Descubren un método para intentar controlar el movimiento del núcleo de un átomo
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Un equipo de científicos del Centro de Investigación en Nanociencia y Nanotecnología CIN2, ubicado en la Universitat Autònoma de Bellaterra (UAB) de Barcelona, ha descubierto un nuevo método de control de movimientos de objetos a escala nanométrica hasta un límite sin precedentes, como sería el desplazamiento del núcleo de un átomo.
En un estudio que publica la revista 'Science', el responsable del grupo de Nanoelectrónica Cuántica en el CIN2, Adrian Bachtold, explica cómo consiguieron detectar que la oscilación de un nanotubo de carbono --de un diámetro que es la billonésima parte de un metro-- está "altamente emparejada" con el flujo de electrones que lo atraviesa.
El nanotubo, suspendido en el aire y fijado en sus extremos a dos piezas de oro, vibra con el paso de los electrones, si bien la oscilación es tan solo de 10 picometros --la billonésima parte de un centímetro-- y por tanto se hacía muy difícil saber hasta qué punto los electrones influían en el movimiento.
Los investigadores, que contaron con el apoyo de otro grupo de la Chalmers University of Technology de Gotemburgo (Suecia), lograron controlar la oscilación del nanotubo hasta unos límites "inéditos", después de enfriar el dispositivo a una temperatura de menos de 270 grados centígrados. De esto modo, consiguieron que los electrones atravesaran el nanotubo de uno en uno.
El descubrimiento podría abrir las puertas al diseño de nanosensores ultrasensibles, capaces de monitorizar elementos tan pequeños como las reacciones químicas que ocurren en moléculas individuales.
La diferencia con trabajos anteriores radica en que se ha pasado de la detección de masas de 1,4 zeptogramos --la milésima de la millonésima de la millonésima parte de un gramo-- a los 0,001 zeptogramos, la masa del núcleo del átomo.
El nanotubo, suspendido en el aire y fijado en sus extremos a dos piezas de oro, vibra con el paso de los electrones, si bien la oscilación es tan solo de 10 picometros --la billonésima parte de un centímetro-- y por tanto se hacía muy difícil saber hasta qué punto los electrones influían en el movimiento.
Los investigadores, que contaron con el apoyo de otro grupo de la Chalmers University of Technology de Gotemburgo (Suecia), lograron controlar la oscilación del nanotubo hasta unos límites "inéditos", después de enfriar el dispositivo a una temperatura de menos de 270 grados centígrados. De esto modo, consiguieron que los electrones atravesaran el nanotubo de uno en uno.
El descubrimiento podría abrir las puertas al diseño de nanosensores ultrasensibles, capaces de monitorizar elementos tan pequeños como las reacciones químicas que ocurren en moléculas individuales.
La diferencia con trabajos anteriores radica en que se ha pasado de la detección de masas de 1,4 zeptogramos --la milésima de la millonésima de la millonésima parte de un gramo-- a los 0,001 zeptogramos, la masa del núcleo del átomo.