El Belén Monumental de Molina de Aragón invita a la participación con un Photocall innovador

Bajo la imponente estructura de los arcos califales, el Belén Monumental de Molina de Aragón se prepara para dar la bienvenida a un gran número de visitantes. Este año, el evento incorpora una novedad importante: un photocall diseñado especialmente para que los asistentes puedan capturar momentos memorables y compartirlos en las redes sociales utilizando el hashtag #yosoyfiguradelbelendemolinadearagon. Esta iniciativa no solo busca fomentar la interacción, sino también hacer que los visitantes se sientan parte de esta magnífica representación.

Raúl Pérez, párroco de la localidad y principal artífice de esta tradición que cada diciembre se renueva, nos ofrece una mirada detallada a los entresijos de la construcción del belén. La temática elegida para este año, titulada “Él nos trae la Esperanza”, tiene como objetivo transmitir un mensaje profundo que invita a la reflexión y a la conexión emocional con la festividad.

Pérez nos explica que el proceso de diseño y realización de un belén monumental es un trabajo que abarca casi todo el año. “Desde el momento en que desmontamos el belén del año anterior, ya estamos ideando cómo será el siguiente. El trabajo en sí comienza el 5 de septiembre, justo después de los fuegos artificiales que marcan el cierre de las ferias patronales. Este esfuerzo se extiende durante tres meses intensos de dedicación”, detalla el párroco.

El belén de este año se distingue por sus impresionantes dimensiones, alcanzando los 16 metros de profundidad y 5,5 metros de ancho. Para llevar a cabo esta ambiciosa construcción, Pérez cuenta con un equipo comprometido de aproximadamente diez voluntarios, quienes aportan una variedad de talentos artísticos. “Cada vez son más las personas jubiladas que se unen a nuestro grupo, trayendo consigo una valiosa experiencia y un amor por la tradición que enriquece nuestro trabajo”, destaca con orgullo.

La estructura del belén se elabora principalmente con porexpan, a excepción de la base, que está fabricada con madera para proporcionar estabilidad. “Todo el belén, en su totalidad, está compuesto de poliestileno, tanto extruido como expandido”, aclara Pérez, subrayando la importancia de los materiales en la creación de esta obra. En cuanto a las figuras que dan vida a la escena, provienen del reconocido taller de Mayo Lebrija, un artista español de gran renombre en el campo del belenismo. Esta colección privada ha sido cuidadosamente construida por Pérez a lo largo de los últimos doce años. Las figuras varían en tamaño, desde modestos 5 centímetros hasta alturas de 1,20 metros, lo que permite una escala adecuada y visualmente impactante que resalta la majestuosidad de los arcos califales.

Este año, el belén no solo se limita a ser una representación estática, sino que busca involucrar a cada visitante de manera activa. La inclusión de un photocall permite que los asistentes se conviertan en parte de la historia, invitándolos a fotografiarse dentro del belén y, así, hacer de ellos mismos una figura dentro de esta magnífica escena. Con esta iniciativa, se busca fomentar una experiencia más inclusiva y participativa, donde cada persona pueda llevarse consigo un recuerdo especial de su visita a Molina de Aragón.