en base a la reconstrucción de las fachadas del edificio colindantes con la vía pública, con estricto respeto a la composición y diseño existentes, mediante la incorporación de un levantamiento de datos”.