Aparece muerta la mujer que se escapó de un psiquiátrico
01/10/2010 - 09:45
Por: J. V. MUÑOZ-LACUNA. COLPISA
La fuga de Carmen Sánchez, la mujer de 56 años que huyó el pasado fin de semana del Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora del Carmen, de Ciudad Real, terminó ayer en tragedia. El maquinista de un tren que circulaba por la línea férrea Madrid-Badajoz a la altura de Miguelturra (Ciudad Real) encontró su cadáver tendido boca abajo junto a las vías.
Según su familia, que la buscaba desde entonces junto a la Guardia Civil, la Policía Local y la Policía Nacional, su cuerpo no presentaba golpes ni rasguños, por lo que se sospecha que pudo morir deshidratada.
Carmen, enferma de esquizofrenia, se había fugado en otras ocasiones para visitar a su madre, ingresada en una residencia de ancianos de Poblete (Ciudad Real) y a sus dos hermanas, que viven en Miguelturra y Ciudad Real. Sin embargo, esta vez no llegó a su destino y su vida se apagó junto a las vías del tren, en un paraje de difícil visibilidad que llegó a ser rastreado por agentes de las fuerzas de seguridad y voluntarios.
El pasado sábado aprovechó la hora del almuerzo para fugarse por la puerta principal mientras los repartidores de la comida entraban y salían del hospital psiquiátrico. Aunque horas antes había sufrido una bajada de tensión, tuvo fuerzas suficientes para marcharse sin que nadie se percatara de ello.
Carmen, enferma de esquizofrenia, se había fugado en otras ocasiones para visitar a su madre, ingresada en una residencia de ancianos de Poblete (Ciudad Real) y a sus dos hermanas, que viven en Miguelturra y Ciudad Real. Sin embargo, esta vez no llegó a su destino y su vida se apagó junto a las vías del tren, en un paraje de difícil visibilidad que llegó a ser rastreado por agentes de las fuerzas de seguridad y voluntarios.
El pasado sábado aprovechó la hora del almuerzo para fugarse por la puerta principal mientras los repartidores de la comida entraban y salían del hospital psiquiátrico. Aunque horas antes había sufrido una bajada de tensión, tuvo fuerzas suficientes para marcharse sin que nadie se percatara de ello.