Aquel histórico ascenso del Deportivo Guadalajara a la Segunda División en Miranda de Ebro

01/05/2022 - 10:20 Eduardo Díaz

El Depor ha ascendido y este sábado, en el estadio, y hoy por las calles, en el santuario de la Virgen de la Antigua y en la plaza Mayor festeja con la afición el éxito. En el rincón recordamos hoy cuando llegó a la Segunda División, un hito histórico.

El pasado sábado volvió a ser un día histórico para el Club Deportivo Guadalajara al lograr el ascenso a la segunda división de la Federación Española de Fútbol, tras vencer al equipo conquense del Tarancón, consiguiendo su quinto ascenso de la historia en el 75 aniversario de la fundación del club.

En el rincón de esta semana vamos a recordar el ascenso del Club Deportivo Guadalajara a la división de plata del Fútbol Español en la inolvidable temporada futbolística de 2010/2011. En la pretemporada del año 2010 había mucha ilusión en conseguir el ascenso a segunda división, tras unas brillantes temporadas en la segunda división B. Para conseguir el objetivo se contrató al joven entrenador Kike Liaño que procedía de la escuela de entrenadores de Lezama que pertenecía al Athetic de Bilbao. Junto al entrenador vasco vino el cancerbero Mikel Saizar para compartir la portería con Jorge Sanmiguel, que llevaba varios años en el club y era un auténtico ídolo de la afición al conseguir el ascenso en Las Palmas. La defensa la componían el capitán Jorge, Javier Soria, Quesada, Antonio Moreno y se incorporaban David Fernández y Barral que procedían del Alcorcón. La zona medular era uno de los baluartes morados con Rubén Cuesta, Ernesto, Gerard Badía, Nico y Oinaz. Por último la delantera la formaban Anibal, Iván Moreno y la incorporación del delantero extremeño Juanjo.

El comienzo de la temporada no fue el esperado y por ello en la sexta jornada, Kike Liñero era destituido de su cargo siendo reemplazado por Carlos Terrazas, que ya en su presentación y de manera fanfarrona declaró que el Deportivo Guadalajara ascendería con la gorra. Una vez concluida la competición regular, el Deportivo Guadalajara terminó en segunda posición tras el equipo gallego del Lugo, lo cual le permitía jugar la promoción de ascenso a la categoría de plata.

La primera eliminatoria fue contra el equipo alicantino del Orihuela tras obtener una merecida victoria por dos goles a cero en el campo municipal de Los Arcos, el pase se certificó en el campo Pedro Escartin con empate a un gol. La siguiente eliminatoria fue contra el filial del Sevilla Club de Fútbol, tras obtener una abultada victoria por cuatro goles a uno en Guadalajara. El partido de vuelta fue una auténtica encerrona tanto para los jugadores como para los aficionados que tuvieron que salir escoltados por la Policía Nacional de la ciudad deportiva sevillista. De forma dramática se obtuvo el pase a la siguiente ronda al caer derrotados por tres goles a uno.

El último obstáculo a superar para conseguir el ansiado objetivo del ascenso era contra el equipo burgalés del Mirandés. Su principal palmarés era haber eliminado a varios equipos de la primera división en la Copa del Rey. El primer partido de la eliminatoria se jugó en el campo Pedro Escartín en la tarde del 19 de junio del año 2011, ese día la ciudad arriacense se vio invadida por una auténtica marea rojilla con más de dos mil seguidores que desde un primer momento se hermanaron con la afición morada. El estadio presentó un lleno hasta en los tendidos de los sastres, con más de nueve mil personas en su interior. Al final el Mirandés obtuvo la victoria con un solitario gol marcado en el descuento por el jugador Pablo Infante que era la gran figura del equipo.

Pese a la derrota, fueron muchísimos los aficionados morados que emprendieron viaje a Miranda de Ebro, aunque la autovía del Norte se encontraba en obras siendo el viaje un auténtico suplicio. El estadio de Anduva presentaba un ambiente totalmente festivo, a los pocos minutos del comienzo del partido el jugador local “ Candelas” marcaba el primer gol lo que dejaba la eliminatoria prácticamente sentenciada. Una vez terminada la primera parte, en el vestuario morado se produjo una conjura entre los jugadores del Deportivo Guadalajara para dejarse la vida en el terreno de juego y no defraudar a los numerosos aficionados morados que prácticamente llenaban un lateral del estadio. En el minuto 72 del encuentro y tras el lanzamiento de un saque de esquina, Juanjo de un fuerte cabezazo mandaba el balón a las mallas y ponía emoción al encuentro; poco antes de finalizar el encuentro Ernesto de penalti desnivelaba la eliminatoria a favor de los morados gracias al valor doble de los goles marcados fuera de casa en caso de empate.

Cuando el trencilla decretó el final del partido se desató la locura entre los jugadores y la afición, incluso el entrenador Carlos Terrazas que destacaba por su seriedad, se puso una peluca de color blanca que le llegaba hasta el pecho, siendo  una imagen que se plasmó en los medios de comunicación tanto en Guadalajara como en los diarios deportivos nacionales.

Nada más terminar el encuentro, la fuente de Bejanque y sus alrededores fue tomada por los aficionados morados en una fiesta que duró toda la noche y que tuvo como principales protagonistas a los héroes de Anduva en su regreso de Miranda de Ebro. Al día siguiente directiva y jugadores del Deportivo Guadalajara ofrecieron su ascenso a la Virgen de la Antigua, patrona de Guadalajara.