“El apoyo, médico, psicológico y social es fundamental para superar el cáncer”
Silvia Sanz, de 46 años, en la actualidad trabaja en Admisión de una clínica privada. Lleva más de cuatro años al frente de la Junta Directiva de la Asociación Española Contra el Cáncer en Azuqueca de Henares.
Ella vivió en 2008 de primera mano una enfermedad contra la que estuvo luchando nueve años y que la ha dejado secuelas. Sin embargo, como una más, lucha día a día por apoyar a gente que está experimentando situaciones como la que ha sufrido. Hace hincapié en algo fundamental, buscar apoyo, acompañamiento médico, psicológico y social para salir adelante. Está al frente de un colectivo que abarca a 30 voluntarias, todas ellas mujeres, que son las que se encargan de asistir a los que necesiten ayuda o información, preparar las actividades y captar a más voluntarios, entre otras muchas funciones. Su sede está en el edificio conocido como El Foro, y atienden de cara al público los lunes, de 10 a 13 horas, y los jueves de 17 a 19 horas.
¿Qué procedimiento de actuación siguen?
Todos aquellos que quieran se pueden pasar por la sede. Allí tomamos nota de cuál es exactamente su problema y pasamos los datos a la sede de Guadalajara. Desde allí se traslada dos días a la semana una psicóloga especializada y una persona que lleva la ayuda social. Ellas tienen sus horarios y los acoplan con los de la persona que lo necesite. Y seguimos aumentando nuestros recursos. Ya nos queda solo un pequeño paso para lograr el permiso de Sanidad para adaptar nuestra sede como local sanitario, porque lo que queremos es centralizar aquí las citas. Entonces hay que hacer bien las cosas, con un local sanitario, con nuestra psicóloga, orientadora social, etc. Todo esto implicará que podamos hacer, por ejemplo, talleres dentro de nuestras instalaciones, o que pueda haber una atención psicológica continua en Azuqueca de Henares, para hacer sesiones con enfermos, pero necesitas una serie de condiciones que te establece Sanidad.
Ya por fin pueden sacar adelante las actividades populares. LA IV Marcha contra el Cáncer fue un ejemplo. ¿Hasta qué punto es importante la ayuda del Ayuntamiento?
La verdad que para todos estos eventos siempre tenemos que contar con la ayuda del Ayuntamiento, porque, al fin y al cabo, es el que nos proporciona lo fundamental. Se hace cargo de la música, nos da los permisos oportunos, la Policía Municipal se encarga de cortar la calle donde se celebre el evento, todo lo relacionado con la seguridad, en el caso del pasado sábado nos pusieron los hinchables ... Nos ayudan en todo la verdad, algo que es de agradecer, porque sin ellos, por la estructura que conlleva, no podríamos sacar adelante los eventos públicos programados.
¿Cómo fueron los inicios de la Asociación?
Yo sufrí cáncer en 2008 y te puedo decir que en el 2009 ya teníamos muchas voluntarias de aquí, de Azuqueca de Henares, un incremento que iba a la par del del número de enfermos. Fue entonces, atendiendo al volumen de trabajo que se iba produciendo, cuando decidimos constituir una Junta Local, que ahora mismo está funcionando con una directiva.
¿Qué recomendaciones da como presidenta a los que se encuentren con que se les diagnostica un cáncer?
Yo, como presidenta, y desgraciadamente persona que lo ha pasado, es una situación que afecta tanto al enfermo como a los familiares. Lo primero el estado anímico es muy importante, pero también es fundamental pedir ayuda. El apoyo que desde la AECC damos es muy positivo y útil, porque a veces a nosotros se nos escapa qué tipo de ayuda podemos conseguir. Pero los afectados tienen que saber que tenemos psicólogos gratuitos especializados en nuestra situación que ofrecen una atención profesional y personalizada tanto para el enfermo como para los familiares. En mi caso ayudó mucho. Además ofrecemos asesoramiento sobre las gestiones que hay que realizar. Por ejemplo, te dan la baja en el trabajo y luego resulta que no sabes qué papeles tienes que hacer porque estás mal anímicamente. Tú te encuentras bloqueado, paralizado por una situación que te ha cogido por sorpresa, negativo en todo, no sabes qué pasa… “Si te dejas apoyar tienes que saber que hay gente especializada”, les decimos.
Porque la orientación social es un pilar muy importante.
Efectivamente. La orientadora social te ayuda a elegir las ayudas posibles y adecuadas en cada caso. También es muy importante que la gente que tiene tratamiento desgraciadamente fuera de sus localidades cuenta con que la Asociación Española Contra el Cáncer tiene pisos con unos alquileres muy bajos o ayudas para que los familiares y el enfermo puedan estar cerca de esos lugares fundamentales.
¿Cuál ha sido su experiencia vital como enferma de cáncer y qué es lo que le ha llevado a convertirse en una persona activa para ayudar a personas que sufren la dolencia que ha sufrido?
Sufrí cáncer jovencita, con 33 años, y tenía un niño de un añito. A raíz de ahí me derivaron a la Asociación Española Contra el Cáncer en Guadalajara. Sobre todo te ayudan con las pelucas, que son gratuitas, Y es algo muy importante, porque cuando se te cae el pelo se pasa muy mal. Entonces empecé a ir al psicólogo y, una vez allí, me dijo que había un voluntariado. Es cuando empiezas a entrar, y como la mayoría de la gente lo ha pasado de diferentes formas, se hacen pequeñas terapias basadas en el desahogo, que alguien te entienda. Se trata de estar activa en lo que tú puedas, porque el voluntariado es lo que cada uno pueda hacer, y lo que en ese momento tú puedas anímicamente, porque hay gente que ya la ha pasado y le apetece contribuir en algo que se ajuste a su capacidad física y mental, mientras que hay otras que están más fuertes y ayudan a enfermos. Yo, por ejemplo, en ese sentido todavía estoy débil, pero ya apoyo en tareas organizativas o recaudatorias.
¿Cuánto tiempo estuvo desarrollando y tratando la enfermedad?
Fue en el 2008. Estuve un año con la quimio… A lo que dura la enfermedad en sí hay que sumar la recuperación mental y no todas las personas somos iguales. A mí me ha costado mucho. Tardé entre ocho y nueve años para encontrarme bien moralmente. Algo que en sí no es negativo, porque siempre hay quien te apoya. No hay nada peor que intentar ser autosuficientes si no puedes o no sabes. La AECC te ayuda mucho a darte las herramientas para que tú misma aprendas a utilizarlas y eso está muy bien.
En su caso personal, ¿cuáles fueron esas herramientas?
Yo era encargada de una zapatería, un trabajo que me encantaba. Pero contraes el cáncer, estás en quimio, y directamente pasas el Tribunal Médico. Entonces me dieron la baja. Yo lo pasé mal, porque pensaba que cuando terminas tu enfermedad, vuelves a tu vida. En cambio, te encuentras que no tienes trabajo, te sientes enferma, algo muy duro para una persona que lleva desde los 16 años trabajando. La casa se te cae encima. Añades más peso a tu capacidad mental. La Asociación Española Contra el Cáncer me ayudó mucho, porque te empiezan informando sobre los cursillos que imparten, te asesoran sobre las ayudas que puedes pedir, entre otras una muy importante, la de discapacidad, etc. Yo empecé a hacer cursillos, lo que me empujó a salir de nuevo al mercado laboral. Dije “pues me voy a volver a poner a trabajar” dentro de algo que ahora mismo llevo tres años trabajando y estupendamente. Ahora estoy en admisión en una clínica privada, una función que es compatible con las secuelas que me han quedado del cáncer.
¿Cuál es su percepción sobre la evolución del cáncer en estos años?
Desgraciadamente aumentan los casos de cáncer, esto es así. Además la pandemia, a nivel de cáncer, detección precoz y de todo el ámbito sanitario, ha paralizado las investigaciones. Pero hay un motivo de tranquilidad, que es que la ciencia avanza a pasos agigantados. De hecho el porcentaje de muertes está bajando. Antes tenías un cáncer y te diagnosticaban un 70% de posibilidades de que te murieras. Ahora no. Ahora ya va bajando y de hecho hay bastantes adelantos. Hay muchas quimio que son solo con pastillas, hay muchos adelantos.