Casi 40 municipios figuran en las tablas de riesgo de inundaciones o fenómenos meteorológicos adversos
Mañana se cumplen 60 años de la gran riada que sufrió Guadalajara así como numerosos pueblos de la provincia cercanos al cauce del río Henares, arrasando cultivos e inundando viviendas.
FOTOGRAFÍA: JOSÉ LÓPEZ
El colaborador de Nueva Alcarria, el escritor costumbrista Eduardo Díaz, recuerda que “se daba igualmente la circunstancia de que la ciudad en ese mismo día de la tormenta se encontraba en plena celebración de las ferias y fiestas de otoño y con numerosos visitantes de numerosos lugares de España”. Todo comenzó cuando sobre las cinco y media de la tarde empezó una terrible tormenta de agua acompañada de granizo que se prolongó durante más de cuatro horas.
El agua caída durante esas horas –informa Eduardo Díaz- fue de aproximadamente 90 litros por metro cuadrado y como consecuencia de ello se produjeron numerosos destrozos en distintos puntos de la ciudad. En el lugar denominado como “ El Ventorro de Tetuán”, hoy conocido como la Vaguada, se produjo el total hundimiento de las tapias del Fuerte de San Francisco e igualmente el colector subterráneo de la colonia Sanz Vázquez quedó totalmente destrozado dejando un paisaje dantesco.
Pero sin lugar a dudas los daños más importantes se registraron en las proximidades del Puente Árabe sobre el río Henares. El barrio conocido popularmente como el de la Estación quedó totalmente inundado e igualmente el agua anegó la carretera nacional entre Madrid y Francia a su paso por Guadalajara, lo cual produjo que estuviera cortada durante varias horas con numerosos vehículos atrapados.
Para evitar en la medida de lo posible que se vuelvan a repetir estas graves consecuencias, las distintas administraciones, en colaboración con Protección Civil y otros servicios de emergencia, han creado documentos legales que obligan a cada ayuntamiento, aquel que tenga elevado riesgo de graves inundaciones o fenómenos meteorológicos adversos, a realizar sus propios planes de actuación. Los municipios de Guadalajara incluidos en la delimitación de las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs), recogidos por el Ministerio para la Transición Ecológica son: Algar de Mesa, Alhóndiga, Almonacid de Zorita, Alovera, Anquela del Ducado, Azuqueca de Henares, Baides, Cabanillas, Chillarón del Rey, Chiloeches, Cifuentes, Durón, El Casar, El Recuenco, Espinosa de Henares, Fuencemillán, Galve de Sorbe, Guadalajara, Humanes, Loranca de Tajuña, Matillas, Mazarete, Medranda, Molina de Aragón, Selas, Sigüenza, Trillo, Uceda, Villanueva de la Torre, Yélamos de Abajo y Yunquera de Henares.
Todos ellos están obligados a elaborar un Plan de Actuación Municipal (PAM) frente al riesgo por inundaciones porque cumplen alguna de estas características: estar situado en una zona inundable en un período de retorno de 50 años; la rotura de una presa en un tiempo inferior a dos horas; o estar clasificado en el nivel de riesgo A1 por el Plan Especial de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones de Castilla-La Mancha (PRICAM), es decir zonas de riesgo alto frecuente, en las que existe a 50 años vista una probabilidad anual del 2% de que se produzcan avenidas con graves daños a núcleos urbanos.
La delimitación de las ARPSIs se realiza teniendo en cuenta, entre otros factores, las circunstancias actuales de ocupación del suelo, la existencia de infraestructuras y actividades para protección frente a inundaciones y la información suministrada por el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables y por las Administraciones competentes en la materia. Se trata del resultado de una revisión exhaustiva de los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación de las ARPSIs. Los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, aprobados por Real Decreto en enero de 2016 y actualmente en implantación, contemplan los objetivos de protección para cada una de estas ARPSI.
Asimismo, Algora, Auñón, Azuqueca, Guadalajara, Herrería, Huérmeces del Cerro, Ocentejo, El Pedregal y Rillo de Gallo, están obligados a elaborar un Plan de Actuación Municipal (PAM) frente al riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos, ya que en estos términos municipales existe una posibilidad alta o muy alta de que se produzcan, imprevistos contemplado dentro de la tabla de riesgos de fenómenos meteorológicos adversos en Castilla-La Mancha (METEOCAM). Algora tiene riesgo alto por nieve y heladas; Auñón, por nieve y heladas; Azuqueca, con riesgo alto de lluvias y heladas; Guadalajara, con riesgo alto de lluvias, nieve, granizo, heladas y altas temperaturas; Herrería, con riesgo alto por nieve, Huérmeces del Cerro, con riesgo alto por nieve, de la misma forma que Ocentejo, El Pedregal y Rillo de Gallo.