“Educación desde niños y rechazo social de la violencia, claves para erradicar el maltrato”

12/03/2021 - 18:39 Redacción

El sargento Miguel Ángel Domínguez,  responsable provincial de los Emume, destaca el trabajo de coordinación social, policial, judicial y fiscal de cara a combatir la lacra.

El sargento Miguel Ángel Domínguez (35 años) está al frente de un equipo de siete personas que trabajan en los Emume (Equipos Mujer-Menor de la Guardia Civil). El verano pasado arrancó su nuevo desafío profesional. En las actuaciones de la unidad -recalca- hay que tener cuatro actitudes y/o aptitudes, dependiendo de la situación: ser templado, cerebral, sensible cuando lo requieren las circunstancias y autoritario cuando sea necesario, señas de identidad de los miembros de la unidad. Su trayectoria profesional desde siempre ha ido enfocada a Policía Judicial, es decir, perseguir determinados delitos, descubrir y asegurar a los delincuentes, así como auxiliar a la administración de Justicia en los actos que se le encomienden. En 2008 ingresó en la Guardia Civil. En 2011 pasó asignado a la UCO (Unidad Central Operativa) y el verano pasado fue destinado a su puesto en Guadalajara.

¿Cómo es el perfil que tiene la persona que trabaja con usted?

Son personas sensibles, capaces de empatizar con la problemática de las víctimas. Al final nosotros tratamos delitos contra las personas, es decir, la conducta delictiva la sufren las personas, y contamos con gente que es capaz de ponerse en la situación de la víctima para poder conocer sus necesidades.

Y respecto a la formación, ¿qué se requiere?

Son personas sumamente preparadas para realizar la labor que tienen encomendada. Para ocupar una plaza de Emume hay que cumplir tres niveles: el primero de ellos se asigna en los centros de formación de la Guardia Civil, cuando ingresas en cualquiera de sus empleos; el segundo nivel se adquiere cuando realizas la formación de Policía Judicial; y el tercero ya es específico de Emume, un curso de capacitación que imparte la Unidad Técnica de Policía Judicial. Cada uno de ellos con una función específica, que van desde el tratamiento a las víctimas al seguimiento de casos.

En una provincia tan extensa tienen una distribución territorial bien definida…

En Guadalajara capital hay tres personas a los que se suman dos en cada uno de los Puntos de Atención Especializada (PAE) comarcales, uno en Sigüenza y el otro en Azuqueca de Henares.

La cercanía al ámbito familiar es un asunto fundamental.

La denuncia en el puesto de la Guardia Civil es habitualmente el punto de atención más cercano e inmediato a la víctima de malos tratos. Una vez que hay una primera toma de contacto, y dependiendo de la gravedad del asunto, es cuando se hace cargo el Emume.En el potencial caso de una agresión, inmediatamente una patrulla se desplaza al lugar de los hechos. Con el consentimiento de la víctima se  accede. Los agentes valoran la situación. La primera medida que se adopta es proteger, tanto a la víctima directa, como a las indirectas que pueda haber en el domicilio, es decir, los familiares convivientes, a la par que contener, o vigilar en su caso, al autor. Si la agredida requiere asistencia sanitaria o psicológica se le da. Una vez separada la víctima se toma declaración de los hechos al detalle para actuar como proceda sobre el agresor. Los efectivos valoran la actuación. Si es grave, y hay claros indicios de que ha habido malos tratos, amenazas o lesiones, aunque la víctima no quiera se actúa de oficio. Si se trata de una situación de gravedad palpable, desde el primer momento los miembros del Emume intervendrían. En un intento de homicidio de un marido hacia su mujer nosotros iríamos en primera instancia.

¿Cuáles son las claves para combatir eficazmente la violencia de género?

El aspecto fundamental para combatir la violencia de género es la educación desde que somos niños. Es importantísimo el respeto hacia las personas y, por supuesto, que haya un rechazo social hacia las conductas violentas, tanto dentro como fuera de los núcleos familiares.

Por su experiencia, ¿cuál es el perfil de la persona que requiere la intervención del Emume?

Es un perfil muy amplio. Hay que tener en cuenta que, por un lado, están mujeres que sufren agresiones sexuales, o son víctimas de violencia de género en casos graves, y por otro están los menores que sufren cualquier tipo de delito en los que ellos son los perjudicados, pero en el ámbito de la violencia no hay un perfil social específico.

¿Se producen más casos de violencia contra mujeres o de abuso de menores? 

Es más habitual de hombre hacia la mujer.

¿Cómo vive personalmente los casos palpables de malos tratos cuando realiza una intervención?

A pesar de la cantidad de medios personales, materiales y herramientas que se destinan desde muchos ámbitos sociales, el hecho de no poder evitar el malestar o los problemas causados por esta lacra, es lo peor, te provoca una enorme frustración, sobre todo cuando hay menores de edad dentro de un núcleo familiar.

¿Durante los meses de confinamiento por la pandemia ha habido un aumento de casos de violencia intrafamiliar, bien sea de género o bien hacia menores?

El número de denuncias, por motivos obvios, cuando ha habido un confinamiento domiciliario, ha caído. Posteriormente se ha recuperado esa incidencia. Ha habido variaciones. Por ejemplo, el número de denuncias ha disminuido, ahora han aumentado las actuaciones de oficio… Pero es verdad que durante el confinamiento tenemos conocimiento de que las oficinas de asistencia a la víctima han experimentado un incremento exponencial de llamadas.

¿Se dan casos de hombres, aunque sean aislados?

Los casos son muy aislados. Las denuncias de hombres que sufren maltratos por sus mujeres son muy minoritarias.

¿Está satisfecho con la labor que se está realizando desde los sectores políticos, institucionales, sociales, asociacionistas y policiales respecto a los malos tratos?

Creo que la situación de unos años atrás a hoy ha cambiado sustancialmente. Se han mejorado y creado muchísimas herramientas, protocolos, la coordinación, se han generado bases de datos que han facilitado la coordinación entre los diferentes actores que combaten la violencia de género que ha supuesto un avance importante.

¿A qué nivel desde Guadalajara funciona esa coordinación?

Funciona bien. Hay reuniones frecuentes para coordinar las actuaciones: Desde Servicios Sociales, cuerpos policiales, juzgados, Fiscalía, etc. Es un trabajo integral que debe redundar en la reducción de los casos de violencia de género, que es lo que se pretende, y vamos por el buen camino.