Cristina Rodríguez: “En el Dépor tenemos equipos para estar muy arriba en la tabla al final de la liga”
El Deportivo Guadalajara en categoría femenina está siendo la gran revelación de la temporada. Acaba de estrenarse en la Tercera Federación y ya está situado en la zona noble de la tabla, con unos números que confirman el buen trabajo que, con Alberto Mendoza a la cabeza, están haciendo desde el club morado.
Para afrontar la nueva categoría el Dépor ha sondeado intensamente el mercado durante el verano para juntar así las piezas más convenientes que den la cobertura más apropiada al proyecto. Así, ha llegado al vestuario morado Cristina Rodríguez (Sevilla, 2004). Esta andaluza aterrizó como medio centro, aunque en el Dépor está actuando como lateral izquierdo. “Me da igual dónde me ponga el entrenador, lo que me gusta es jugar y si me pone de portera, también lo hago”, comenta la joven futbolista que asegura que llegó a Guadalajara “sin saber nada del club ni de la ciudad; me lo dijo mi representante, me habló de un buen proyecto y como no me pienso las cosas, decidí aceptar”. “Aquí estoy muy bien, el club nos trata muy bien a las chicas y me sorprende que haya mucho público en los partidos. De momento, todo está saliendo bien”, dice.
Cris destaca lo bien que la han acogido en el vestuario alcarreño. “Hay un gran ambiente. Las jugadoras son muy cariñosas y cada vez que te ven te dan un abrazo”, apunta, al tiempo que reconoce que no es muy de abrazos: “No me gustan y les suelo decir que me den la mano, pero hay que aceptar estas muestras de afecto”.
Cristina estrenó su cuenta goleadora hace dos semanas en el 0-2 del Dépor en el feudo de La Solana. La futbolista reconoce la ilusión que le hizo marcar y recuerda cómo fue la dedicatoria de ese, su primer gol vistiendo de morado. “Tenía muchas ganas. Y más porque había tenido ahí un encontronazo con una jugadora del otro equipo y estaba loca por dedicárselo. Se lo dediqué a ella y su hermana que me decía cosas desde la grada”, reconoce, con una muestra de sinceridad y al tiempo de descaro.
Sus inicios
Cristina se formó en las categorías inferiores del Sevilla F.C. para dar el paso posteriormente al Camas Femenino y recalar al Ciudad Alcalá, equipo del que ha llegado este año al club morado.
Sobre su paso por la cantera del Sevilla, Cris, lo que más recuerda era “lo difícil” que era compaginarlo con el club de sus amores, el Real Betis Balompié. “No me dejaban llevar nada del Betis. Si me ponía una pulsera bética, me la hacían quitar, pero yo me compré incluso unas botas verdes para que supiesen todos que era del Betis”, explica, demostrando ese punto de rebeldía y de competitividad que le permitió ir superándose cada temporada. Y es que la jugadora reconoce que “no me gusta perder ni en los entrenamientos, no me gusta perder ni con mi primo que tiene siete años”.
Cris comenzó jugando en equipos masculinos desde muy pequeña. Y es que con apenas tres años comenzó ya su amor por el balompié. “Yo me apuntaba a todo, pero duraba poco tiempo, hasta que llegué al fútbol, un deporte que practicaba mi hermano”, señala.
“Jugaba en todo momento, en todas partes, en casa, en la calle, en todos lados”, relata y reconoce una jugadora que se define como “muy rápida y muy intensa en el juego y sobre todo dura. Voy al choque y no me importa quién tenga delante”.
Con solo 20 años ya ha vivido la satisfacción de hacer lo que más le gusta, con el lado más amargo del deporte, las lesiones. En su etapa en el Alcalá, sufrió la rotura de la rodilla izquierda. “Fue en un partido importante, en un choque con una jugadora rival. Me vendaron la rodilla y seguí jugando, pero no pudo ser”, rememora la sevillana que tuvo que pasar por el quirófano tras aquel choque y se quedó sin volver al verde casi un año. “Me quedé sin hacer lo que más me gustaba y además, fue en el momento en el que me llamó el Betis y me quedé sin jugar en el equipo de mi alma”, explica aunque recalca que “de todo se sale y aquí estoy con todas las ganas del mundo”.
Cristina habla de esa rivalidad entre béticos y sevillistas y la traslada a la que pueda haber en Guadalajara con los dos equipos de la ciudad que comparten categoría, el Dépor y el Dínamo. Aún no se ha enfrentado a las verdinegras, pero descubre que “ya conozco esa rivalidad y me gustaría jugar el derbi porque tengo muchas ganas de vivir ese partido. Me gustan esos partidos de rivalidad fuerte, son los más chulos”.
Sus sueños
Mientras en el verde sigue demostrando su calidad, esta temporada en el Deportivo Guadalajara, del que dice que “tenemos equipo para estar muy arriba al final de la liga”, Cris sueña con grandes metas personales. “Me gustaría jugar en Primera”, siguiendo el ejemplo de una de sus grandes ídolos, la doble Balón de Oro, Aitana Bommatí.