El caso de Marchamalo

12/01/2019 - 11:38 Pedro Villaverde Embid

 Es también Marchamalo pionero en la provincia en lo que llaman los presupuestos participativos, que se traduce en que 170.000 euros destinados a inversiones se emplearán en lo que los vecinos han decidido.

Posiblemente no sea el único lugar en que suceda pero seguro que serán muy pocos los ayuntamientos en los que todos los grupos políticos voten por unanimidad en multitud de temas y en unos presupuestos municipales. Ocurre en Marchamalo y habla muy bien de su alcalde y Equipo de Gobierno como de la oposición que antepone el interés general a otras consideraciones o tal vez sea una estrategia para mostrar un perfil moderno que les presente como alternativa de confianza para una futura alternancia todavía inédita. 

  En todo caso es de alabar lo que sucede en este pueblo que hasta hace veinte años era un barrio de Guadalajara, que se independizó en 1999 en tiempos de Fernando Olalla y José María Bris y que desde entonces ha visto crecer su población, suelo industrial, número de empresas, infraestructuras y servicios. Mantiene sus costumbres e identidad, sus fiestas, afición taurina, los premios gallardos para destacar a las personas, asociaciones o entidades más relevantes o la práctica deportiva con, por ejemplo, un equipo de fútbol en Tercera División. Este verano, además, fue ejemplo de solidaridad al acoger en uno de sus polideportivos, a petición de Cruz Roja, a ciento cincuenta refugiados. Es también Marchamalo pionero en la provincia en lo que llaman los presupuestos participativos, que se traduce en que 170.000 euros destinados a inversiones se emplearán en lo que los vecinos han decidido. Rafa Esteban quiere escuchar a la gente, que le transmitan sus  necesidades, quejas o propuestas. Por ello una app abre esa comunicación directa desde hace tiempo, instrumento que también existe, seamos justos, en otras localidades, como Azuqueca, donde todo el mundo tiene el teléfono del alcalde. Poca deuda, cuentas saneadas, incremento de inversiones, paro en descenso, entendimiento político, crecimiento y orgullo marchamalero. No es un cuento de Navidad. Existe y debería servir para que otros aprendan. Vaya nuestro recuerdo a Olalla y Armando Monge, anteriores alcaldes y la felicitación a Esteban, primer edil desde hace 16 años que se perfila para un quinto mandato, si los marchamaleros así lo quieren.