Club Deportivo Guadalajara... ¡ Aquel ascenso histórico en Huesca!

15/05/2016 - 09:30 Eduardo Díaz

Este domingo, nuestro querido Depor juega un partido crucial en el campo municipal Salto del Caballo, en Toledo, donde intentará salvar la categoría en el Fútbol Nacional o, como mal menor, jugar la promoción para mantenerse en la Segunda División B. Pero si hubo anteriormente una promoción histórica para el equipo de nuestra ciudad, esa fue en la ciudad aragonesa de Huesca.
   Corría la temporada 1972-73 cuando el equipo morado jugaba en la Primera Regional con equipos de la vecina provincia de Madrid. Fue una temporada en la que el Deportivo Guadalajara estuvo líder durante varias jornadas, lo que le hubiese dado el ascenso directo, pero al final fue superado por el Carabanchel, teniéndose que conformar con jugar la promoción de ascenso frente a la potente formación del Huesca.
      El primer partido de la eliminatoria se jugó el domingo 10 de junio del año 1973 en el campo Pedro Escartín, con un lleno hasta en el tendido de los Sastres ya que en aquella época no existía la valla metálica de la calle Méjico y por lo tanto la visión desde dicha vía  era la misma que en el interior del estadio. La alineación morada era conocida por todos los aficionados de la ciudad, con el mítico José Luis Sesma, en la portería. La defensa estaba compuesta por Lozano, Ramírez, Coloscou y Calleja; la zona medular la sostenían  el capitán Montero, Santiago, Ochando y Eusebio. Por último en la delantera, el incisivo Ferrer y el histórico jugador Cedillo completaban un 11 que ilusionaba mucho a la afición.  
       Al final del partido, el Depor obtuvo una valiosísima victoria por dos a cero, con goles del centrocampista Eusebio que, a la postre, fue el auténtico héroe de la eliminatoria. La ilusión se desató en la ciudad y fueron muchísimos los autobuses y vehículos particulares desplazados hasta la ciudad oscense para presenciar el partido de vuelta. Curiosa fue la parada que hizo el autobús del equipo morado junto a muchos aficionados en la basílica del Pilar en Zaragoza para pedir el apoyo y la providencia para el partido de la tarde.
      En el estadio de Alcoraz se disputaba y nunca mejor dicho una auténtica batalla para obtener el ansiado ascenso a la Segunda División. El ambiente era espectacular, con una afición local liderada por Manolo el del Bombo, que posteriormente se hizo muy famoso, por animar con su instrumento musical a la selección Española de Fútbol.  En el lado contrario, la afición de Guadalajara se dejaba literalmente la voz, con ayuda de bocinas y pancartas.
      Mal empezaban las cosas para los jugadores deportivistas, ya que a los seis minutos, el Huesca se adelantaba en el marcador, pero momentos después el jugador morado, Eusebio, lograba la igualada, llevando el delirio, no solo a las gradas del campo, sino a los miles de oyentes de Guadalajara, que seguían el partido en directo, a través de las ondas radiofónicas. Poco antes de llegar al descanso, nuevamente el equipo aragonés marcaba el segundo tanto, volviendo a poner la incertidumbre en la eliminatoria.
     En la segunda parte no hubo goles, pero si mucha emoción y cuando el trencilla de turno, dio por finalizado el encuentro, se produjo una invasión de campo por parte de los aficionados de Guadalajara para abrazar a sus jugadores, los cuales habían conseguido un hecho histórico: ascender al Deportivo Guadalajara a categoría Nacional, por primera vez en su historia.
      Al día siguiente Guadalajara amaneció como si fuera un día grande y festivo, en los trabajos, en la calle y en las tertulias de los bares no se hablaba de otra cosa que no fuese el ascenso del equipo local. Por la tarde el autobús de los jugadores, fue recibido en el puente de Cuatro Caminos por las motocicletas del Moto Club Alcarreño, las cuales escoltaron al vehículo por todas las vías de la ciudad.
    La llegada de los jugadores a la plaza del Ayuntamiento es muy difícil de narrar, ya que los jugadores eran agasajados por los miles de aficionados que con lágrimas en los ojos no podían contener la emoción. El alcalde de la ciudad, Antonio Lozano Viñes, entregó al presidente de la entidad morada, Juan José Laso, el escudo de oro de la ciudad, agradeciendo de esa manera el esfuerzo que habían realizado los jugadores para llevar al equipo de la ciudad a la Segunda División B. A la salida del Ayuntamiento los jugadores fueron llevados a hombros como los toreros al Santuario de la patrona, la Virgen de la Antigua, a la cual la ofrecieron y dedicaron el ascenso obtenido.