Ecologistas en Acción alerta de un proyecto de cría intensiva de cerdos en Brihuega

14/09/2016 - 10:35 Redaccion

La macrogranja porcina, de la que se hace eco EA contaría con 36.000 cabezas y estaría ubicada en una gran finca llamada El Casar de Montefrío y amenaza los acuíferos de la zona y espacios protegidos por la Red Natura 2000.

Ecologistas en Acción de Guadalajara alerta de un nuevo proyecto de cría intensiva de cerdos en la provincia, que se une a los de Riofrío del Llano, de Querencia (Sigüenza) y Poveda de la Sierra además de los ya existentes.

Se trata de la instalación de seis granjas en una gran finca en el término municipal de Brihuega, denominada El Casar de Montefrío, y que afectaría, al menos, a media docena de pueblos: Brihuega, Romancos, Yélamos de Arriba, Yélamos de Abajo, San Andrés del Rey y Budia.

De llevarse a cabo esta nueva macro granja para la cría de 36.000 cerdos, la calidad de vida en la zona se vería gravemente afectada. La granja provocaría una sobreexplotación de los acuíferos que abastecen a los municipios y los contaminaría por nitratos; además, este tipo de instalaciones desprende fuertes olores y emite contaminantes como metano y el amoniaco a la atmósfera.

Según el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la promotora de la explotación, ésta necesitaría un consumo de agua de más de 120.000 metros cúbicos al año, lo cual agravaría las graves carencias de abastecimiento que sufren algunos de los municipios próximos.

Toda la zona afectada está incluida en la Orden de la Consejería de Agricultura del 10-02-2003 que la declara zona vulnerable por nitratos. La explotación generaría 258 toneladas de purines al año. Estos residuos, ricos en nitrógeno, son el principal problema que han tenido y tienen las explotaciones intensivas porcinas. Éstas suelen esparcir este subproducto por los campos de labor, contribuyendo a contaminar los acuíferos con nitratos. En Teruel y Cataluña, el 60 % de los manantiales superan los 50 microgramos de nitrógeno por litro de agua, convirtiéndolas en aguas no potables. Recordamos que en Brihuega ya se han superado esos niveles recientemente (1, 2): la instalación de esta macro granja sólo puede hacer más grave este problema.

La cuenca hidrográfica del Río Tajuña, cuyo tramo  en esta zona está protegido por la Red Natura 2000, recibiría la escorrentía y filtración de todos los contaminantes procedentes de la explotación. En el caso de un posible accidente, todos los vertidos acabarían directamente en el río Tajuña o en sus afluentes.

La macro explotación, además, generaría uno de los gases de efecto invernadero más potente, el metano: más de 320.000 kg al año. Asimismo produce uno de los principales causantes de la lluvia acida, el óxido de nitrógeno, con la generación de más de 1.500 kg al año. Otro contaminante que produce, especialmente dañino si llega a las aguas fluviales, es el amoníaco; la macro granja generaría casi 200.000 kg de amoníaco al año. Hay que tener en cuenta que el Real Decreto 508/2007 determina que el límite de aviso a la población es de 10.000 kg de amoníaco al año: es evidente la repercusión que va a sufrir la salud y la calidad de vida de los vecinos afectados.

El otro gran problema que generan estas macro granjas intensivas de cría de cerdos, es la generación de malos olores que perjudicarían la calidad de vida de una gran comarca que vive, en buena parte, del turismo.

Por todos estos motivos, Ecologistas en Acción de Guadalajara pide a la Administración Regional que impida la ejecución de este proyecto y que modifique la legislación actual para evitar que Castilla-La Mancha sufra los graves problemas que ya sufren las comarcas catalanas, aragonesas o murcianas por este tipo de explotaciones. Igualmente, esta asociación solicita que los ayuntamientos afectados y toda la población se oponga a este proyecto por los graves impactos ambientales y económicos que supondría su puesta en marcha.