Cuando el bosque avisa antes de arder

13/10/2025 - 18:16 FCV

Drones, sensores y cámaras inteligentes vigilarían los montes.. La propuesta, nacida en la Sierra Norte, enmarcada en el programa europeo SMURF (Sustainable Management and Use of Forests by Small Forest Owners) -coordinado por la Fundación Cesefor y la Universidad de Florencia, con el apoyo de la FAO y el European Forest Institute-, plantea crear una red de vigilancia temprana. La meta es simple y ambiciosa a la vez: detectar el fuego en su primer suspiro.

El aire olía a resina y humo. Mediados de septiembre 2025. Sobre el Pico del Lobo, el cielo se volvió rojo y las llamas se abrieron paso entre pinos y brezos con una furia que parecía antigua. El viento, impaciente, avivaba el fuego que nació en Peñalba de la Sierra y que, en cuestión de horas, se extendió por las laderas del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara. Miles de hectáreas ardieron sin control. Fue un incendio que desbordó toda previsión y recordó, con crudeza, que los bosques de la España interior están cada vez más expuestos a un peligro que ya no entiende de estaciones.

En ese mismo escenario, con la montaña aún herida, ha surgido una idea que une la tradición rural con la tecnología más avanzada. En Valverde de los Arroyos, un pueblo de piedra, agua y silencio, la Comunidad de Propietarios Ocejón impulsa un proyecto que busca que el bosque hable antes de arder. Su propuesta, enmarcada en el programa europeo SMURF (Sustainable Management and Use of Forests by Small Forest Owners) -coordinado por la Fundación Cesefor y la Universidad de Florencia, con el apoyo de la FAO y el European Forest Institute-, plantea crear una red de vigilancia temprana mediante sensores térmicos, cámaras inteligentes y drones autónomos. La meta es simple y ambiciosa a la vez: detectar el fuego en su primer suspiro.

El incendio del Pico del Lobo, que ha calcinado entre 2.400 y 3.000 hectáreas, mostró la fragilidad de los sistemas tradicionales de vigilancia. En una orografía escarpada y con una vegetación densa, las torres de observación no bastan. Los medios aéreos, imprescindibles, llegan a menudo cuando las llamas ya han crecido demasiado. El tiempo que separa un conato de un incendio de gran magnitud se mide en minutos, y ese margen, cada vez más estrecho, puede decidir el destino de un valle entero.

Por eso, el proyecto de Valverde propone un nuevo lenguaje entre la montaña y quienes la habitan. En los puntos más elevados del monte se instalarían sensores térmicos capaces de registrar variaciones mínimas de temperatura y humedad, y detectar patrones anómalos antes de que aparezca el humo visible. A su vez, cámaras inteligentes con visión óptica e infrarroja analizarían las imágenes del paisaje, aprendiendo a diferenciar entre una nube pasajera y una columna de humo real.

Cuando alguno de estos dispositivos lanzara una alerta, un dron despegaría automáticamente para comprobar la zona, sobrevolando el área con precisión quirúrgica. Desde el aire, sus cámaras térmicas confirmarían la presencia de fuego o descartarían falsos avisos, enviando imágenes y coordenadas exactas al centro de control.

Todos esos datos convergerían en una plataforma digital que los cruzaría con información meteorológica, mapas forestales y modelos predictivos. Si el sistema identifica un riesgo real, la alerta se dispara y las brigadas forestales reciben las coordenadas exactas. No hay demora: la respuesta llega antes de que el fuego tenga oportunidad de propagarse. Es, en esencia, un bosque vigilado por sus propios sentidos.

La tecnología, en este caso, no es un adorno ni una distracción: es una herramienta de supervivencia. En la era de las sequías prolongadas, las olas de calor y la reducción de la humedad ambiental, cada verano puede ser el más peligroso. Los incendios ya no se limitan a julio o agosto; aparecen en primavera o incluso en otoño. Por eso, la vigilancia pasiva ha dejado de ser suficiente. Este sistema convierte el monte en un organismo vivo que observa y avisa.

Los modelos científicos en los que se apoya la propuesta, como los proyectos FireFly o SmokeyNet, han demostrado que las redes neuronales pueden detectar humo y calor con una precisión impensable hace una década. En algunos bosques del Mediterráneo y América del Norte ya se han probado sistemas similares con resultados prometedores. Si obtiene financiación, Valverde de los Arroyos sería el primer municipio de la Sierra Norte de Guadalajara en integrar estas tecnologías bajo un enfoque comunitario, donde los propios vecinos y propietarios se convierten en guardianes activos de su territorio.

“Queremos que el bosque avise antes de arder”, resumen los propietarios de Ocejón, que combinan la tradición de cuidar el monte con la innovación digital.
“No se trata solo de apagar incendios, sino de anticiparse a ellos”.

Más allá de su valor técnico, la iniciativa plantea una reflexión profunda: el papel de las comunidades locales en la gestión del bosque. Durante generaciones, los montes del Ocejón han sido fuente de vida, leña y agua. Ahora, en un contexto de despoblación y abandono rural, la tecnología ofrece una forma de reconexión. La comunidad deja de ser pasiva y asume el papel de custodio moderno, combinando la sabiduría tradicional con la innovación. Es un gesto de responsabilidad y de esperanza.

Porque si algo ha demostrado el fuego es que la distancia entre la indiferencia y la tragedia es corta. Escuchar el bosque no es una metáfora poética: es una necesidad urgente. La Sierra Norte se prepara para una nueva etapa en la que la prevención ya no dependa solo del azar o de la vista humana, sino de un entramado invisible de ojos electrónicos que vigilan, aprenden y actúan.

Cuando el humo vuelva a levantarse sobre el Pico del Lobo -porque volverá, tarde o temprano-, quizá esta vez el monte tenga tiempo de avisar. Y si el bosque logra hablar antes de arder, no será gracias a la magia, sino a la alianza entre quienes lo aman y quienes, desde la ciencia, le han enseñado a comunicarse.

 

Enlaces / fuentes consultadas

  1. FireFly: Community-centric wildfire detection using drones and IoT sensors
    Este proyecto combina drones con sensores de tierra para detección temprana de incendios. APNIC Blog

  2. SegNet: A Segmented Deep Learning based Convolutional Neural Network Approach for Drones Wildfire Detection
    Artículo técnico sobre redes neuronales para detección de incendios en imágenes de drones. arXiv

  3. Obscured Wildfire Flame Detection by Temporal Analysis of Smoke Patterns Captured by Unmanned Aerial Systems
    Investigación sobre cómo detectar llamas ocultas por humo mediante análisis temporal en vídeos aéreos. arXiv

  4. Evaluación de tecnologías de sensores para la detección temprana de incendios forestales (N. Hernández-Hostaller)
    Estudio sobre sensores (físicos y químicos) y sus desafíos en detección temprana de incendios. scielo.sa.cr

  5. Drones para la detección temprana de incendios (UC3M)
    Proyecto universitario en España con drones equipados con cámaras térmicas/ópticas y sensores. UC3M

  6. Drones profesionales contra incendios: vigilancia y detección (Target Tecnología)
    Aplicación práctica del uso de drones con cámaras térmicas para detectar incendios incipientes. target-tecnologia.es

  7. Detección de incendios forestales mediante sensores térmicos, ópticos y redes integradas
    En general, artículos que discuten la combinación de sensores, modelos predictivos, integración de datos, etc. Un ejemplo es la página de Arantec sobre sistemas de detección de incendios forestales. arantec.com