Con Buero en el recuerdo veinte años después

01/05/2020 - 12:48 Óscar Izquierdo Barbas

En el vigésimo aniversario de la muerte del dramaturgo alcarreño, su legado sigue muy vigente.

Antonio Buero Vallejo es y será uno de nuestros grandes referentes tanto del teatro como de la cultura en general; un revolucionario y una persona comprometida que defendió y llevó siempre en el corazón a su tierra natal, Guadalajara.

Este pasado miércoles se cumplieron 20 años ya de su fallecimiento, si bien su legado sigue hoy tan vigente como entonces. Un genial y polifacético creador que, a pesar de padecer todo tipo de represalias  durante la dictadura del franquismo por sus ideas, supo resistir y logró salir adelante y brindarnos obras tan maravillosas como La Fundación, El concierto de San Ovidio e Historia de una escalera.

Esta última bien podría representar en gran medida la actual situación que estamos viviendo con la crisis sanitaria y sus efectos. Por su carga simbólica y por su traslación de un realismo demasiadas veces hipócrita, cruel, egoísta.

Bastaría quizás con cambiar esa comunidad o esa escalera en la que se desarrolla esta obra por alguno de los balcones o ventanas por las que vemos la vida pasar estos días. O con ampliar todavía más y trasladar ese escenario en que transcurre la acción teatral a nuestra sociedad: incapaz de ponerse de acuerdo ni en las más difíciles de las situaciones, anclada en viejos rencores y frustraciones...

Esa distancia entre la realidad y los sueños, así como el implacable paso del tiempo y el sentido trágico de la vida que, con tanta maestría, Buero supo retratar no han desaparecido en nuestros días, en estos días raros.