Cae un 9,5% anual la cancelación de hipotecas en nuestro país
01/10/2010 - 09:45
Por: JULIO DÍAZ DE ALDA. COLPISA
La cancelación registral de hipotecas constituidas sobre pisos, uno de los más infalibles termómetros del mercado inmobiliario, cayó un 9,5% interanual el pasado mes de noviembre, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El retroceso pone de manifiesto los problemas que atraviesa el sector, lastrado por precios altos, tipos al alza y condiciones de financiación cada vez más duras. El nuevo panorama obliga a cada mes a cerca de 30.000 particulares y empresas a renegociar sus créditos hipotecarios. Una pelea en la que, a diferencia de antaño, ya no lo logran rebajas en las cuotas.
Cuando el titular de una hipoteca termina de pagarla puede acudir al registro a cancelarla y levantar así la carga que soportaba su piso. Un trámite voluntario que en muchas ocasiones no se realiza, a veces transcurren años hasta que se completa, pues cuesta dinero. Ese paso voluntario se convierte en necesario cuando lo que se lleva a cabo es la venta del piso. Por eso, las cancelaciones registrales sirven para medir el estado del segmento inmobiliario. El retroceso de estas operaciones en noviembre contrasta con los datos del mismo mes de 2006, cuando las cancelaciones avanzaron un 11%.
El frenazo del sector inmobiliario es más evidente si se tiene en cuenta que estas cancelaciones acumulan ya tres meses consecutivos de retrocesos. La marcha atrás empezó en septiembre, con una caída del 1,7%. Ritmo que creció en octubre hasta el 4% y que, en base al 9,5% de noviembre, parece que continuará con mayor fuerza. Los últimos datos revelan un parón mucho más exagerado en regiones como Aragón (10% menos de cancelaciones registrales de hipotecas sobre vivienda), Baleares (14,15%), Canarias (34,2%), Cataluña (27%), Extremadura (18,8%), Madrid (13,3%), Murcia (12,2%), Navarra (17,9%) o Ceuta y Melilla, con un descenso del 21,6%.
Otro de los indicios claros, y sin embargo poco analizados, del menor vigor del mercado inmobiliario es el comportamiento de las denominadas subrogaciones al deudor de las hipotecas. Esto es, aquellos casos en los que cambia el titular del crédito (quien lo debe). Esto sucede tanto cuando los compradores de un piso nuevo se subrogan en la posición del promotor en el préstamo que éste obtuvo para construir la casa, como en los que de aquellos compradores que adquieren la finca y, poco tiempo después, la venden con la hipoteca. Estas subrogaciones al deudor cayeron en noviembre un 9,9% cuando un año antes crecían al 106%.
Cada vez más difícil conseguir una hipoteca
El Banco de España publicó recientemente la Encuesta de Préstamos Bancarios. Un informe en el que las diez mayores entidades del país se retratan sobre las condiciones en las que conceden o no sus hipotecas. En el capítulo dedicado a la adquisición de vivienda por parte de las familias, el trabajo señalaba que, por primera vez en cuatro años, los financiadores empezaban a recortar el plazo máximo de los contratos.
Hasta hace poco, el alargamiento de los créditos era la alternativa de muchos compradores para acceder a una vivienda. Una alternativa que tiene trampa, pues a la larga se paga muchísimo más por el mismo principal. La estadística oficial del INE ha puesto negro sobre blanco ese fenómeno. En noviembre, los bancos, que no las cajas, recortaron hasta los 25 años el plazo medio de sus hipotecas. Un año antes, el promedio era de 26 anualidades. En el caso de las cajas de ahorro, ese periodo ha pasado de los 26 a los 27 años.
La subida continuada del euribor durante más de dos años (en enero, sin embargo, cayó respecto a diciembre) ha complicado el pago de muchas hipotecas. Para tratar de salvar la situación, miles de personas renegocian cada mes con sus entidades las condiciones de sus contratos. En noviembre, este colectivo ascendió a 28.324 sufridores hipotecarios, un 30% más que un año antes.
Cuando el titular de una hipoteca termina de pagarla puede acudir al registro a cancelarla y levantar así la carga que soportaba su piso. Un trámite voluntario que en muchas ocasiones no se realiza, a veces transcurren años hasta que se completa, pues cuesta dinero. Ese paso voluntario se convierte en necesario cuando lo que se lleva a cabo es la venta del piso. Por eso, las cancelaciones registrales sirven para medir el estado del segmento inmobiliario. El retroceso de estas operaciones en noviembre contrasta con los datos del mismo mes de 2006, cuando las cancelaciones avanzaron un 11%.
El frenazo del sector inmobiliario es más evidente si se tiene en cuenta que estas cancelaciones acumulan ya tres meses consecutivos de retrocesos. La marcha atrás empezó en septiembre, con una caída del 1,7%. Ritmo que creció en octubre hasta el 4% y que, en base al 9,5% de noviembre, parece que continuará con mayor fuerza. Los últimos datos revelan un parón mucho más exagerado en regiones como Aragón (10% menos de cancelaciones registrales de hipotecas sobre vivienda), Baleares (14,15%), Canarias (34,2%), Cataluña (27%), Extremadura (18,8%), Madrid (13,3%), Murcia (12,2%), Navarra (17,9%) o Ceuta y Melilla, con un descenso del 21,6%.
Otro de los indicios claros, y sin embargo poco analizados, del menor vigor del mercado inmobiliario es el comportamiento de las denominadas subrogaciones al deudor de las hipotecas. Esto es, aquellos casos en los que cambia el titular del crédito (quien lo debe). Esto sucede tanto cuando los compradores de un piso nuevo se subrogan en la posición del promotor en el préstamo que éste obtuvo para construir la casa, como en los que de aquellos compradores que adquieren la finca y, poco tiempo después, la venden con la hipoteca. Estas subrogaciones al deudor cayeron en noviembre un 9,9% cuando un año antes crecían al 106%.
Cada vez más difícil conseguir una hipoteca
El Banco de España publicó recientemente la Encuesta de Préstamos Bancarios. Un informe en el que las diez mayores entidades del país se retratan sobre las condiciones en las que conceden o no sus hipotecas. En el capítulo dedicado a la adquisición de vivienda por parte de las familias, el trabajo señalaba que, por primera vez en cuatro años, los financiadores empezaban a recortar el plazo máximo de los contratos.
Hasta hace poco, el alargamiento de los créditos era la alternativa de muchos compradores para acceder a una vivienda. Una alternativa que tiene trampa, pues a la larga se paga muchísimo más por el mismo principal. La estadística oficial del INE ha puesto negro sobre blanco ese fenómeno. En noviembre, los bancos, que no las cajas, recortaron hasta los 25 años el plazo medio de sus hipotecas. Un año antes, el promedio era de 26 anualidades. En el caso de las cajas de ahorro, ese periodo ha pasado de los 26 a los 27 años.
La subida continuada del euribor durante más de dos años (en enero, sin embargo, cayó respecto a diciembre) ha complicado el pago de muchas hipotecas. Para tratar de salvar la situación, miles de personas renegocian cada mes con sus entidades las condiciones de sus contratos. En noviembre, este colectivo ascendió a 28.324 sufridores hipotecarios, un 30% más que un año antes.