Dos décadas de trabajo en el Museo Comarcal de Molina
Ubicado en el antiguo convento de San Francisco, recibe más de 10.000 visitantes al año.
El próximo 11 de septiembre, el Museo Comarcal de Molina cumplirá su vigésimo aniversario.Fue en el año 2002 cuando se constituyó oficialmente la Asociación Amigos del Museo de Molina como entidad gestora del museo. Entonces, un grupo de amigos vieron la necesidad de crear un espacio en el que, sobre todo los más pequeños de la comarca, conocieran toda la riqueza natural y etnográfica que tiene la zona y aprendieran a valorarla. Desde ese momento, el museo ha estado atendiendo a los visitantes ininterrumpidamente durante los 365 días del año.
Con el paso de los años, el museo, ubicado en el antiguo convento de San Francisco, ha ido profesionalizando su gestión y mejorando su atractivo, lo que se ha traducido en un incremento de visitantes hasta llegar a los más de 10.000 de todas las edades que acuden cada año a estas dependencias.
El Museo Comarcal de Molina está distribuido en cinco salas con un único objetivo: que el visitante profundice en la historia, patrimonio geológico y el medio ambiente de la zona.
Nada más entrar al edificio, en el pasillo se puede ver una exposición de fotografías antiguas del Centro de la Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (Cefihgu); y una vez que se accede al antiguo claustro se entra a la Sala de Paleontología, donde se encuentran distintos fósiles y minerales de la comarca.
El museo cuenta también con una Sala de Entomología, en la que están representadas las distintas especies de mariposas e insectos existentes, con el apoyo de varios dioramas para poder comprender mejor.
La Sala de Paleontología acerca a los grandes yacimientos fósiles de la comarca, y la Sala de Medioambiente presenta la variada fauna y flora existente en la zona, cuyos ejemplares expuestos han sido recuperados de accidentes fortuitos, y en ningún caso sacrificados expresamente para estar expuestos en este espacio.
La última sala se centra en la Evolución de los mamíferos, en la que el ser humano es el protagonista esencial. En ella se puede ver una evolución de la cultura desde el Paleolítico Inferior hasta la época romana con muestras importantes de los hallazgos arqueológicos realizados en la comarca, con especial importancia de la cultura celtibérica.
Clave para el turismo
Desde la dirección del Museo Comarcal de Molina destacan la importancia que éste tiene en la localidad, así como en la recuperación del pasado, pues precisan que son pocas las poblaciones de 3.500 habitantes que tienen un museo de estas características, y que además gestiona desde su sede otros tres centros de visitantes de la comarca.
“Es una de las infraestructuras básicas para desarrollar la actividad turística vital del territorio. Esa actividad turística que se esta mostrando imprescindible para fijar población en nuestra comarca. Debemos conocer nuestro pasado, cuidarlo y divulgarlo para poder generar actividades económicas que mantengan a nuestra población”, señalan.
Gestión
La Asociación de Amigos del Museo de Molina es el órgano gestor de este museo. Es la entidad que firma los convenios de colaboración con los distintos ayuntamientos, diputaciones provinciales o universidades.
En la actualidad hay ocho trabajadores a tiempo completo que atienden sus actividades y, al margen, tiene una editorial y distribuidora para la realización de publicaciones de ámbito regional.
Actividades
Aparte de las actividades expositivas propias del museo, también se llevan a cabo actividades de investigación y divulgación. Esto se complementa con una gran capacidad de penetración al público mediante las plataformas digitales, y una relación constante con los medios de comunicación, de ámbito local y nacional.
También realizan cursillos para todas las edades sobre distintas materias, como pintura, cerámica, etc; y están en constante colaboración con los centros educativos de la comarca para colaborar en cualquier actividad curricular.
El Museo Comarcal de Molina abre de lunes a jueves, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas; los viernes y sábados, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas; y los domingos, de 10.00 a 14.00 horas. Durante el horario de invierno, se cierra una hora antes por las tardes.