Educación actúa de oficio ante la inacción del Ayuntamiento y pone en marcha la caldera del colegio Pedro Sanz Vázquez
La Delegación de Educación, Cultura y Deportes ha actuado de oficio y ha arreglado la caldera del colegio Pedro Sanz Vázquez después de que el Ayuntamiento de la capital, institución que tiene la competencia del mantenimiento de los colegios, haya dejado la instalación sin funcionar todo el otoño alegando que “había concluido la vida útil” de la caldera y reclamase al Gobierno regional que comprara otra.
Así se lo comunicó el Ayuntamiento a la Delegación de Educación el pasado 7 de noviembre a través de una notificación en la que se reconocía que el consistorio estaba obligado a llevar a cabo las labores de mantenimiento y conservación de los centros educativos e Infantil y Primaria, si bien señalaban que el arreglo de la caldera pasaba por adquirir una nueva, inversión que excedía sus competencias y debía sufragar la Administración regional.
Personal técnico de la Delegación de Educación visitó el centro y emitió un informe, que se envió al Ayuntamiento el 21 de noviembre, en el que se señalaba que “la obstrucción tanto de la chimenea como de los pasos de humos se debe a la acumulación de hollín” y concluye que “no se ha realizado la tarea de mantenimiento con la periodicidad y métodos adecuados” al tiempo que se solicitaba al consistorio que “de manera urgente” procediera “a la tarea de mantenimiento requerida para limpiar la cámara de combustión, los pasos de humos y la chimenea en su totalidad” y se daba un plazo de un mes para realizar dicha tarea. El escrito concluía advirtiendo de que en el caso de que el Ayuntamiento no actuara e incumpliera las obligaciones impuestas por la Ley, la Administración regional actuaría “para garantizar el derecho fundamental del alumnado”.
El delegado, que ha visitado hoy el colegio Pedro Sanz Vázquez junto a los medios de comunicación, ha recordado que durante ese mes se produjeron declaraciones públicas de miembros del equipo de gobierno municipal que insistían en que la única solución pasaba por sustituir la caldera de la que llegaron a decir que tenía 50 años de vida, cuando su antigüedad es de 35 años. Además, el delegado ha recordado que el criterio que se utiliza para cambiar este tipo de instalaciones “no se decide arbitrariamente, sino que tiene que ver con la eficiencia y en el caso de esta caldera el rendimiento es del 87,2% y el informe técnico de la empresa especifica que está en su vida óptima”.
Cuando se cumplió un mes de la comunicación sin que el Ayuntamiento hubiese actuado, el 23 de diciembre, la Delegación de Educación envió un escrito al consistorio en el que se le indicada que una vez comprobado que “el Ayuntamiento no tiene intención de actuar en la puesta en marcha de la caldera” y visto que dicha decisión “impacta directamente en la prestación del servicio educativo y al no darse las condiciones óptimas de confort térmico, la Administración regional va a proceder a través de una empresa especializada a la limpieza de la caldera y el quemador y a la revisión de la chimenea”.
La Delegación tomó esta decisión acogiéndose al artículo 60 de la Ley de bases de Régimen Local que establece que establece que “cuando una entidad local incumpliera las obligaciones impuesta directamente por la Ley de forma que tal incumplimiento afectara al ejercicio de competencias de la Administración del estado o Comunidad Autónoma y cuya cobertura económica estuviera legalmente o presupuestariamente garantizada, de una u otra, según su respectivo ámbito competencial, deberá recordarle su cumplimiento concediendo al efecto el plazo que fuese necesario. Si transcurrido ese plazo, nunca inferior a un mes, el incumplimiento persistiera, se procederá a adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de la obligación a esta y en sustitución en la entidad local”.
El delegado ha explicado que la empresa a la que la Delegación encargó el trabajo dedicó una sola mañana a limpiar la caldera y el quemador y la calefacción volvió a funcionar. De hecho, el inicio del curso escolar tras las vacaciones de Navidad se ha desarrollado con normalidad en cuanto a confort térmico en el centro. En este punto, el delegado de Educación ha mostrado a los medios de comunicación las imágenes del interior de la caldera antes y después de la limpieza que evidencian la imposibilidad de que el aire circulara a través de los orificios obstruidos por la suciedad.
Ángel Fernández-Montes ha informado que el coste de los trabajos de limpieza de la caldera y el quemador ha ascendido a 2.268 euros, frente a los 16.000 que podría haber costado una nueva instalación. En este punto, el delegado de Educación ha recordado que “los gestores públicos debemos ser tremendamente responsables con el dinero que gestionamos ya que es de toda la ciudadanía” y ha puesto de manifiesto el diferente modo de gestionar y actuar del Gobierno regional frente al Ayuntamiento de Guadalajara. Así, ha lamentado que “desde el Ayuntamiento no hayan revisado que el mantenimiento de esta instalación estuviera bien realizado y ni tan siquiera hayan intentado limpiar la caldera y así haber solucionado el problema en un sólo día, como hemos hecho desde la Delegación de Educación, sino que simplemente hayan intentado cargar el gasto y la actuación sobre otra administración”.
Asimismo, el delegado ha puesto de manifiesto que desde la Administración regional no se escatiman los gastos necesarios para mejorar el estado de los centros educativos, pero siempre con sentido de la responsabilidad. Ejemplo de esta voluntad inversora es que en este mismo colegio Pedro Sanz Vázquez, el Gobierno regional ha acometido recientemente una inversión de 40.000 euros para la construcción de una nueva pista deportiva.