Apoyos

23/06/2019 - 18:17 Jesús Fernández

El pluralismo y la diversificación en política están muy bien. Pero, a veces, tenemos la sensación de que ello ha provocado la ingobernabilidad.

Estamos repasando los grandes conceptos  que ha puesto en el mapa y en el diccionario la democracia real. La soberanía popular o el poder del pueblo. ¿Qué pueblo? ¿Qué poder? Cuando se contempla la obra de la mano del pueblo y cómo se mercadea con su soberanía, uno comprende los límites y condiciones de ese poder. El voto que el pueblo depositó en las urnas, se convierte en un cheque o moneda de cambio. Todo  es intercambio de poder. Por otra parte, al margen de que la soberanía popular esté legitimando puestos y cargos, dinero y poder, corrupción y ambiciones, se está desposeyendo y enajenando al pueblo. ¿Para qué lo llamarán apoyos si lo que quieren decir es intercambio, trueque y negociación? 

El pluralismo y la diversificación en política están muy bien. Pero, a veces, tenemos la sensación de que ello ha provocado la ingobernabilidad. ¿Cuántos meses llevan los diferentes Parlamentos sin elaborar, discutir y aprobar  una ley? Si la economía, la administración general, la recaudación de impuestos, los presupuestos siguen  adelante ¿para qué necesitamos un gobierno y un Parlamento que tantos recursos consumen y tantos gastos nos causan? Nos quedan los viernes sociales, o sea, la reunión del poder ejecutivo que emita Decretos Leyes para que el Parlamento se limite a aprobarles apoyándose en su urgencia. 

Pero volvamos a las teorías del apoyo. Ya hemos aludido, en otras ocasiones,  cómo, muchas veces, la democracia se apoya en la confianza y en la amistad. Unos cuantos amigos se reúnen a comer o jugar una partida y terminan formando un partido. Esas formaciones (y mucho más cuando llegan al gobierno) se fundan en la confianza y en la amistad. Se nombra a personas de confianza. Ambas cosas, ambas actitudes son tan frágiles que adhesiones o amistades incondicionales se acaban, se cambian y se retiran. Igual que la hierba se seca, las flores se marchitan, también las amistades se enfrían y se acaban. Y con ellas se acaban los apoyos. Entonces entran en funcionamiento los intereses de los amigos. ¿Por qué, en la formación de equipos  políticos o de gobierno, tiene más importancia los sentimientos de amistad que los principios y convicciones personales? Demasiadas veces se depende de los apoyos con los que se cuenta. Los apoyos son frágiles y cambian por intereses. Admitido el apoyo como un instrumento y una estrategia en política, el referido  apoyo necesario no tiene que venir por vía de intereses repartidos o participados sino por vía de principios o programas como dicen otras veces. Pero seguimos preguntando ¿por qué lo llaman apoyos si quieren decir intereses compartidos, negocio y negociación?